Mañana día 26 de mayo, el Gobierno de Guinea Ecuatorial organiza elecciones municipales, a diputados y al Senado. La larga experiencia que se tiene del Presidente de Guinea Ecuatorial es que nunca ha tenido voluntad de organizar elecciones transparentes. Todos lo sabemos y todos los rasgos habituales de fraude se han concentrado en la preparación de estas.
Como desde hace veinte años, el aparato electoral nacional sigue enteramente monopolizado por el partido del Presidente Obiang en el poder desde 34 años. El censo electoral se ha hecho unilateralmente, de forma opaca y no se ha expuesto al público para su verificación como exige la ley. El régimen ha rechazado el apoyo que le han brindado algunos países amigos en materia de organización y observación electoral. La oposición no dispone de espacio alguno en los medios nacionales, en contra de lo que disponen los acuerdos políticos “consensuados”. La represión y el hostigamiento a la oposición se han intensificado en plena campaña electoral. Todo esto, CPDS preveía que ocurriese.
Presentarse a unas elecciones en las que se vota a los candidatos sin proclamar ni exponer sus candidaturas, como lo hace el partido del Presidente Obiang, pero exigiendo a los demás partidos hacerlo, es un abuso de poder y una grave violación de la Ley electoral y la propia Constitución que, sin embargo, le deja totalmente indiferente al Presidente Obiang.
Pero el colmo es cuando, a cuatro días de los comicios, el Presidente de la Junta Electoral Nacional informa que para las tres elecciones solo se utilizará una sola papeleta de voto y, por consiguiente, una sola urna. Es decir que las elecciones a concejales, a diputados y a senadores se funden en una sola. Aparte de que el formato de la papeleta de voto ha sido unilateralmente diseñado por Presidente de la Junta, este hecho supone una limitación absoluta de la libertad de elegir a un candidato al imponer la elección de un partido y no la de un candidato. El votante se ve obligado a votar a todos los candidatos del mismo partido aun cuando hubiera deseado variar su elección. Con esto, contrariamente a sus declaraciones ante el mundo internacional, el régimen confirma de antemano que las elecciones del 26 de mayo no pueden ser consideradas como unas elecciones libres ya que el votante está condicionado a la hora de elegir.
Ante la opinión pública nacional e internacional, CPDS denuncia, condena vigorosamente y expresa su total desacuerdo con este nuevo formato de votación inventado por el régimen, susceptible de generar graves desórdenes en la población.
En estas condiciones, se puede predecir con absoluta seguridad que las elecciones del próximo 26 de mayo van a ser peores que sus habituales pantomimas y pucherazos. Para darle un mínimo de credibilidad, a petición de CPDS, el Gobierno hubiera debido hacer prueba de sagacidad modificando estas inaceptables condiciones de voto. El Presidente Obiang, su Gobierno y su partido se hacen responsables de las consecuencias que pudieran resultar de esta situación.
