A pesar del inmenso potencial humano, cultural y natural de África, y aunque exista un crecimiento económico del 5.1% en el África subsahariana, más del 50% de los africanos viven bajo el umbral de la pobreza.
Los recursos humanos, técnicos y naturales existen para que todos los pueblos africanos puedan vivir en dignidad. Para encontrar pues las causas más importantes de este empobrecimiento de África, debemos mirar a la gestión de los lideres y al sistema económico.
Como lo denuncia Manos Unidas también, el crecimiento económico de África solo beneficia a unos pocos y no repercute en el bienestar de las poblaciones.
Hemos argumentado en varios artículos que las dos causas más relevantes de este empobrecimiento en África, son: la mala gestión (interna y externa), y el sistema capitalista.
Ahora nos fijamos en el sistema capitalista que ha contaminado todos los partidos políticos y toda la economía global.
El mismo Papa Francisco, con su característica claridad, sigue afirmando, que “La crisis es resultado del capitalismo salvaje”.
No podemos mitigar esta afirmación tan fuerte. El mismo crecimiento económico no soluciona nada, porque el sistema es “objetivamente inhumano” y opera dentro del “capitalismo salvaje”.
Por tanto este sistema capitalista es esencialmente “diabólico” porque destruye la dignidad del ser humano, y solo busca el lucro de unos pocos, a costa de la mayoría.
Un capitalismo salvaje solo sigue la lógica del lucro a cualquier coste y nada cuenta la dignidad humana y el bienestar social. En este sistema no existe la solidaridad ni la gratuidad.
No es cuestión de una mala gestión del sistema, sino de la maldad intrínseca del mismo sistema. Según el Papa Francisco, el “capitalismo es perverso”, es un sistema perverso de organización social.
Además de la egoísta gestión de muchos líderes sociales, esta crisis tan global depende de la lógica propia del sistema capitalista que causa la destrucción generalizada.
Se puede afirmar que el capitalismo que reina entre todos los políticos y economistas, es hoy el mayor crimen que se está cometiendo contra la humanidad.
Seguirá el empobrecimiento de la mayoría, sobre todo en los países en vías de desarrollo, continuará la inseguridad alimentaria, la expropiación de recursos, la gobernanza egoísta, el tráfico de personas, en paro, los desahucios…porque el ser humano realmente no cuenta.
Se trata de un cambio de paradigma, de un cambio substancial, de un cambio de mentalidad y de una nueva visión sobre la vida humana y social.
Este sistema capitalista esclaviza siempre a la inmensa mayoría. Si no llegamos a liberarnos del yugo de esta esclavitud tan cruel, seguiremos siendo esclavos.
Hasta cuando esperaremos a deshacernos de semejante opresión, para elegir líderes más íntegros y para crear estructuras más éticas y justas, como se van creando en algunos países.
Constatamos en la historia como la auténtica liberación nace siempre de los propios “presos”.
¿Cuándo nos despertaremos y organizaremos para liberarnos de este sistema esclavista y global?.
