46 ONG congoleñas importantes saludan el acuerdo-marco para la paz, la seguridad y la cooperación, pero hacen un llamamiento en pro de acciones complementarias para que la paz se haga realidad

25/02/2013 | Crónicas y reportajes

Los grupos consideran que el acuerdo no es suficiente y proponen medidas concretas que deberían adoptarse.

Reiteran su petición a la ONU, a los EEUU, a la UE, de que nombren Enviados especiales y aumente la implicación regional.

Un grupo de ONG congoleñas e internacionales muy conocidas ha realizado un llamamiento a los países de la región de los Grandes Lagos y a los socios internacionales para que se garantice que el acuerdo-marco en pro de la paz, seguridad y cooperación firmado en Addis-Abeba reciba el apoyo político necesario a fin de poner término a la guerra en el este de la RDC.

En un documento de orientación publicado el día 24 de febrero, los grupos han expresado su acogida favorable al acuerdo-marco como una ocasión de instaurar un nuevo tipo de compromiso decisivo en un conflicto que dura desde hace dos decenios y ha devastado la vida de millones de congoleños.

Sin embargo, sugieren al mismo tiempo que el acuerdo será vano si no se adoptan medidas específicas suplementarias, concretamente el nombramiento de una antiguo jefe de Estado en calidad de Enviado especial de las Naciones Unidas que sirva de mediador en el ámbito nacional y regional; la integración de la sociedad civil congoleña y de los principales socios donantes bilaterales y multilaterales de Kinshasa en el mecanismo de vigilancia nacional; la introducción de una política de condicionalidad basada en criterios claros y convenidos y en una colaboración verdadera entre el gobierno, los donantes y la sociedad civil.

Los grupos exigen igualmente la creación de un fondo por parte de la comunidad internacional con el fin de apoyar los proyectos de integración económica regional que ponga el acento en las ventajas de la estabilidad regional, la introducción de medidas positivas que los países vecinos deben adoptar para demostrar su compromiso a favor de la finalización del conflicto, de negociaciones realistas con los grupos armados para evitar la impunidad judicial que ha caracterizado los pasados acuerdos, y un compromiso significativo de los donantes para favorecer la desmovilización de los soldados rebeldes y la integración económica regional.

“Necesitamos un nuevo enfoque, un proceso de paz basado en los principios de justicia”, declara Raphaël Wakenge, coordinador de la iniciativa congoleña para la justicia y la paz (ICIP). “Los acuerdos de paz precedentes han cerrado los ojos frecuentemente sobre la impunidad, permitiendo a los criminales de guerra que fueran integrados en los servicios del ejército, de la policía o de la seguridad. Ello ha comprometido la legitimidad del proceso de paz y la reputación de los servicios de seguridad, incluido el sistema judicial”.

El acuerdo-marco se basa en dos puntos principales: poner fin al apoyo extranjero a los movimientos de rebelión congoleña y favorecer la reforma global de las instituciones estatales tales como los sectores del ejército nacional, la policía y la justicia. Los grupos han hecho un llamamiento a los facilitadores y a los once Estados firmantes del acuerdo-marco a que queden garantizados los criterios claros para que se alcancen esos objetivos. Sugieren además a los donantes que subordinen sus ayudas a los avances en el proceso de paz.

“El acuerdo-marco significa una promesa importante hecha al pueblo congoleño, pero los procesos de paz anteriores han fracasado por falta de transparencia, de compromiso internacional y por la ausencia de un proceso global”, explica Federico Borillo, director para la región de los Grandes Lagos en Humanity United. “Esta vez, es imperativo atacar de una vez por todas los problemas profundos del Congo que son la impunidad, la interferencia regional y la debilidad del Estado. Sin eso, pasaremos al lado de nuestra mejor oportunidad de paz”.

Además, los grupos han exhortado a la comunidad internacional a que dé pruebas de un apoyo constante que vaya más allá del enfoque tecnocrático de los últimos años. Además de la solicitud de un Enviado especial de las Naciones Unidas, los grupos han hecho un llamamiento a los EEUU, UE, para que nombren Enviados especiales para apoyar el proceso y han pedido a la Unión Africana, a la Conferencia Internacional de la región de los Grandes Lagos (CIRGL) y a la Comunidad de Desarrollo del África Austral, SADC, que sigan aportando su apoyo al proceso. Han preconizado también la organización de una conferencia de donantes para liberar los recursos necesarios a fin de promover la colaboración económica transfronteriza y la reforma en profundidad de las instituciones congoleñas.

“No ha habido un sólido proceso de paz en el Congo desde 2006 a pesar de la escalada de la violencia que conocemos desde entonces”, precisa Jason Stearns, director del proyecto Usalama para el Rift Valley Institute. “El acuerdo-marco aporta la esperanza, pero exige un capital político y financiero considerable para que se superen los intereses muy enraizados”.

Los grupos:

Action Aid, Action des Chrétiens pour l’Abolition de la Torture (ACAT), Action Humanitaire et de Développement Intégral (AHDI), Action pour la Paix et la Concorde (APC), Africa Faith and Justice Network, Association Africaine de Défense des Droits de l’Homme (ASADHO), Association pour le Développement des Initiatives Paysannes (ASSODIP asbl), Atma Foundation, Bureau d’Etude et d’Accompagnement des Relations Internationales en RDC (BEARIC), Centre des Etudes et de Formation Populaire pour les Droits de l’Homme CEFOP/DH, Centre pour la Paix et les Droits de l’Homme- Peace and Human Rights Center (CPDH – PHRC), Christian Aid, Collectif des Organisations des Droits Humains et de la Démocratie au Congo (CDHD), Comité des Observateurs des Droits de l’Homme (CODHO), Conciliation Resources, CordAid, Danish Refugee Council, Dynamique Synergie des Femmes, Enough Project, Eurac, Falling Whistles, Fonds pour les Femmes Congolaises (FFC), Forum de la Femme Ménagère (FORFEM), Groupe Justice et Libération, Humanity United, IFDP, International Refugee Rights Initiative, Invisible Children, Institute for Security Studies (ISS), Jesuit Refugee Service, Jewish World Watch, Justice Plus, Ligue des Electeurs (L.E), Ligue pour la Cohabitation Pacifique et de Prévention des Conflits (LCPC), MDF, Norwegian Refugee Council, Réseau pour la Réforme du Secteur de Sécurité et de Justice (RRSSJ), Resolve, SERACOB, Société Civile du Territoire de Nyiragongo et le point focal du COJESKI Nyiragongo, Solidarité Féminine pour la Paix et le Développement Intégral (Sofepadi), Solidarité pour la Promotion sociale et la Paix (SOPROP), The Global Centre for Responsibility to Protect, Union des Jeunes Congolais pour la Paix et le Developpement Intégral (UJCPDI), Voix des sans Voix (VSV), Youth Program for the Development of Africa (YPDA)

Un ejemplar de las recomendaciones de los grupos está disponible en la dirección: http://humanityunited.org/drcf/A_Comprehensive_Approach_FINAL_v5.pdf

Nina Blackwell | Humanity United

Jonathan Hutson | Enough Project

Para más amplia información, contactar:

Jason Stearns | Rift Valley Institute

English | Français | Swahili

jasonkstearns@yahoo.com

+254 787899568

(Goma/Washington/Kinshasa, 24 de febrero de 2013)

Traducción de la versión francesa: Ramón Arozarena.

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