El Departamento de Estado denuncia el apoyo de Kagame al M23 y el trato que recibe la oposición al régimen ruandés.
Varios informes de ONG defensoras de los derechos humanos, nacionales y extranjeras, ya lo habían anunciado en su día, pero Kigali lo rechazaba en bloque. Incluso el Consejo de Seguridad de la ONU había publicado un documento en ese sentido. Kagame lo había calificado de fantasioso, de acusaciones sin pruebas, de injusto. Pero he aquí que los EEUU, país reputado como padrino de Kigali, acaban de hacer le mismo descubrimiento.
En su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, el Departamento de Estado americano ha condenado vivamente el apoyo que Ruanda acordaba a la ex-rebelión del M23 antes de su derrota y eliminación, en noviembre de 2013, por parte de las fuerzas armadas congoleñas apoyadas por la Monusco. Este informe no califica precisamente con una buena nota el trato que Ruanda da a la oposición y a los defensores de los derechos humanos. El informe indica que el tratamiento que el gobierno ruandés reserva a sus adversarios políticos y a los abogados de los derechos humanos es el hostigamiento, detención, tortura e incluso el asesinato, como ha sido el caso últimamente con el opositor Patrick Karegeya, que apreció el 31 de diciembre muerto en un hotel en Suráfrica, donde había obtenido asilo político.
Kigali es criticado también por su ayuda al M23, al que ayudó material y logísticamente. HRW, organización citada por el informe del Departamento, menciona el reclutamiento de adultos y niños en los campos de refugiados y acusa al ejército ruandés de haber entrenado a los nuevos reclutas. Varios miembros del M23, tras su derrota, han encontrado refugio en Ruanda, pero Kigali no ha iniciado el procedimiento judicial para extraditarlos a Kinshasa, tal y como quedó convenido en el Acuerdo/marco de Addis- Abeba entre todos los firmantes de la región.
El informe indica, además, que Kagame ya ha preparado nuevos reclutas para enviarlos a la RDC con otra denominación esta vez, con el objetivo, quizás, de terminar la pretendida obra del M23, esto es, la balcanización del Congo.
Por otra parte, es importante poner de relieve que Paul Kagame no se ha desplazado a Kinshasa para participar en la cumbre nº 17 de COMESA. Los problemas entre Kinshasa y Kigali persisten a pesar de los acuerdos de paz firmados en Nairobi, Addis Abeba y Kampala.
LEFILS MATADY (La Tempête des Tropiques 03/03/14)
Traducción y resumen : Ramón Arozarena
