Desde 1962, cuando Uganda consiguió su independencia, el país nunca ha gozado de una paz “positiva”. Esto se puede aplicar a otros países africanos también.
Se habla, en los estudios de Justicia y Paz, de “paz negativa y positiva”. Por “paz negativa” queremos decir la ausencia de guerra y violencia. Por “paz positiva” entendemos el bienestar integral de todos los ciudadanos.
Los Medios de Comunicación, en muchos países africanos, encuentran cada ida innumerables ejemplos de corrupción. ¿Cómo podemos traficar con miles de millones, a favor de una minoría, cuando la gran mayoría del país vive en condiciones inhumanas?
En el libro: ¿“what is Africa´s problem”? escrito por el presidente Museveni, él mismo prometía que se proponía acabar con la corrupción. ¡Qué pronto se olvidan las promesas electorales!
Todavía peor, los oficiales corruptos actúan con casi total impunidad.
La ayuda de 12 estados europeos se ha secado hasta 2015, para Uganda al menos.
Los que pagan los platos rotos, son como de costumbre, la gran mayoría pobre que ahora ya no reciben ni vacuna para sus bebes.
En la región de Lango, norte de Uganda, los jefes tribales han pedido que se lleve a la horca, a los oficiales corruptos, como medida disuasoria!
Esto denota la desesperación de la población, porque los nuevos jefes son aún peores que sus antecesores.
¿Cuál es el problema de África?
En su análisis, la profesora Evelyn Namakula, bien conocida en Uganda Martyrs University, afirma que:
“Mientras no consigamos una gobernanza política que sea ética, Uganda, y otros países, no conocerá una paz positiva. La responsabilidad de sanear todo el sistema, es de cada ciudadano-a del país. Sin ciudadanos-as auténticos y sin lideres íntegros en todas las instituciones, Uganda no podrá conocer un desarrollo integral y sostenible”.
Y añade: “Es importante que todos los jóvenes se eduquen en los valores auténticos y se preocupen del bienestar de los demás. Lo que necesita Uganda, y otros países, es lideres éticos que sean responsables y promuevan la justicia social, reconciliación y paz sostenible, incluyendo a toda raza, cultura y religión.”
Esta medicina de la profesora Namakula, para los países africanos, ¡qué bien nos vendría a todos los países europeos y mundiales!
La responsabilidad de sanear todo el sistema es de todos-as y cada uno de los ciudadanos-as.
Este saneamiento radical de todo el sistema capitalista es más posible hoy que antes, porque estamos mejor formados y conectados.
Solo nos faltaba hasta ahora, la motivación y la colaboración necesarias, y estas ya se van haciendo realidad.
