El tentempié malgache

21/02/2014 | Opinión

Por extraño que pueda parecer, se anunció un proyecto de construcción de carreteras en mitad de las dos vueltas de las elecciones presidenciales. Se trataba de la extensión de un tramo de la carretera para transporte de hidrocarburos entre la rotonda Masay y la de la Alarobia. Por lo general, un proyecto así forma parte del campo de acción de un candidato presidencial. Pero los proyectos de este estilo, o aún de mayor escala sobre temas nacionales, han brillado por su ausencia en una campaña electoral limitada a promesas populistas y a todo tipo de ideas descabelladas. Es cierto que los grandes proyectos de infraestructuras no han sido prioritarios y sobretodo “comestibles”. Se dijo en su momento, que la población tenía más necesidad de tentempié que de carreteras. Esta ha sido una visión bastante reducida y limitada del desarrollo económico.

El nuevo proyecto de carretera que une Soavimasoandro con Ivato anunciado por el Presidente de la Transición en enero, y cuya primera obra fue anunciada en febrero, probablemente ha sido pospuesto indefinidamente. Sin duda, el presidente esperará a la precampaña de las elecciones presidenciales del 2018, así tendrá tiempo de madurar, como hizo su predecesor. […] Esto no será la panacea para erradicar los atascos, al contrario corre el riesgo de astringirse aún más el flujo circulatorio dado que la salida tanto para ascender a Alarobia o para salir hacia el camino de Pape, la carretera se estrecha en forma de embudo; así pues, con el desorden constituido como un nuevo código de carretera, mezclado con la dictadura que imponen las carretas y las bici-taxi, la colisión en cadena está garantizada.

En cualquier caso, la economía ahora más que nunca la ostenta una minoría muy rica y el fulgurante desarrollo en plena crisis del eje de Ankorondrano, es la prueba. Es tan sorprendente que los mismos raíles del tranvía que formaban parte de la historia y del patrimonio de la ciudad, hayan desaparecido bajo las construcciones. Se necesita un verdadero proyecto de gran envergadura para remodelar la ciudad y arrasar barrios enteros y no optar por soluciones que, en efecto, son parches que ocultan la miseria en una aglomeración, donde la pobreza extrema convive con la riqueza que ciertos candidatos han usado como imagen en su campaña electoral. El reto es el mismo o mayor a escala nacional. La audacia es el principio de un buen programa. Cuando es necesario amputar, no se receta una aspirina.

Sylvain Ranjalahy

L’Express de Madagascar

[Traducción, Cristina Pazos Flores]

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