Observamos constantes esfuerzos de buena gobernanza y de participación ciudadana para promover auténtica democracia y desarrollo integral en África, como lo hemos visto en Burkina Faso, durante los últimos días.
Constatamos al mismo tiempo, el estallido frecuente de explosivos, derramando sangre inocente, en demasiados puntos de África y Medio Oriente, como: Nigeria, Libia, Egipto, Somalia, RDC, RCA, Irak, Siria, etc.
Entre los grupos armados que causan masacres terribles estos días, por diversas razones, casi siempre relacionadas con el control de poder y recursos, destacan por su crueldad y por el número de personas asesinadas, los ataques desalmados de los grupos yihadistas, especialmente en los dos nuevos “estados islámicos”: Irak-Siria y norte de Nigeria.
Es evidente, que el elemento “religioso” cuenta, poro no parece ser el más importante. En primer lugar, porque la “religión” se ha convertido en ideología fanática y cruel. Bajo la bandera yihadista, se esconden muchas otras razones, que nada tienen que ver con la auténtica fe islámica.
Los yihadistas siguen cometiendo barbaridades, para imponer su ideología fundamentalista, no solamente sobre los que siguen la cultura y educación occidental, sino incluso sobre los propios fieles al Islam.
Ayer mismo tuvo lugar otro ataque salvaje de Boko Haram en Pokiskum, una escuela secundaria de Nigeria, asesinando a 47 estudiantes. El líder de este grupo islamista: Abubakar Shekau, ha rechazado cualquier diálogo y cese de atentados. Un yihadista, cargado de explosivos, se disfrazó de estudiante, para causar la masacre.
El presidente de Nigeria: Goodluck Jonathan, como siempre, promete mano dura pero carece de medios y quizás hasta de voluntad política, a juzgar por los resultados.
En Febrero 2014, Boko Haram ya exterminó a otros 40 estudiantes en otra escuela, también en el Estado de Yobe. En Julio 2013, 42 estudiantes de Mamudo fueron asesinados. Luego, en Abril 2013, secuestró 276 chicas en Chibok, de las cuales, 219 siguen todavía secuestradas.
En los últimos meses, Boko Haram ha tomado más de 24 ciudades y poblados del norte de Nigeria, ante la incapacidad del gobierno central.
Ya nos es solo cuestión de religión, etnia, poder y recursos, sino que se trata de una esclavitud total para imponer su propia ideología a toda costa.
Ante semejante crueldad organizada y bien financiada, solo la sociedad civil, bien informada, motivada y organizada, es capaz de extirpar semejantes tumores tan malignos.
Los “parches políticos” son irrelevantes a largo plazo. La asistencia humanitaria, aunque necesaria, es también insuficiente. La ONU no tiene impacto.
Es necesario sanear la raíz y cambiar todas las estructuras que son crueles por otras más justas y solidarias.
Hace falta una sociedad civil, despierta, mejor educada y más comprometida, capaz de tomar la iniciativa social, nadar contra corriente y de superar toda ideología que esclaviza, para que reine la sensatez y la madurez Humana.
