YO, JUAN RAMÓN TOMÁS NSÉ ÁVILA ESONO LAUREL EBALÉ, por Nse Ramón

19/02/2013 | Bitácora africana

Tras 2 años fuera de Guinea, tras muchos meses de actividades, intercambios y reflexiones, y tras varios días de reflexionarlo, vuelvo a ella, a Guinea, para compartir con los de ahí parte de lo que supone este sentimiento por un sitio que muchos llevamos en el corazón y que se merece nuestros desvelos inmediatos.

Muchas gracias a todas, a todos. Gracias a todos los administradores de este sitio, Apoyo a Juan Tomás Ávila Laurel – gracias a los que han estado siempre pendiente, espero mandar una crónica desde la capital de las tierras guineanas.

Yo, Juan Tomás Ávila Laurel

Cuando Juan Tomás Ávila Laurel se declaró en Huelga de Hambre, muchos fueron los que quisieron sacar tajada política de ello. Le mandaron gestos de apoyo. Le hicieron guiños y casi casi le ayudan a que se sienta en el entramado mundo de los intereses «raros». Pero la huelga no encontró en Juan Tomás Ávila Laurel a aquél que se muere por aquellos que no quieren «morir políticamente». Dos años han sido suficientes para que Juan Tomás, ya inmerso en una idea de emprender otro modelo de lucha, recibiera todo tipo de palabrería sobre su vida actual, sus planteamientos y sus pensamientos tan claramente expuestos. Se ha ganado más enemigos entre los que le dijeron «amigo» que amigos entre los que no le conocían bien. Ha perdido mucho cuando sale de Guinea Ecuatorial y se ha desgastado en parte como aquél ingenioso «escribiente» que es. Pero nadie quiso ir más allá de su gesta aquella mañana «Bono». ¡Y mira que era simple de ver!. Juan Tomás ahora ha vuelto a casa. Pero incluso siendo el regreso otro desafió al poder siendo uno individual, la gente tratará de encontrar «fallos» en su valentía humana y no política. Volverán los viejos demonios a decir de que Juan Tomás es un producto de ¿Quién o quiénes?. Volverán a salir con conspiraciones de la Embajada de España y el gobierno de Zapatero. Volverán a vender sus propias carencias usando para ello el increíble nombre (no a la persona, por suerte…) del escritor annobonés. Querrán otra vez que se inmole por ellos. Querrán que la dictadura lo mate para que ellos tengan otra razón mas para fracasar sin darse cuenta de que se fracasa cuando no se es capaz de cambiar de estructura personal y colectiva de lucha.

Cuando Juan Tomás Ávila Laurel se declaró en Huelga de Hambre, el slogan fue: YO TAMBIÉN SOY JUAN TOMÁS.

Cuando ahora decide volver a casa después de dos años manteniendo vivo el espíritu de lucha, yo Nsé Ramón Esono Ebalé usaré el slogan:

YO, JUAN RAMÓN TOMÁS NSÉ ÁVILA ESONO LAUREL EBALÉ. Así se percibe lo que se hace con nobleza y con cierta LOCURA. No importa que otros lo entiendan de manera política. A mi, personalmente, me bastan los pequeños gestos. Esos pequeños gestos que se acumulan y hacen grandes a los que luego los ponen en práctica.

Guinea Ecuatorial vive en dictadura. ¿Es que no lo entiende nadie?

No vamos a magnificar el gesto de Juan Tomás Ávila Laurel de regresar a casa junto a los suyos y dejando atrás a los otros suyos que son muchos y le quieren por igual. No haremos de su retorno el gran comienzo esperado por los expertos en esperas y poco dados a la acción. No queremos endiosar a un annobonés que lo mejor que se le da es escribir lo que piensa, como lo piensa y cuando lo piensa. No buscaremos al héroe en un anti héroes. No viviremos acordándonos de su decisión de pasar hambre o de su decisión de no volver a dejar sin comer a su cerebro estando en tierras «extrañas». No queremos que se diga que ha vuelto a casa porque allí parece que le espera un ejército de personas dispuestas a ir de su mano hasta quemar las bases de la dictadura. Pasa que ha vuelto a su casa porque en su CV no está registrado delito penal alguno. Juan Tomás Ávila Laurel ha regresado a su casa porque jamás sufrió un desahucio. Y ahí le tienen. En Malabo. Rodeado de su gente y esperando que las cosas se digan para que él diga si debe dejar que se digan, o mejor, decir de que «él tiene algo que decir sobre lo dicho».

Hace poco menos de dos años, el prolífico escritor escribió un mail a todos sus contactos para comunicarles de que José Bono, ese «demócrata» ahora consultor de un bufete de abogados de prestigio, se iba a Guinea Ecuatorial para ver cosas que nos unen en donde todos ven las que nos separan. La carta alcanzó a la gente que sabe de que escribir «Huelga de Hambre» para denunciar una cosa, significa de que uno quiere exponer su vida ante el ogro, y al mismo tiempo ponerla en natural peligro. Los que entendimos de que era un primer paso para lo que vendría después si todos arrimábamos el hombro sin fisuras, supimos lo que se tenía que hacer y lo seguimos haciendo: No les hemos dejado tratar la Huelga de Hambre de Juan Tomás Ávila Laurel como lo han querido vender. Les hemos dejado claro de que lo nuestro era APOYO a un comienzo. No a un final. Y el tiempo nos dará la razón. Juan Tomás Ávila Laurel fue abandonado por sus colegas dentro del país. Gente que murmuró en las esquinas cosas con lagunas intelectuales dadas las circunstancias socio políticas con las que debemos lidiar los hijos de ecua. Y casi le queman, algunos amigos incluidos, cuando decide romper su huelga y tratar de continuarla en España. Sí, en aquella maldita España en donde la dictadura les cuenta a sus aduladores de que vienen todas las desgracias del país. Mientras él, claro, sigue recibiendo la visita de José Bono que en su intento de demostrarse listo, invitó a Juan Tomás, en pleno arranque de su huelga de hambre a tomarse unas pastas en el centro cultural en donde le homenajearon la imbecilidad. Pero nosotros no vimos en el gesto de Juan Tomás algo sencillo. Vimos la primera LOCURA que luego nos abrió la puerta a pillar más locuras hasta que ya hoy podemos decir de que nuestra LOCURA tiene marca registrada y está logrando indignar a muchos jóvenes en todas las capas sociales del país. Ese es el primero de los logros que so consiguen cuando alguien, de manera individual, decide que su vida es responsabilidad suya. Y que si se solo se vive una vez, que esa vez tenga su parte digna…

Juan Tomás creció y se hizo adulto entre las dos dictaduras. Despidió al blanco colono en el 68… Él, solo buscaba que su unica vida tuviese la parte «vivirla dignamente». Y ahora está otra vez en Guinea Ecuatorial, en dictadura obsoleta desde hace 45 años. Ha vuelto a casa. Está en casa. No es un opositor político militante de partido de la oposición alguno. No es un gurú de la lucha democrática. No es el mejor en esto de tener cojones y enfrentarse al dictador. Juan Tomás Ávila Laurel es simplemente uno que sabe que «sólo se vive una vez». Y él ha decidido VIVIR.

Y vivirá en casa como todos nosotros que hemos visto en sus gestos de estos dos años la verdadera idea de hacer un país mejor: Dilo en su cara al dictador, y luego plántate ante sus narices y que vea que si es para matarlo, que sea que mata a un hombre libre de tomar decisiones por su vida. Vivirá en casa porque nadie le podrá decir de que «al menos no intentó seguir viviendo». La gente joven nos ha escrito a la redacción entre el miedo a que le hagan algo grave y el enorme sentimiento de saber de que hay gestos que hacen que la juventud se lo replantee. Nuestra respuesta ha sido sencilla: No hay dictadura que por bien no se vaya. Se trata de verlo de una forma responsable y no arriesgada. Una amiga mía me respondió a la pregunta de si ella podía regresar a Guinea Ecuatorial con todo lo que está escrito sobre su noble frente. Ella respondió, «La cuestión no es si puedo o no puedo ir. La cuestión es ¿Debo ir?». Pues eso, ¿Debería estar Juan Tomás ahora mismo en Guinea Ecuatorial?. La respuesta para la juventud de Guinea Ecuatorial es SÍ. Y lo es por una cosa que vamos a tratar de explicarles para que vean que una dictadura no tiene escapatoria cuando en frente tiene a hombres con cojones, y mujeres con cerebro. Los cojones para el griterío. El cerebro para organizar mejor el griterío.

Miren jóvenes guineanos tanto dentro como fuera dl territorio nacional. En realidad Juan Tomás Ávila Laurel no debió de haber regresado a casa. Su vida ahora mismo está bajo la atenta mirada de «propios» y » extraños». Sus movimientos serán vigilados. Sus gestos calculados. El blanco con el que hable será sospechoso. El negro que se le acerque será lupado. Comerá pensando en si debe hacerlo o no. Beberá tratando de que no sea lo último que bebe. Escribirá como sabe, pero sabrá de que lo leen ahora más que hace dos años los que usan los libros para limpiarse el culo. Tiene detractores de nivel. La mayoría serán aquellos que quieran despreciar sus gestas nobles y que les duele no tener otra cosa mas que la palabra «ESCATOLÓGICO» para definir algo con humor e inteligencia. Tiene también seguidores. Pero esos seguidores sólo serán visibles cuando algo mucho más gordo que un simple retorno a casa se vea y se sienta en el interior del país. Juan Tomás ha regresado a la boca del lobo. Pasa que el lobo ya no es tan tonto. No, el lobo ahora sabe de que sus dientes afilados ya no pueden servirle para el mordisco. Sólo debe cerrar la boca para disimular un mordisco. Pues eso, queridos jóvenes de Guinea Ecuatorial, nuestro escritor annobonés ha regresado pensando en que ustedes van a aprender una vez mas de que se puede hacer algo que a la dictadura le deje con dos opciones: JODERLO TODO o DEJAR QUE SE JODA TODO.

Explicamos:

JODERLO TODO

Se trata de que el régimen es tan dictatorial que su mayor enfermedad es haberse pasado muchos años colocando a gente ignorante en puestos que requerían un poco de sentido de responsabilidad y habilidad a la hora de actuar ante un pueblo. Esa gente, y bien apoyada por la propia estructura central del régimen, no puede entender algo simple como que la cosa se les va de las manos por culpa de ellos mismos con sus maneras y sus formas de «dueños de las vidas de otros». Pues bien. Ahora tienen una nueva oportunidad de demostrarnos lo brutos que son. Tienen en casa a un tipo que sin militar en partido político alguno, les ha montado una huelga de hambre, luego ha estado dos años escribiendo las verdades como puños contra ellos, y ahora ha regresado a casa y está tranquilamente relajado. ¿Qué significa eso? Pues significa de que no les tiene miedo alguno. Y si hay una cosa que el régimen no quiere que se de ahora, es de que los guineanos, sobre todo los jóvenes, empiecen a tener esas ideas de libertad. Sobre todo siendo que es ya hasta en sus narices dictatoriales donde alguien viene a practicar una democracia sin ensayos y contagiosa. Ellos, van a planear cosas para eliminarlo. No tienen otra en su formato dictadura. Buscarán a alguien sin muchos sesos para que haga como si fuese un accidente. A lo mejor suene a tontería, pero si cabe, lean a Don Ponciano Mbomio en Radio Macuto y verán con quién Juan Tomás ha decidido jugar a ser valiente. El régimen sabe de que si no actúa ahora, entonces estará obligado a jugar limpio ya que tras de Juan Tomás van otros que ya creen de que esto ya no se puede seguir aguantando, y que al no ser de políticas opositoras claras, son más independientes y por lo tanto peligrosos para los intereses que ellos quieren conservar a nuestra costa. Y como son una dictadura, y si no que demuestren lo contrario, pondrán en constante peligro la vida de Juan Tomás Ávila Laurel. Eso, que lo de ellos es joderlo todo.

DEJAR QUE SE JODA TODO

Es la parte más «democrática» para una dictadura que quiere dar una falsa imagen de tolerancia. Al igual que se aprovechan del escaño sin caño del CPDS, o de la presencia de Bacale y los partidillos políticos que les ríen las gracias, querrán aprovecharse de la presencia de Juan Tomás para lanzar un mensaje al mundo de que ya están en el formato dialogante y fuera ensayos democráticos. Y he ahí una de las pruebas que esperan los que vamos a ir de manera escalonada regresando a casa para estar ante ellos como ahora lo está Juan Tomás y decirles que nos maten si quieren, pero que se vayan a otra parte con su jodienda. La dictadura deberá demostrar de que es capaz de soportar a uno, a dos, a tres, a cuatro y muchos mas en un formato de debate entre otras cosas. Podría incluso invitar a Juan Tomás a unas tertulias televisivas para maquillarse mejor (Don Agustín Nze Nfumu debería saberlo…). Pero Juan es experto en hablar con el coco, y no hay periodista adulador de las cadenas nacionales que le aguante 2 minutos. Sabría hacer llegar más rápido el mensaje y revolucionar así a los jóvenes que están agazapados a la espera de que el Día D se haga efectivo. Una cosa sí es verdad, a Juan Tomás le interrogarán en privado. Pero él nos lo dirá y nosotros lo informaremos para ustedes. Y es que será el principio para que se joda todo lo que ellos han construido en estos 45 años de agonía dictatorial en todos los niveles. No podrían tocar a Juan Tomás ni un pelo. Y tampoco tendrán tiempo de debilitarlo ya que cualquier cosa que hagan y que no sea respetar su integridad física y mental, será perfectamente divulgado en el mundo a la velocidad del rayo. Dicho de otra manera, si ellos juegan a ser demócratas, otros jugaremos a ser los que les enseñen cómo hacer para sea una democracia lo que pintan ellos de ensayo. Eso será dejar que se joda todo. Juan Tomás campará a sus anchas y el pueblo, los jóvenes del pueblo lo verán y dirán: «Jooder, ahora si que ya se que nuestro país ya está cambiando». Y con eso, poco a poco, la dictadura irá dejando que entren en casa los que sabrán como manejar a toda esa masa juvenil que no puede seguir viviendo del modelo que nos les deja ser creativos, pero sí esclavos de los faltos de creatividad. Y es que la dictadura no tiene otra… Debe dejar que se joda todo.

A la dictadura le dolerá mucho no saber qué hacer. O saber de que existen todavía sus viejos métodos de cegar vidas que contenían ideas para tratar de frenar los que sucederá en breve. Saben que les toca ahora enfrentarse a una realidad que ya ha tardado en llegar. Pero ya está aquí. Cuando en los 90 regresaron a casa los Severo Moto y los Andrés Moisés Mba Ada, la dictadura sintió que la cosa se le podía haber ido de las manos. Lo que hizo fue muy inteligente si nos basamos en la inteligencia a niveles de malicia y ambición. Sembró la cizaña en los partidos políticos que al final tuvieron que caer ya que a lo mejor pensaron el poder antes de pensar en sus propios sentimientos individuales. Además, era cuando el petróleo estaba recién descubierto, y a la comunidad internacional no le hacía mucha falta un cambio de régimen para pasar a la democracia ya que es más fácil que occidente saquee un país africano gobernado por irresponsables de mano dura, a que tenga controlado un país serio como España en donde lo mires por donde lo mires, es el electorado quien se equivoca y el que decide que las equivocaciones luego se corrigen (PSOE, PP, PSOE, PP, por ejemplo…). Pero ahora las tornas parece que van a cambiar. Se trata de que ahora el petróleo, por ejemplo, ya ha sido extensamente explotado. Y como se están registrando movimientos de otro tipo de «POC», se necesita no salir muy pringados de toda la mierda que provocaría un dictador de esas características contra los que salgan a decirle cuatro verdades. Ya tampoco parece que sean las mismas personas que una vez a lo mejor fallaron en algo porque el régimen supo ser más listo. Se trata de gente joven que se está organizando de manera tal que parece que no puedes pillarlos al usar las redes sociales para pasar el mensaje. Si hubiese a estas alturas una organización de calibre, seguro que un traidor ya habría informado a la dictadura. Pero no puede haber traidor, de momento, porque no sabría decir que sabe con exactitud los 10 0 12 personas que hacen lo que se debe de hacer. Así que el régimen no tiene por donde pillar la cosa, y se limitará a vigilar al único que arrancó con todo esto, o a los que se muevan cerca de él en el país.

Pero ni con esas podrán parar la enorme avalancha que se les echará encima en breve. Les saldrán pequeños por todos lados. Incluso en casa. En un principio se dedicarán a asustar a los más vistosos, torturar a los más envalentonados y amenazar a los más inaccesibles. Pero no dará para desanimarlos, sino que aumentarán en número.

Es que hay una verdad que no se puede ocultar. Y es verdad dice de que las dictaduras jamás duran lo que dura la valentía de un solo hombre. Que no peleen contra el viento, no. Que se dejen invadir por la sinceridad de los hijos del país y sus amigos. Que se dejen aconsejar sobre como hacer una retirada digna. Que se predispongan a esquivar esa guerra civil que venden como si fuesen otros los que tiene armas. Que se tranquilicen y hablen de sus logros con un tono sencillo que trate de convencernos. Que se pongan a reflexionar sobre el hecho de que si antes no permitían estos gestos, ahora los deben de permitir porque deben reciclarse o meter en serios apuros sus logros. Que disfruten de lo que ya tienen. Que no maten al mensajero. Que no se engorilen, ECOFAC ya no tiene garantías. Que no lloren, nadie les pegará. Que no se pongan tan serios, hay cosas que se toman con mucho humor y hacen historia. Que no se apresuren a relajarse. Esto no ha hecho más que empezar. Esto no tiene marcha atrás. Esto les superará según usen lo poco que les queda de cerebro. Y no son tontos. Así que no actúen como tal. Que sepan de que matar no será jamás solución alguna. Que sepan de que proteger a los hijos de Guinea Ecuatorial es una tarea que se hace logrando que todos se sientan hijos de Guinea Ecuatorial. Que no hay marcha atrás. Escalonadamente nosotros hemos lanzado nuestra propuesta con valentía. Hemos lanzado en espíritu a un valiente. Dependerá de cómo tratan a ese valiente para que el mundo entero sepa de que si ellos ganaron siempre con un 99,99% de los votos, ese poco que no les da el 100% empieza con la presencia de 1 solo ser humano.

Juan Tomás Ávila Laurel, si los planetas se alinean, entonces dinos que estás LOCO.

De momento te diremos nosotros de que cuides de ese cerebro cuerdo por nosotros.

Nos veremos en casa.

Nsé, ANNOBÓN.

MI FRASE DE LA SEMANA: «El ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar»

Autor

  • Nse, Ramón

    Nse Ramón o Ramón Esono Ebalé (alias Jamón y Queso) es un artista guineoecuatoriano nacido en Nkoa-Nen Yebekuan (Mikomeseng-Kie Ntem) en 1977 y residente en Malabo desde 1982. Dibujante e ilustrador autodidacta, compagina su pasión por el dibujo y el cómic con su trabajo de grafista. Actualmente es el grafista titular del Centro Cultural de España en Malabo y como dibujante de cómics ha ganado varios premios y certámenes internacionales como el concurso "Regarde 9", en el Festival Internacional de BD de Angulema (Francia), el premio obtenido en Cocobulles, Costa de Marfil con el trabajo "Le réveil d'Akoyo". Ha expuesto en los Centros Culturales Francés y Español en Malabo y Bata, en el Feshcary (Camerún) y en diversas galerías de Europa, América y Estados Unidos. El artista ha iniciado diferentes proyectos para organismos internacionales que operan en Guinea Ecuatorial realizando carteles e ilustraciones para la campaña de la Unión Africana en fomento de la Juventud y sus Derechos de la Organización de la Unión Africana.

    Participó en ARCO2010 con dos series ácidas y corrosivas sobre las dictaduras y la corrupción

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