Google: ¿Escaparate de estereotipos africanos? Mapa interactivo

29/10/2012 | Opinión

El motor de búsqueda del gigante americano es una mina de clichés asociados a África. Estereotipos que reflejan ciertas ideas heredadas e ilustra la fuerte imposición del racismo.

Google, Google, dime que África es… pobre, hambrienta y sedienta.

Espejo de clichés y estereotipos mantenidos por los internautas, la búsqueda Google y su algoritmo de captura semiautomático.

¿Su estrategia? Sugerir palabras a los internautas, para completar su búsqueda inicial, en función de las preguntas más frecuentes de los usuarios de Google.

Dicho de otra forma, la popularidad de las preguntas capturadas en francés en internet influencia las sugerencias propuestas por Google. Y da una idea aproximada de lo que pasa por la cabeza de los internautas francófonos.

Basta con introducir las palabras “los africanos son” para obtener una visión, a menudo nauseabunda, de los términos que más frecuentemente se le asocian.

Google, ¿espejo del racismo?

Hace un mes, la web de información “Owni” lo utilizó para publicar un mapamundi de prejuicios. Y entonces, florilegio.

Casi ningún país es olvidado por ese motor de búsqueda. Si la pilosidad de las portuguesas tiene una “mención honorífica”, la obesidad de los americanos o la rubicundez de los irlandeses no le van a la zaga.

Y tal como era de esperar, África está lejos de salvarse. Algunas sugerencias dan risa. Otras son claramente racistas.

Africa_es.jpg

En Google Francia se niega cualquier responsabilidad. Las sugerencias son el fruto de un algoritmo muy particular que actúa “sin intervención humana”.

Los_africanos_son.jpg

“Esto se podría comparar con la escritura predictiva de los teléfonos móviles. El internauta teclea su petición, y la sugerencia aparece”.

Sugerencias representativas de las búsquedas de los internautas

Un algoritmo secreto, sabiamente guardado por Google. Si las diversas ponderaciones del preciado cálculo siguen siendo un misterio, la popularidad de las peticiones es un factor importante. Lo cual confirma Google Francia: “las preguntas de los internautas juegan un gran papel, eso seguro. Las sugerencias son representativas de lo que escriben los internautas”.

Creada en 2008, la función tenía como objetivo acelerar la búsqueda, corregir faltas de ortografía y otros fallos de la memoria. Pero Google Suggest se transformó rápidamente en un inventario de las preocupaciones de los internautas. Y revela ciertas obsesiones propias de la sociedad francesa.

Un ejemplo emblemático, la palabra “judío”, sistemáticamente propuesta cuando se realiza una búsqueda que incluye un conocido personaje.

El pasado mes de Mayo, esta sugerencia sistemática condujo a Google ante los tribunales de justicia. Seis asociaciones, incluidas el MRAP y SOS racismo, habían emplazado al gigante americano a censurar la palabra “judío” cuando ésta apareciese asociada a los “nombres patronímicos de personajes físicos”. Más de un mes tras la primera audiencia, se llegó a un acuerdo confidencial entre las dos partes.

“Los musulmanes son malévolos”

Desde entonces, Google ha hecho limpieza. Los términos sexuales han sido desterrados, al mismo tiempo que “lolita” o “mamá”. Igualmente extraño, la palabra “homosexual” cae igualmente bajo la guadaña de la censura.

por_que_los_musulmanes.jpg

En lo concerniente a África, nada ha cambiado. Google ha intentado bloquear las sugerencias ligadas a los árabes. Efectivamente, la petición “¿Por qué los árabes?” ya no se acompaña de ninguna proposición.

Por_que_los_arabes.jpg

Pero como prueba de la popularidad de estas peticiones y de la dificultad para regularlas, éstas han regresado rápidamente bajo otras formas ortográficas.

Google se niega a dar explicaciones sobre estos ejemplos concretos. Las modificaciones se hacen caso por caso, a conveniencia de las decisiones judiciales.

En su guía sobre la funcionalidad de la captura semiautomática, Google sin embargo advierte que las sugerencias excluyen “una categoría restringida que corresponde a términos pornográficos, violentos, que inciten al odio y que atenten contra los derechos de autor”.

Si la funcionalidad del motor de búsqueda hace remontar las sospechosas preguntas de algunos usuarios, igualmente tiene en cuenta los internautas que señalan estos impulsos xenófobos.

Todas estas opiniones y sus corolarios son agregadas a Google Suggest, nuevo escaparate de las obsesiones sintomáticas de los internautas.

Claire Rainfroy

Slate Afrique”, 28 de septiembre de 2012.

Traducido para Fundación Sur por Juan Carlos Figueira Iglesias.

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