Uganda y la ciencia sobre la homosexualidad

5/12/2012 | Opinión

El portavoz del parlamento de Uganda insiste en que se apruebe el proyecto de ley anti homosexualidad de 2009, antes de que llegue 2013. Con el objetivo aparente de proteger a la sociedad de la desviación sexual, las personas mal informadas que atacan a las lesbianas, los gays, los bisexuales, los transexuales e intersexuales (LGBTI) ilustra el viejo dicho de que la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, diagnosticar erróneamente la causa y utilizar el remedio incorrecto.

Cincuenta y una organizaciones ugandesas de sociedad civil, se han unido en la Coalición de la Sociedad Civil Ugandesa de Derechos Humanos y Derecho Constitucional, desde octubre de 2009, para defender una agenda positiva de derechos sexuales. El coordinador Jeff Ogwaro, señaló la semana pasada “con profunda tristeza” que debe continuar la protesta internacional.

El artículo proporciona una visión somera de algunas reacciones al proyecto de ley por parte de la comunidad científica, para incrementar la comprensión pública sobre que la discriminación basada en la orientación sexual no es ética, es injusta, inhumana y categóricamente opuesta a las principales corrientes científicas.

Los psicólogos surafricanos han tomado la iniciativa en una carta abierta al presidente de Uganda, Yoweri Museveni. En un comunicado emitido por la Sociedad Psicológica de Suráfrica, PsySSA, el profesor Juan Nel, coordinador de asuntos de género y sexualidad, señala que “Las investigaciones y la experiencia clínica no han encontrado relación entre la orientación sexual y la habilidad de algunos para contribuir a la comunidad y para influir en los niños para convertirse en miembros responsables de la sociedad”, y las orientaciones sexuales “son variaciones naturales que ocurren a una minoría de sexualidad humana normal… algo documentado ampliamente en toda la naturaleza”.

PsySSA afirma que “tanto las investigaciones realizadas en Suráfrica como las internacionales han desvelado… que no hay diferencia entre los niños criados por padres homosexuales y los niños criados por padres heterosexuales, en cuanto a asuntos como la orientación sexual, identidad de género, comportamiento de roles sexuales, probabilidad de sufrir abusos sexuales, el concepto de uno mismo, la inteligencia, la personalidad característica, problemas de conducta, relaciones entre iguales, ante la separación o divorcio de los padres, adaptación general y cumplimiento de tareas de desarrollo”.

Como la persecución basada en la raza, la religión o el género, el estigma de la juventud identificada con LGBTI a menudo lleva a psicopatologías socialmente inducidas que surgen de un sistema social mal informado e injusto, muy parecido al trauma y la ansiedad continua que se convirtió en endémica entre las personas negras durante el apartheid.

Por otra parte, la agenda de derechos humanos es complicada en áreas donde la homosexualidad es interpretada como “anti-africana”, y teorías de brujería intentan explicar la diversidad sexual. Los registros históricos, sin embargo, muestran la presencia de prácticas sexuales fluidas incluso en contextos africanos y árabes. Sin embargo, en los países fundamentalistas a nivel religioso, la norma es la condena y la ejecución. De forma refrescante, el febrero de 2010 el arzobispo de la iglesia anglicana del África Austral, manifestó que estaba “profundamente preocupado sobre el violento lenguaje utilizado contra la comunidad gay en toda el África subsahariana”, haciendo un llamamiento a los legisladores para que defiendan los derechos de estas minorías”.

Incluso en 2006, en una sesión sobre homosexualidad en la II Conferencia sobre Salud Sexual y Derechos, celebrada en Kenia, se señaló que el miedo, el odio y el abuso a manos de compañeros y mayores intolerantes e incomprensivos, obstaculiza el desarrollo personal y el bienestar de los homosexuales africanos.

La falta de pruebas creíbles y fiables de que las medidas contenidas en el proyecto de ley lograrán su objetivo de proteger a las familias requiere una pausa inteligente y una reflexión metódica. Pero en lugar de eso, está siendo llevada delante arrasando con todo, ciega a la enorme resistencia global.

Ronald Schlittler, un coordinador de los asuntos de LGBT, en la Asociación Americana de Psicología, recientemente revisó la gama de respuestas al proyecto de ley. Por ejemplo, la Unión Internacional de Ciencia Psicológica añadió la orientación sexual a sus categoría de no discriminación, en su Política de Libre Circulación de Científicos, (de la que la Asociación Nacional de Psicólogos de Uganda es miembro) e insta a sus organizaciones miembro de 82 países diferentes a hacer lo mismo. En septiembre de 2011, el Consejo Internacional para la Ciencia, ICSU incluyó la orientación sexual y la identidad de género en su comunicado de Universalidad de la Ciencia. Esto fue un gran paso, ya que el ICSU es una organización no Gubernamental con miembros globales de 120 organismos científicos que representan a 140 países y 31 sindicatos científicos internacionales.

Schlittler señala que en el último año, numerosos organismos han seguido este ejemplo, garantizando que la racionalidad dicte las políticas. Estos incluyen la Asociación Psicológica de Filipinas, en octubre de 2011, el Colegio de Psiquiatría de Hong Kong, en noviembre de 2011, y la revista india de Psiquiatría publicó un editorial afirmativo sobre la homosexualidad, en enero de 2011. También se han publicado guías prácticas para la psicoterapia con clientes LGBTI, en numerosos países, como Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia y Brasil.

El impulso del activismo científico ha sido un fenómeno desde la eliminación de la homosexualidad de los manuales de diagnostico psiquiátrico en los años 70 y el aumento de la comprensión y la aceptación de la diversidad sexual. Con la excepción de la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales de Uganda, que extrañamente apoyó el proyecto de ley en marzo de 2010, y que fue condenado por la Federación Internacional de Trabajadores Sociales, organismo profesionales de todo el mundo expresaron su indignación por las implicaciones genocidiarias del proyecto de ley. El presidente de Estados Unidos, Obama describió este proyecto como “odioso” y ya en abril de 2010, 118 parlamentarios británicos añadieron su apoyo, firmando una moción de condena.

Un signatario de una petición on line escribió “Soy un gay cristiano, me casaré pronto con un hombre maravilloso. Planeamos tener hijos también. He sido intimidado toda mi vida por ser gay, creo que nacía así y la ciencia lo confirma. Dios creó el mundo en el que vivimos y a mí me creó tal y como soy. Y no dejaré que otros destruyan lo que Dios ha creado”. Frank Mugisha, director ejecutivo de Minoría Sexuales en Uganda, dice que no permitirá ser tratado como ciudadano de segunda clase por su orientación sexual”.

Los derechos humanos de los hombres y mujeres homosexuales prácticamente no existen en toda África. A nivel global, 78 países han criminalizado la homosexualidad. Un informe presentado a principios de este año, por la Alta Comisaria de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, dice que simplemente ser gay puede hacer que te ejecuten en al menos 5 de estos países.

¿Por qué los políticos están ignorando descaradamente las evidencias científicas, convincentes y unánimes, de que su política es errónea?

Suntosh Pillay

Publicado en Thought Leader, de Mail & Guardian, el 3 de diciembre de 2012.

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