Cualificados y formados en lo intelectual es como describe Chaim Herzog en su obra, La guerra del Yom Kippur, a los mandos egipcios capturados por los israelíes tras la finalización del conflicto árabe-judío. El ejército egipcio, el más numeroso de los estados árabes y durante años dique contra el islamismo, es casi un estado dentro del propio Egipto. Con un pasado socialista profundamente descalificado por sus oficiales, la entidad es continuamente nutrida por los contratos militares firmados con la Casa blanca.
El mediático derrocamiento del faraón Mubarak supuso el fin de un títere político que ya estaba más que amortizado por el binomio EEUU-Israel. Líder granítico y apuntalado por los fuertes intereses de Washington en la zona, que oportuna y vilmente, no dudó un ápice a la hora de alabar las revueltas de aquella elucubración bautizada como primavera árabe. ¿Doctrina más que motivo?: la esperanza de colocar un nuevo Mubarak que les asegurarse otros treinta años de paz en el Sinaí.
Morsi, presidente legítimo, no lo olvidemos, está respaldado por los Hermanos musulmanes. Alternancia “política” que son cualquier cosa menos una opción aceptable en base a que ya desde su nacimiento a inicios del siglo pasado, dejaron claro que su discurso no va más allá del Corán y la Sunna como fuente de ordenación civil. ¿Dejar el Don del Nilo en manos de una teocracia es un riesgo? Sí, pues entre muchas variables, supone desestabilizar el flanco sur de Israel y este no se va a andar con chiquitas ya que le va la vida en ello; y no, si la cúpula [de la teocracia] es atraída bajo el decálogo de la estabilidad; haciéndole ver su importancia regional y dándole protagonismo en el discurso hacia el mundo árabe. Papel que ya lo copa Arabia Saudí y a la cual no le haría gracia un Egipto convertido en líder espiritual y minarete del seudodiscurso antioccidental. Egipto es un país bisagra entre occidente y el complejo damero que es Oriente medio. Una olla a presión donde progreso e islamismo conviven en un amplio abanico de niveles. Y lo cierto es que toda esta intriga de intereses ocultos se sintetiza con la vital importancia del Canal de Suez para la economía mundial.