Ugawood: La industria de cine incipiente en Uganda, por Sebastián Ruiz Cabrera

9/05/2013 | Bitácora africana

La todapoderosa industria nigeriana de Nollywood, entre las primeras del mundo, es un claro referente y exponente del mercado en el cine africano, uno de los motivos por lo que la sombra se hace pronunciada en otros puntos del continente. Sin embargo, el panorama cada vez se hace más heterogéneo, o eso parece. Con apenas una producción de 30 películas al año, Ugawood, la industria emergente en Uganda, se hace notar a pesar de que todavía se encuentra en sus primeras etapas. El binomio que se establece, de tipología “gore”, al relacionar Uganda con el general Idi Amín se nos reduce a un pasado sumido en las tinieblas. Opaco. No obstante, el actual marco sociopolítico y cultural invita a reflexionar sobre las nuevas tendencias en el país al que Winston Churchill, uno de los primeros “turistas” occidentales en visitar el país, le pusiera en 1907 el sobrenombre de “la perla de África”.

La próxima cita política en Uganda tendrá lugar en 2016 cuando el actual presidente Musevini cumpla en el poder 27 años. Del otro lado, la esfera cultural busca una mayoría de edad que le ha sido secuestrada desde la independencia del país en la década de los sesenta… Y así lo reconocía en una entrevista para African Screen la ugandesa Caroline Kamya quien dirigiera la laureada Imani (2010), al subrayar que en el país se realizan desde hace unos años y con mucho esfuerzo tres tipos diferentes de filmes: películas de cine dirigidas a una audiencia de cine local e internacional, como la mencionada Imani, Divizionz (2007) o la reciente The Ugandan (2012) nominada a la sección oficial del último FESPACO; los cortometrajes experimentales; y el Ugawood o Kinna-Uganda, que se asemejaría a las películas de Nollywood, grabadas y editadas en una semana. Precisamente, en el año 2005 se producía Lucha de sentimientos dirigida por Hajj Ashraf Ssimwogerere a la que se le atribuye ser la primera película de Ugawood.

Lucha de sentimientos (2005), primera película Ugawood, dirigida por Hajj Ashraf Ssimwogerere.

El término Kinna-Uganda fue acuñado en Uganda y se utiliza con frecuencia para definir películas producidas únicamente por ugandeses, es decir, de cosecha propia; un fenómeno popular, que surge de la tradición establecida del teatro. Los escasos estudios sobre Ugawood subrayan que el crecimiento potencial de Ugawood tendría la virtud de servir como una válvula de expresión de bajo coste para el pueblo ugandés.

Después de El último rey de Escocia (2006), en el que un espléndido Forest Whitaker se hacía con el Óscar al mejor actor por su interpretación en el papel del dictador Idi Amín, el resto de la crítica internacional situó sus lentes en los artistas ugandases que nutren el Ugawood. Bajo la duda de la calidad de unos guiones que recurren a la adopción de tácticas economicistas (lo que implica la creación y la edición de una película en unos días para luego venderlas en las calles) y con unos métodos cinematográficos ambiguos (actores muy mal pagados y producciones que viven en las especificaciones de un video casero de aficionados) es un importante revulsivo para aquellos que no encontraban la manera de unirse a esta industria y de financiar sus propias producciones independientes.

Afortunadamente, los programas como el Laboratorio de Cine Maisha (Maisha Film Lab) están ayudando a crear un futuro más brillante para la industria del cine de Uganda. Maisha que en Kiswahili significa “vida” fue fundado por la directora nominada al Óscar Mira Nair y su objetivo es formar a jóvenes talentos en Kenia, Uganda, Tanzania y Ruanda. Desde su inauguración en 2004, 400 participantes han tomado parte, como guionistas, actores, realizadores y editores.

Los festivales de cine también juegan un papel crucial en Uganda. Desde 2004, el Festival Internacional de Cine de Amakula Kampala se ha convertido en un evento anual. De septiembre a diciembre se centra en la creatividad local e invita a los cineastas a presentar sus trabajos y participar en talleres y seminarios donde les enseñan cómo aprovechar al máximo las grandes ideas con limitados presupuestos. Ugawood no representa los mismos números que Nollywood, Bollywood o Hollywood, pero se presenta como un nuevo foco de inversiones para la creatividad en uno de los países más jóvenes de todo el mundo.

Original en : Wiriko – Artes y culturas africanas

Autor

  • Co-fundador de Wiriko. Doctor en comunicación en África al sur del Sahara (US), Máster en Culturas y Desarrollo en África (URV), Máster en Relaciones Internacionales (UCM) y Licenciado en Periodismo (US). Es Profesor universitario de Relaciones Internacionales, periodismo internacional y cines africanos. Ha realizado documentales en España, Cuba, Senegal, Kenia, Sudán del Sur, Mozambique o RDC. Responsable del área de Formación y de Comunicación y coordinador de la sección de Cine y Audiovisuales del Magacín. Contacto: sebas@wiriko.org sebaprensa@gmail.com.

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