EL POLVORÍN DE KIVU

28/10/2013 | Editorial

Fuertes combates han estallado de nuevo en el este de la R.D. del Congo, cerca de Goma, entre el grupo guerrillero M23 y el ejército del país.

Esta nueva violencia, cerca de Goma, se ha recrudecido, días después de que fracasaran en Kampala, las negociaciones entre las dos partes.

Según Maud Jullien de la BBC, del 25 de octubre 2013, que se encuentra en la DR. Del Congo, el punto más crucial es el futuro de los rebeldes y sus líderes, que están perseguidos por la justicia internacional. El gobierno les niega amnistía.

Al menos 800.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus casas y tierras desde que el M23 lanzara su rebelión en Abril 2012.

En esta situación, la ONU ha desplegado un nuevo contingente militar al este de la RD del Congo, con el mandato de enfrentarse a los grupos rebeldes.

Recordemos que existen otros grupos armados en la zona. Según “Medecins sans Frontieres” (MSF), unas 100.000 personas se han visto obligadas a dejar su casas desde agosto pasado, debido a los enfrentamientos entre el grupo Patriótico de Resistencia de Ituri (FRPI) y el ejército del país.

El grupo M23 es mayoritariamente tutsi, como casi todos los lideres ruandeses. Ruanda y Uganda siguen negando que ellos apoyen al M23.

Desde 1994, todo el este de la RD del Congo es un auténtico polvorín, donde han fallecido cerca de ocho millones de personas, con otros millones que viven desplazados, ante la escandalosa complicidad de tantos gobiernos y grupos armados.

Las razones más importantes de esta continua tragedia, son:

La gran riqueza mineral de esta región, saqueada por Ruanda, Uganda, otros países vecinos y por las grandes potencias mundiales, a costa de millones de victimas inocentes.

El apoyo de los poderosos gobiernos globales, a Ruanda y Uganda, para asegurar estabilidad de negocios lucrativos inhumanos en la región, ante la debilidad del ejército congoleño.

La actitud y comportamiento hipocrítico, injusto y egoísta de los fuertes gobiernos europeos y mundiales.

Si el Papa Francisco llamó el naufragio de Lampedusa: “una vergüenza”, podríamos denominar esta crónica y silenciada violencia en la región del Kivu, como: “una vergüenza escandalosa y callada”.

Tanta crueldad nos deshumaniza.

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