El crecimiento africano no acaba con la pobreza

30/04/2013 | Crónicas y reportajes

Los países africanos que crecen a un ritmo vertiginoso tienen unos índices de crecimiento que son la envidia de los países desarrollados, pero según los economistas, y a pesar del boom de los últimos años, la pobreza sigue haciendo mella a niveles insospechados.

El África subsahariana crecerá este año según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) alrededor del 5.6%, con 18 países superando el 6% de crecimiento anual.

Se espera que el África subsahariana continúe creciendo a un ritmo sostenido durante el período 2013-2014, destacando las economías de grandes recursos naturales y bajos ingresos, que aún así se beneficiarán de una demanda local muy fuerte.

De acuerdo con el Banco Mundial, la inversión extranjera se ha incrementado un 5.5% en la región durante el pasado año, en contra de la 6.6% del resto de los países en desarrollo a nivel mundial.

El índice de inversión en Producto Interior Bruto (PIB) es el más bajo de todas las economías en desarrollo, que el Banco compara con los niveles del auge de los años 60 para China y de la década de los 80 para India, “sugiriendo un incrementado alcance de cara a una mayor expansión económica en productividad y aumento de inversiones”.

La riqueza de África en cuánto a recursos mineros y petrolíferos significa que estos sectores dominan el resto de flujos de inversión, pero las inversiones dedicadas a servicios, también han crecido, como los suministros y canalizaciones de agua, y los proyectos de construcción y energía.

Los países con clases medias emergentes, como Nigeria, Sudáfrica, Ghana y Kenia, están generando también inversiones directas en áreas relacionadas con el consumo. El gasto de los consumidores genera más del 60% del PIB de África, tal y como lo ha recalcado recientemente un informe de McKinsey, indicando que los africanos gastan más de media en comida y ropa que los brasileños, los chinos e indios.

Sectores como telecomunicaciones, banca y distribución están floreciendo, junto con un sector de la construcción en claro auge, y una afluencia de inversión privada que va aumentando progresivamente.

El continente de los pobres no remonta la ola

“Más de una década de fuerte crecimiento ha reducido la pobreza en el África subsahariana pero no lo suficiente”, ha declarado el Banco Mundial la pasada semana. El crecimiento ha sido menor que la reducción de la pobreza en cualquier otra parte del mundo; y al margen del rápido crecimiento de los países ricos en recursos naturales, los niveles de pobreza cayeron muy lentamente.

Más de un tercio de la pobreza extrema total mundial se concentra en el África subsahariana, y es todavía la única región del mundo dónde el número de pobres creció de “manera incesante y dramática” entre 1981 y 2010, de acuerdo con un reciente comunicado del Banco Mundial.

“El índice de pobreza no disminuye al mismo nivel que aumenta el índice de crecimiento”, declara Soren Ambrose, economista del Grupo contra la Pobreza de la organización ActionAid de Nairobi.

«Las compañías mineras reciben atractivos acuerdos: estas compañías llegan y hacen sus negocios como resultado de unos índices de crecimiento en alza. Pero no dejan mucho, lo que revierte en el país no es mucho.»

Este año, sólo dos economías regionales, Swazilandia y la rica en petróleo Guinea Ecuatorial, se contraerán. La locomotora sudafricana lucha por despegar, con unas previsiones de crecimiento de tan sólo el 2.8%.

Para el próximo año, el FMI predice que el crecimiento en la región será del 6.1%, gracias sobre todo al resurgimiento de Sudáfrica. El Banco Mundial por su parte predice un incremento de precios en los productos y un gasto local que asegurará en la región un crecimiento más rápido y continuado.

Jean Liou,

Sapa-AFP

(Business Day, Sudáfrica)

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