La dirigente opositora tunecina Chaima Issa, figura destacada del Frente de Salvación Nacional, fue detenida el sábado 29 de noviembre mientras participaba en una manifestación en defensa de las libertades en el centro de Túnez. Algunos testigos relataron que agentes vestidos de civil la sacaron rápidamente de la multitud, lo que generó consternación entre los asistentes y encendió las críticas contra el creciente clima de represión. La detención se produjo un día después de que un tribunal de apelación impusiera duras penas, de hasta 45 años de prisión, a varios opositores, empresarios y abogados acusados de conspirar contra el presidente Kais Saied. El fallo fue interpretado por organizaciones y activistas como una muestra más del giro autoritario iniciado tras la concentración de poderes por parte del presidente en 2021.
Minutos antes de ser arrestada, Issa había instado a los distintos sectores de la oposición a dejar de lado sus diferencias y a intensificar las protestas. “Me arrestarán en breve”, advirtió ante los manifestantes, al tiempo que los llamó a no resignarse frente a lo que describió como una deriva tiránica.
No es la primera vez que la activista enfrenta acciones judiciales. En 2023 fue procesada por un tribunal militar y terminó condenada por cargos como “insultar al jefe de Estado” y “difundir rumores”, pena que luego fue reducida en apelación. Su nueva detención reaviva temores de más arrestos en cadena y de un endurecimiento sistemático contra voces disidentes.
Fuentes: Africanews – webdo.tn
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