Las noticias diarias confirman esta constatación. Este imperialismo de US y de Occidente sobre todo, afecta fuertemente a los países en vías de desarrollo y se manifiesta en numerosos síntomas.
La expropiación continua y despiadada de tierras y de los recursos naturales y minerales de África, por parte de los gobiernos poderosos y multinacionales, constituye la forma más cruel de imperialismo y de empobrecimiento de los pueblos africanos.
La demagogia político-económica de US y Occidente sobre: la libertad, derechos humanos, democracia y beneficios del sistema capitalista, no la cree ya nadie entre los líderes y pueblos africanos. Han visto a muchos lobos vestidos con piel de oveja.
Tanto los que defienden el capitalismo como los que lo promueven el socialismo político actual, todos van buscando el mismo objetivo fundamental: sus propios intereses de sistema o partido. Solo les interesa: su poder y control de recursos, todo lo demás es pura retórica. Por los frutos, los conoceréis.
Sus intervenciones militares por el mundo, desde Afganistán hasta Libia, Mali, Somalia, R.D.del Congo, Sudan, etc. muestran también sus propios intereses de poder y recursos.
El discurso sobre colaboración con los países en vías de desarrollo, y sobre su apoyo a la democracia, es desvergonzado y presuntuoso.
La reciente alarma y escándalo que ha provocado el espionaje de US sobre sus aliados de Europa, has sido como la gota que colma el vaso.
Las revelaciones del ex trabajador de la CIA, Snowden, son particularmente alarmantes. La credibilidad de los “gobiernos que se presentaban como modelo” ante el mundo, ha desaparecido del horizonte. La confianza mutua se ha derrumbado.
Ya lo decían nuestros padres: “antes se coge al mentiroso que al cojo”. Esta pérdida de confianza mutua, entre políticos, financieros y la sociedad, no puede beneficiar a nadie.
Otro ejemplo de imperialismo, según las manifestaciones masivas en las grandes ciudades de Egipto, parece ser: el gobierno de Morsi y de los Hermanos Musulmanes. Llegó con piel de oveja, pero el pueblo parece haber descubierto otro lobo rapaz o un estandarte de los poderes en retaguardia. Han recogido ya 22 millones de firmas para pedir al Presidente nuevas elecciones, justo al año de su elección.
La esperanza está siempre con el pueblo cada día mejor informado y educado. Este espíritu y compromiso por una liberación real de un pueblo, de todo imperialismo venga de donde venga, constituye para mí la mejor garantía de que nos podemos liberar de toda esclavitud.
