EL FANATISMO YA SE HA CONVERTIDO EN UN EJÉRCITO

6/10/2014 | Editorial

Las tres grandes religiones del Libro en el mundo: Judaísmo, Cristianismo e Islam, han conocido movimientos fanáticos, aunque no en la misma gravedad, ha afirmado el Papa Francisco.

Lo más preocupante es que nuevas formas de fanatismo: cultural, religioso y político-económico siguen surgiendo y hasta de forma violenta.

La mayor festividad de los musulmanes, recientemente celebrada: “Eid al Adha” o Celebración del Sacrificio, conmemora el pasaje recogido tanto en la Biblia como en el Corán, en el que se muestra la voluntad de Abraham de sacrificar a su hijo como un acto de obediencia a Dios, antes de que Dios interviniera para proporcionarle un cordero y que sacrificara a este animal en su lugar.

Los dos millones de musulmanes que estos días celebran su peregrinación a la Meca, así como la “Fiesta del cordero”, nos recuerdan la fe sencilla y sincera de la inmensa mayoría de los creyentes en el Islam.

Al mismo tiempo existe la preocupación de muchos creyentes y pensadores del Islam, así como de otros muchos escritores, con la actual expansión del Estado Islámico en Siria-Irak y en algunas regiones de África y del Oriente Medio.

Salman Rushdie, conocido escritor británico, ha dicho: “El fanatismo ya se ha convertido en un ejército”, en referencia al nuevo estado islámico de Irak y Siria.

Mas de 120 pensadores musulmanes han escrito una carta abierta al “jefe del estado islámico”: Ibrahim Awwad Al-Badri y a sus combatientes.

Esta carta, publicada en internet, contiene la firma de todos, por orden alfabético, desde el sultán de Sokoto en Nigeria: Ababakar Muhammad Saas, hasta el profesor de charia en Tanta, Egipto: Zaki Zaidan.

Estos pensadores islámicos presentan 24 puntos, señalando los errores cometidos por los líderes del autoproclamado Califato o Estado Islámico.

Entre ellos: “El Islam prohíbe matar a personas inocentes”, “El Islam prohíbe asesinar a emisarios, embajadores y diplomáticos y por tanto a periodistas y trabajadores humanitarios…”, “Está prohibido la interpretación arbitraria de los textos clásicos del Islam”…etc.

Al final estos sabios musulmanes reprochan a los combatientes del Estado Islámico, de “haber mal interpretado el Islam y de haberlo convertido en una religión-ideología de brutalidad, tortura y asesinato”.

Esto supone: “una gran afrenta al Islam, a los musulmanes y al mundo entero” y piden a los autores de estos crímenes: “arrepentirse, cesar los crímenes y volver a la religión de la misericordia”. (La Croix de 26.9.14- Anne-Benedicte Hoffner.)

Esta postura equilibrada, clara y valiente de tantos pensadores musulmanes es un motivo profundo para la esperanza.

A todos nos corresponde el promover: lo razonable ante lo fanático, lo humano ante lo esclavizador, el respeto ante lo violento.

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