RDC – Ruanda, llegó la guerra, otra vez

20/11/2012 | Opinión

Comenzados el domingo, día 18 de noviembre, los combates armados entre las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo, FARDC, y la coalición de M23-Fuerzas Armadas de Ruanda, se retomaron el lunes, día 19 de noviembre, por la tarde y se intensificaron hasta entrada la noche. Como se puede observar, Ruanda ha decidido volver a entrar en guerra contra la República Democrática de Congo, RDC, a cara descubierta. La cuestión es la caída de la ciudad de Goma, capital del Kivu Norte. De repente, la comunidad internacional se ve desafiada. ¿Acaso se va a dejar ablandar por falsas evasivas y hacer el ridículo apoyando a un país que agrede a sus vecinos? Esa es la cuestión.

Los combates que sufrió la población de Goma el domingo, volvieron más intensamente el lunes, con disparos de armamento pesado. No se ha dado ningún informe a la población.

Al principio de la tarde, parecía que todo estaba en calma y que este bastión de la MONUSCO [la fuerza de paz de la ONU en RDC] todavía no había caído en manos del enemigo, pero no se sabía durante cuánto tiempo esto seguiría así.

Sin embargo, es aquí donde se juega la credibilidad la comunidad internacional, que debe asumir su responsabilidad a través del Consejo de Seguridad de la ONU. Ruanda ha sido designada por un informe de expertos como la principal instigadora de la inseguridad en el Kivu Norte. Al igual que Uganda. La estructura de la ONU encargada de imponer sanciones podría ser responsable y entregar sus conclusiones inmediatamente.

En su línea, Ruanda abrió dos frentes para iniciar la ofensiva del domingo, uno con su marioneta, el M23 y otro en su propio territorio, en Gisenyi, afirmando que un proyectil había caído en Gisenyi lanzado desde Goma. Como una fiera rabiosa, Ruanda se lanzó con esta excusa el lunes, mientras tanto, se informa de tropas de las Fuerzas de Defensa de Ruanda, su ejército regular, cruzando la frontera para reforzar a los ya desplegados en el territorio congoleño.

El juego de Ruanda parece que es mostrar a la comunidad internacional que Ruanda es capaz de firmar un “Apocalipse Now” y que, por esta razón, la comunidad internacional debe cooperar con ella, para no hacer correr el riesgo de inflamar el ambiente en la totalidad de la región de los Grandes Lagos. Esta táctica de Kigali presionando al Consejo de Seguridad de la ONU recordándole su capacidad de hacer daño, no es nada nuevo.

Según fuentes bien informadas, Ruanda, desde el fin de semana anterior, ha estado intentando persuadir a la misión MONUSCO para que no lleve a cabo su misión de proteger a los civiles, aunque lo hizo en vano.

Por otra parte, fuentes próximas a las cancillerías occidentales en Kinshasa y Goma, han dado a entender que Kigali se sirvió de la Conferencia Internacional para la Región de los Grandes Lagos, celebrada a principios de noviembre, [en la que los estados de la región prometieron esforzarse por estabilizar la RDC] para machacar la efectividad del ejército congoleño en el terreno. Mediante la creación de las iniciativas del mecanismo conjunto de verificación y la fusión de los servicios de inteligencia, Ruanda logró infiltrarse en la pirámide institucional de la RDC.

Ahora solo queda que las grandes potencias, saquen las consecuencias y compartan el drama congoleño, adoptando sanciones. La impunidad, todo el mundo lo sabe, no beneficia a nadie; al contrario, fomenta el mal y lo fortalece. Las potencias mundiales deberían, al menos por una vez, demostrar a los congoleños que no son cómplices de Ruanda en el asesinato de más de 6 millones de congoleños y el proyecto de desmembramiento del Congo.

(Resumen de editorial de Le Potentiel, RDC, 20-11-12)

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster