La ausencia del presidente de Argelia impide el funcionamiento normal de las instituciones del estado

3/09/2013 | Opinión

Ante la convalecencia persistente del presidente de Argelia, [Abdelaziz Buteflika] las instituciones están cayendo peligrosamente en una fase de política informal caracterizada por actos que entran en conflicto con la constitución.

La apertura el día 2 de septiembre de la sesión parlamentaria marcó simbólicamente la vuelta, que puso de relieve la profunda enfermedad política provocada por la enfermedad del presidente de la república. Todo se hizo para acomodarse al funcionamiento de las instituciones del estado… el estado de Bouteflika.

El discurso del primer ministro intentando desdramatizar en tono de broma la situación, traicionan fuertemente este malestar. Así, con respecto al consejo de Ministros, que no se reúne desde el mes de diciembre de 2012, que es como decir desde Matusalem, Sellal [el primer ministro] considera que la celebración del consejo en realidad “no es necesaria y las cosas funcionan como es debido” (sic). Además añadió que está “en coordinación casi a diario con el presidente”. Cierto, pero si el Consejo de Ministros es inútil llegados a este punto, ¿por qué los redactores de la constitución lo establecieron? Se comprende aún menos el propósito del primer ministro ya que en un sistema híper-presidencial como el nuestro, sobre todo después de la última revisión constitucional de 2008, en la que se otorgaron poderes faraónicos a Abdelaziz Buteflika, el Consejo de Ministros es la piedra angular del sistema político, el centro del que sale el impulso inicial, según el artículo 77 de la constitución. ¿Cuántos proyectos de ley se habrán acumulado en el despacho del presidente durante estos diez últimos meses, a falta de la reunión del Consejo de Ministros? Entre otras, la ley sobre audiovisuales, que forma parte de un paquete de reformas anunciadas en el famoso discurso del 15 de abril de 2011. Aunque esta ley, en el punto en que está Argelia, no es una urgencia. ¿Cuántas otras decisiones políticas están todavía en espera antes de ser tomadas en consideración oficialmente?

A modo de ejemplo, la validación de movimientos en los organismos de los walis [gobernadores], los organismos diplomáticos, que los departamentos concernidos han finalizado hace mucho tiempo. Sin hablar de esos embajadores que han terminado su misión y están a la espera de ser recibidos por el jefe de estado para la visita protocolaria de audiencia. Esto demuestra que el Consejo de Ministros es indispensable para el funcionamiento normal de las instituciones de la república. Pero la señal por excelencia de este bloqueo institucional, es la famosa ley de Finanzas, complementaria 2013, que no ha cesado de alimentar todas las crónicas desde hace meses. Con tazón, porque los nuevos gastos no presupuestados en la ley ordinaria de 2013, deben ser incluidos. Estos nuevos gastos, es decir todos los paquetes generosamente anunciados por el primer ministro durante sus visitas de inspección de las wilayas [provincias]. Probablemente haya más presupuestos suplementarios decididos durante el ejercicio. Esta ley de finanzas complementarias que debe ser firmada con carácter prioritario en el Consejo de ministros que el presidente Bouteflika había encargado a Sellal que preparase, mientras él recibía a los inválidos, no se realizará finalmente. Y los diputados que debían debatir con prioridad durante esta sesión en adelante, están dispensados. Y por esta causa, Karim Djoudi [Ministro de Finanzas] ha declarado que esta sesión ha sido ¡simplemente anulada! y ¡todo listo! Y el anuncio, que constituye por tanto una enormidad (Visto que la Ley de Finanzas Complementaria se ha convertido en la regla y no la excepción), hasta el punto de ser aprobada como una carta en el correo en un parlamento donde el respeto de las leyes de la república es la menor de las preocupaciones de los diputados. Lo que es más incongruente en las declaraciones de Djoudi, confirmado por Sellal, es el hecho de que la Ley de Financiación Complementaria ¡será simplemente integrada en la ley de finanzas de 2014! De hecho, esta ley ya está en curso de ejecución, pero como no ha sido firmada por el presidente, el gobierno se encuentra en la obligación de inventar un artificio para disfrazar esta torpeza en contra del uso. De hecho, a través de las declaraciones del primer ministro, y de otros ministros, existe una voluntad de justificar la política informal de la que Argelia es presa, a causa de la enfermedad del presidente.

Un presidente que claramente no está todavía en condiciones de retomar sus funciones. Y todas estas maniobras de poca monta, estos trucos, destinados a dar la impresión de que se ha producido un cambio en su enfermedad, no hacen más que ponerla en evidencia. Un juego poco saludable cuyas consecuencias para el país pueden ser fatales.

Omar OUALI

(Liberté, Argelia, 03-09-13)

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