La burkinesa ha fundado la Asociación para la Promoción Femenina de Gaoua. Hacer emerger a mujeres luchadoras. Ini Inkouraba Youl Damien se dedica, con la Asociación que ha fundado, a la promoción femenina de Gaoua (APFG). Educadora en el alma, transmite sus convicciones a sus cofrades más desfavorecidas. Recibió el premio Harubuntu 2010.
Ini Inkouraba Youl, esposa de Damien, es una mujer ocupada. No es fácil arrancarle unos segundos, incluso cuando se trata de hablar de su acción en el seno de la Asociación para la promoción femenina de Gaoua (APFG), ciudad del Suroeste de Burkina Faso. Felizmente, una de las corazonadas de la edición de 2010 del concurso Harubuntu de los portadores de esperanza y de riquezas ha permitido la ocasión de confiarse un poquito al participar. “Desearía que las mujeres sean líderes, que sean luchadoras”, explica cuando se le pregunta lo que le ha motivado a establecer la APFG en 1992. “Mi enfoque es hacer tomar conciencia a las mujeres despojadas de sus potencialidades y riquezas para permitir una dinámica interna de transformación social”. La APFG lleva varias acciones de sensibilización a través del teatro y de emisiones radiofónicas en las diferentes lenguas del país.
La Asociación organiza también formaciones de leadership y de conocimiento de sí mismo. Iniciadas en el crédito, alfabetizadas, las mujeres administran unidades de producción de jabón a partir del karité, un “ndolo” (bar) y tiendas. “Yo logro, asegura Ini Inkouraba Youl Damien, mejorar la situación de las mujeres en mi región, vencer las resistencias socioculturales pudiendo oponerse a cualquier argumentación”. Como en materia de la lucha contra la ablación. En 1996, Burkina Faso adopta una ley contra la mutilación genital. Legislar así ha permitido reducir del 80% al 40% el número de mujeres mutiladas en la región. La APFG trabaja para hacer comprender a las realizadoras de la ablación los peligros de esa práctica. “Con la ley, las mujeres han sido llevadas a prisión, pero yo estoy en contra de la represión pues las gentes no lo comprenden, es necesario primero cambiar las mentalidades, no hay que juzgar, es justamente lo que las gentes no han aprendido. En tanto que no han ido a la escuela, las gentes no tienen capacidad de análisis. No es su culpa. Hay que demostrarles lo contrario, despertar su espíritu”. Palabras de educadora. Veinte años después de su nacimiento, Ini Inkouraba Youl se hacía profesora en 1984. Además la APFG, también desde su origen en 2005, pertenece a la Red de mujeres líderes y asociaciones dinámicas del Suroeste (RFLAD-SO). A su vida profesional y asociativa vienen a añadirse sus mandatos locales. En 1998 es elegida para el Senado y en 2000, consejera municipal, después primera adjunta al alcalde de la Comuna de Gaoua. Ini Inkouraba Youl Damien hoy día no es solo una elegida local sino que ocupa un escaño en el Consejo Económico y Social.
Es necesario primeramente cambiar las mentalidades
Las matronas sensibilizadas por la APFG han abandonado la práctica de la ablación y se han convertido ellas mismas en formadoras y fundadoras de la bien denominada asociación “Sifarè Kala” –que quiere decir en la lengua local el abandono de los cuchillos (expresión utilizada para describir el hecho de renunciar a la práctica de la ablación). “Hemos pasado de la plaga de la ablación a la celebración en la que valoramos las jóvenes no mutiladas, apunta Ini Inkouraba Youl Damien”. La APFG ha hecho así una primera proyección lanzando la campaña de la valoración de la mujer no mutilada. Pues algunas jóvenes tienen todavía vergüenza de no serlo.
Las mujeres del APFG piensan en ellas, en las otras y también en el medio ambiente al plantar árboles. Uno de los últimos proyectos de la asociación, Aliniha, lanzado en febrero de 2009, se apoya en un tríptico explícito: “una mujer, un crédito, un árbol”. “Aliniha tiene por objetivo permitir a mujeres mermadas llegar a ser mujeres líderes, actoras del cambio económico, social y de medio ambiente en sus comunidades”. Y los resultados son ya palpables. “Un año después del lanzamiento de Aliniha en Burkina Faso, cerca de 900 mujeres se habían beneficiado de un crédito y de una formación. Once mil árboles han sido plantados. Las mujeres utilizan cestas y bolsos de tejido antes que bolsas de plástico y sensibilizan a su alrededor de la importancia del medio ambiente”. Incluso premian a hogares mejorados para luchar contra la tala abusiva de madera. En Gaoua y más allá, cuando se habla de ecología y de promoción de la mujer no hay foto. Quizás sí: la de Ini Inkouraba Youl, esposa de Damien, y de todas las mujeres de la APFG.
Por Falila Gbadamassi,
para Afrik.com, (13 de diciembre de 2010)
Artículo seleccionado y traducido para Fundación Sur por Asunción Orench.
