En un acto sin precedentes, la princesa Sikhanyiso, también conocida como Pashu, de Suazilandia debatió durante varias horas con un movimiento político prohibido, el Movimiento Democrático Unido del Pueblo, PUDEMO, a través de su cuenta de twitter, a pesar de que su padre, el monarca absoluto de Suazilandia Mswati III, ha denominado a PUDEMO como “terroristas” y se niega a negociar con ellos.
El debate comenzó con la princesa preguntando amablemente varias cuestiones sobre PUDEMO, como “¿Quién es su presidente?”, “¿Pueden darme un ejemplo de país cuyo funcionamiento deseen que sea similar en Suazilandia?”, “¿Cuál es su plan para erradicar la pobreza?” y “¿Cuál es su objetivo último?”.
Después en la conversación, la princesa Sikhanyiso dio algunas sugerencias propias referentes a los problemas de Suazilandia. “Hay países que sufren de pobreza, pero no actúan de pobres en la televisión para atraer una falsa simpatía de extranjeros inconscientes”, dijo, creyendo, al parecer, que su padre no es responsable de la extrema pobreza en un país donde dos tercios de la población sobreviven con menos de un dólar al día, y concluyendo que “el desempleo será resuelto por dios”.
Sobre las posibilidades de que PUDEMO pueda interactuar con su padre, la princesa aconsejó a PUDEMO que “pidan disculpas a [al gobernador del palacio real de Ludzidzini, Timothy] Mtsetfwa en nombre del partido y le soliciten audiencia con Su Majestad. Se sorprenderán”, aunque cree que partidos políticos como PUDEMO no tienen ningún papel que desempeñar en Suazilandia, según se deduce de su afirmación, que insistía en que “una casa dividida contra sí misma no puede mantenerse. Hagamos que el objetivo común sea la paz y la prosperidad de Suazilandia, no de las organizaciones”.
Así pues, si los miembros del mayor partido político de Suazilandia, PUDEMO, son de verdad “terroristas” tan peligrosos, entonces ¿qué hacía la hija mayor del rey discutiendo con PUDEMO a través de twitter durante varias horas?
El hecho es que PUDEMO no está formado por terroristas. PUDEMO defiende una transición pacífica de la actual monarquía absoluta, mediante un proceso de negociación que incluye una convención nacional y un periodo de transición con una autoridad interina, hacia la democracia, como el proceso de Suráfrica a principios de los años 90.
Mientras que el secretario general de PUDEMO, Skhumbuzo Phakathi, dijo en un comunicado “hemos afirmado repetidamente nuestro compromiso con la resistencia pacífica y el diálogo… nuestra lucha no es contra la familia real o el rey, sino sobre la captura del estado y la dispensación de beneficios para la mayoría del pueblo… Nuestro debate con la princesa Sikhanyiso fue una oportunidad para la educación política, no sólo para ella, sino para todos los que siguieron la discusión”.
Pero ser tachado de “terrorista” en Suazilandia es sorprendentemente fácil. La infame Ley de Supresión del Terrorismo de Suazilandia de 2008, define terrorismo muy ampliamente, por ejemplo, como un acto que “implica perjuicio a la seguridad nacional o pública”. Cualquiera que “solicite apoyo para, o dé apoyo a cualquier grupo terrorista”, o incluso se reúna con ellos, puede ser castigado con hasta 15 años de cárcel.
Según Amnistía Internacional, “el hecho de no restringir la definición de “acto terrorista”, en la Ley de Supresión del Terrorismo, a la amenaza o uso real de la violencia contra los civiles, [como define el Relator Especial de la ONU para la protección de los Derechos Humanos] socava la Ley de Supresión del Terrorismo en su totalidad.
Amnistía Internacional ha pedido por tanto a Suazilandia que derogue o modifique la ley sobre el terrorismo inmediatamente, “porque es inherentemente una parte de la legislación defectuosa, que no es compatible con las obligaciones de Suazilandia bajo las leyes internacionales y regionales de los derechos humanos, así como con la constitución del propio país”.
Un buen ejemplo de la inexplicable naturaleza del Acta contra el Terrorismo de Suazilandia se produjo cuando el presidente de PUDEMO, Mario Masuku, fue acusado de terrorismo en 2008, por un comunicado sobre una bomba en un puente. Después de haber sido encarcelado durante 340 días, su caso resultó tan ridículo que el tribunal lo resolvió en cuestión de horas. Incluso los tribunales de Suazilandia no fueron capaces de mandarle a la cárcel por un comunicado.
Algunos podrían ver en el debate de la princesa a través de twitter, junto con la promesa del gobierno de cambiar la ley del terrorismo, como una señal de mayor voluntad para abrir discusiones con PUDEMO, sin embargo, si ese es el caso, ¿por qué se cerró la cuenta de twitter de la princesa al día siguiente? ¿y por qué está Suazilandia aumentando su gasto en equipamientos y material de seguridad, que se ha multiplicado por 50 desde el año pasado, aunque no tiene enemigos externos?
(Ken Worthy News, 02-10-13)
