TERRORISMO EN EGIPTO, BARNIZADO DE RELIGIÓN

21/10/2013 | Editorial

Existen ciertos datos que son síntomas infalibles de falsedad. Entre estas señales claras de falsedad, se encuentran: un sistema educativo politizado, una religión de ideologías y actos violentos barnizados de religión.

Lo que acaba de ocurrir de nuevo en Egipto es ya una forma de actuar de ciertos grupos fundamentalistas que pretenden siempre lavarse la cara y las manos ensangrentadas, con un barniz religioso.

Según “BBC News África” de hoy (21.10.2013), un grupo armado abrió fuego indiscriminado sobre los asistentes a una Boda, en un templo de los cristianos Coptos del Cairo.

Cuatro personas fallecieron en el acto, una de ellas era una niña de ocho años, cuando un grupo armado, que llegaron en motocicletas, comenzaron a disparar sobre los congregados para la boda, fuera de una iglesia copta en el Cairo. Al menos nueve personas más resultaron heridas.

La comunidad Copta en Egipto ha sido atacada varias veces por algunos grupos islamistas quienes les acusan de apoyar el derrocamiento del presidente Morsi.

Un sacerdote copto Thomas Daoud Ibrahim afirmo: “Lo que está pasando en Egipto no va dirigido solamente contra los cristianos Coptos. Estamos destruyendo Egipto”.

Esta iglesia copta es una de las más antiguas y fue fundada en Alejandría hacia el año 50. Los cristianos son un 10% de la población, en Egipto, que llega a los 80 millones. Esta minoría cristiana ha convivido en paz, durante siglos, con la mayoría Sunni musulmana.

Estos grupos fundamentalistas, islamistas o de otros colores, buscan ante todo imponer su ley por el terror, para controlar el poder, los recursos y el negocio de las mafias.

Lo que prima, no es la religión, sino el poder y el control de los diferentes negocios.
Ante muchas sociedades africanas, intentan lavarse la cara, con el barniz religioso.

Esta práctica ancestral en la historia, de barnizar muchas guerras político-económicas con una etiqueta religiosa, sigue siendo muy actual.

Lo que se busca es el control del poder y del negocio, pero aparece más aceptable, caundo se intenta cubrir las motivaciones últimas, con una bandera religiosa.

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