EL ACAPARAMIENTO DE LOS MARES SUPONE UN PELIGRO PARA ÁFRICA

14/01/2013 | Editorial

El informador especial de la ONU en materia de “seguridad alimentaria”: Olivier De Schutter afirmó el 30.10.12 que el acaparamiento de los mares significa una amenaza tan grande para la autosuficiencia alimenticia en África, como lo es el acaparamiento de tierras.

El consumo de pescado en África es de 9 kg por habitante, mientras que en Europa llega a 30 kilos por persona.

Los pesqueros industriales extranjeros arrastran la mayor cantidad de pescado, dejando a los pescadores tradicionales, una cantidad insuficiente para vivir de la pesca. Yo conozco poblados enteros de pescadores tradicionales, a orillas del Lago Victoria, en Uganda, que se dedican a preparar carbón, porque los grandes pesqueros japoneses arrasan con todo tipo de peces.

La pesca industrial hoy dia, utiliza 500.000 personas mientras que la pesca tradicional ocupa a 12 millones de pescadores, para lograr 30 millones de toneladas.

De Schutter pide: que se creen zonas para los pescadores tradicionales sin acceso a los pesqueros industriales, así como la formación de cooperativas de pescadores tradicionales para potenciar la seguridad alimenticia.

Por otra parte, la propuesta de la UE en octubre 2012 intenta también reducir la conversión mundial de tierras para la producción de agro carburantes de un 10% a un 5%. La UE reconoce en principio que utilizar tierras agrícolas fertiles para llenar los depósitos de nuestros coches es malo para las personas y para el medioambiente.

En un mundo en el que mil millones de personas se acuestan con hambre cada noche, es inmoral. Veremos si el comportamiento de la UE cambia en realidad.

África puede alimentarse por sí misma, según el informe de la banca mundial. Hace falta además que los gobiernos africanos intercambien alimentos entre ellos en vez de importar alimentos del exterior. De momento solo el 5% de la importación de cereales de países africanos provienen del interior de África.

Si en España hay un 22% de personas en situación de pobreza, en Uganda existen un 76% de la población que viven en la pobreza.

El presente absolutismo técnico e informativo parece conducirnos hacia el ocaso del humanismo. Nuestra sociedad altamente mercantilista da poco valor a la dignidad humana, a la calidad de las relaciones humanas y a la solidaridad de los pueblos.

Nuevas esclavitudes siguen apareciendo, a causa del afán de lucro de los imperios financieros, potenciadas por los intereses mercantiles de los medios de comunicación y las personas nos subyugamos a ellas incluso con gusto.

El crecimiento entendido como consumo de objetos y experiencias nos va insensibilizando y empobreciendo en calidad humana.

Necesitamos recuperar el respeto al ser humano, la calidad de relaciones y la gratuidad de cuidar a los más necesitados.
De una visión más humana, justa y solidaria de la vida, de los demás y de la economía, se desprenderá un comercio más justo, sostenible y beneficioso para el Bienestar Común.

El seguir permitiendo que una de cada seis personas sufra hoy día hambre crónica debería dejarnos a todos avergonzados. Si nos despertamos y nos preocupa la calidad de vida de nuestra familia humana, estaremos ya en el camino de la solución.

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