Biko debe estar revolviéndose en su tumba

28/11/2013 | Opinión

Este artículo responde a la noticia titulada Los profesionales negros aseguran sentirse oprimidos en Sudáfrica, firmada por Piet Rampedi

Empieza con la siguiente frase: «Algunos profesionales negros, entre los que se encuentran abogados, ingenieros o contables, han pedido al partido de Julius Malema, Combatientes por la Libertad Económica (EFF por sus siglas en inglés), que les rescaten de la «opresión» que sufren por parte de sus homólogos blancos».

¿Profesionales negros?

Steve Biko tiene que estar revolviéndose en su tumba. Morir por la dignidad de un pueblo para que luego los más cualificados actúen como el niño débil de la escuela que se chiva del matón al director. ¡Y el director es el EFF!

¿Es que no somos libres? ¿Qué quiere decir la frase que a menudo utilizamos de «la libertad que disfrutamos hoy»?

Parece que los profesionales negros no están seguros de ellos mismos. El complejo de inferioridad es tan grande, incluso en la Sudáfrica libre, que hace que tengan que depender de las idiosincrasias de sus compañeros blancos. Parecen incapaces de lidiar, por ellos mismos, con situaciones difíciles y necesitan un factor externo, como el EFF, para reafirmarse. El entorno que les rodea tampoco propicia una mejora de sus habilidades en este sentido.

¿En qué momento creen que el EFF va a reafirmar su situación profesional? ¿Obligando a los blancos a reconocerlos? ¿Se sienten incapaces sin la aceptación de los blancos?

Es muy triste que se tenga que acusar a la población negra en su conjunto porque los profesionales, es decir los más cualificados y formados de entre ellos, crean que dependen de la población blanca para poder ser considerados.

Anton Lembede dijo hace tiempo que mientras otras naciones alcanzaban sus logros como naciones, a los africanos se les impedirá fundar su desarrollo en un logro como nación.

Cualquier inclinación hacia la solidaridad es calificada de «racismo» y los africanos se lo creen. Pero está claro que se lo creen para esconder su propia africanidad. Malcom X defendía que si intentabas esconder que eras negro y pretendías ser blanco, los blancos te lo recordarían.

Cuando los blancos recuerdan a los negros que no forman parte de la raza superior aunque hablen y beban whiskey como ellos, es cuando rápidamente los negros se quejan de los blancos. En cambio, cuando una persona negra está cómoda en su propia piel, no actúa de esa manera.

Si esos «profesionales» actuaran en un entorno de solidaridad negra, no tendrían estas quejas sobre los blancos. Si los negros constituyen el 80% de la población, ¿no podrían, por ejemplo, consolidar su capacidad de compra para avanzar en el progreso económico por sí mismos?

¿Por qué tienen que ser Pick n Pay o Checkers las empresas que venden la harina de maíz a ese 80 por ciento?
¿Por qué no puede ser Sizwe Ntsaluba Gobodo quien contrate a contables negros cuando se le acusa de lo contrario? ¿Por qué no pueden ser los despachos de abogados Molefe o Mthembu quienes representen al Black Business Council?

Irónicamente, encontramos que los defensores de esta reivindicación recurren a abogados, contables y a médicos blancos, salvo cuando no tienen los suficientes recursos o cuando se trata de una urgencia.
Aun así, esperan que los blancos confíen en ellos mientras que actúan como si las personas negras, por el mero hecho de serlo, tengan menos capacidad para gestionar sus asuntos. Es bastante improbable que se lleve a cabo una contratación preferente de negros basándose en su capacidad individual.

Los profesionales son personas que supuestamente han adquirido una capacitación (por la que han pagado) para ofrecer un servicio a todos aquellos que lo necesiten. Son, por tanto, independientes.
Algunos se emocionaban con el «yo tengo un sueño» de Martin Luther King que se pronunciaron en un discurso hace unas semanas, pero las palabras «juzgadas por el contexto de su carácter » no significan nada. En Sudáfrica, se juzga a las personas por el entusiasmo político que suscitan.

Dr. Kenosi Mosalakae

The Star

(Traducido por Mercedes Negueruela)

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