Francofonía: Un teatro eclipsado por los problemas del Congo

18/10/2012 | Opinión

El analista político Jean-Pierre Mbelu descifra la cumbre de la francofonía en Kinshasa y nos incita a hacer muestra de discernimiento frente a los discursos de falsos semblantes con el fin de cultivar nuestro propio discurso y comprometernos con una lucha donde seremos los primeros actores de nuestro devenir colectivo.

Sobre el viaje de François Hollande a Kinshasa

Cuando Hollande organiza su viaje para el Congo, sabe que la organización internacional de la Francofonía ha violado sus principios. Se dirige a un país que ha virado a una dictadura, un país donde el pluralismo político no es respetado y un país en el cual las libertades fundamentales no se respetan para nada. François Hollande con todos los miembros de la OIF [Organización Internacional de la Francofonía] violan las ideas fundadoras de la misma organización. Violar sus ideales y después empezar a quejarse es inconsecuente.

Sobre las declaraciones de Hollande respecto a los derechos humanos y la democracia

Al oír las criticas y los cuestionamientos hechos por el presidente francés, se podría pensar que la situación tal y como está siendo vivida actualmente en el Congo no tiene nada que ver con el compromiso de la Unión Europea en nuestro país. Ahora bien, este sistema que el Sr. Hollande intenta poner en duda forma parte de un proceso que ha sido llevado de la mano por la Unión Europea, que financió, en el 2006 la farsa electoral que había sido encuadrada por el ejército de la Unión Europea, el EUFOR. Hay algo confuso en la conducta de François Hollande, porque pone entre paréntesis la responsabilidad de la Unión Europea en el proceso que llevó a una violación de derechos humanos, a una violación de las libertades fundamentales y a una falta de pluralismo político.

Sobre el encuentro Hollande-Kabila

Hollande, y todo ese mundo, se burlan de nosotros. Los discursos están bien pero hay que reparar el daño que se hizo en el 2011 al pueblo congoleño. El mensaje transmitido con fuerza por Fraçois Hollande ¿va a poner en duda el sistema en el cual la Unión Europea nos ha sumergido apoyando la farsa electoral? ¿Cómo nos va a sacar la UE de esta situación a la cual ha contribuido a generar en el Congo?

Se ha establecido una teatralidad política entre los países Occidentales y el Congo, una teatralidad a la que debemos poner fin. Tenemos que estar vigilantes. Porque lo que han hecho con esta farsa electoral es en cierto modo lo que hicieron en 1960 con Patrice Émery Lumumba… porque están preparándose para imponernos otro falso presidente tras habernos impuesto el que hoy en día están criticando.

Sobre la mediateca Floribert Chebeva en el centro cultural francés en Kinshasa

Se le concedió un monumento a Lumumba después de haberlo asesinado. Y mientras tanto, el Congo ha perdido porque el proceso democrático iniciado desde 1960 ha sufrido las consecuencias. ¿Es suficiente dedicar un monumento a un defensor de los derechos humanos para que la defensa de los derechos humanos se convierta en una prioridad del gobierno del país donde se erige dicho monumento? ¿Qué va a hacer Francia mañana para que no haya otros Floribert Chebeva?

Sobre las relaciones franco-congoleñas

La matriz organizacional sobre la cual las relaciones franco-congoleñas se han fundado en una matriz neoliberal, es decir, una matriz promotora de violencia. No hay que olvidar que si Hollande ha venido a Kinshasa, es en parte bajo la “presión” de las multinacionales francesas como Areva, Total o Bolloré. ¿Qué margen de libertad tendrá Hollande para que esta matriz organizacional fundada sobre el neoliberalismo no pueda imponerse a las buenas intenciones?

Como congoleños, no debemos contar mucho con este señor que mantiene bellos discursos porque hay muchos intereses económicos que salvaguardar en nuestro país.

Sobre las declaraciones de Reynders en Kinshasa

El discurso de Reynders toma la dirección de las relaciones que querría mantener Bélgica con el Congo porque el que hizo un discurso como el que ha hecho François Hollande, Karel De Gucht, ha sido dejado de lado… En cualquier caso, hay que hacer alarde de discernimiento y preguntarse qué es lo que los occidentales quieren al mantener tal discurso, en qué posicionamientos se sitúan para hablar y poder cultivar nuestro propio discurso. Y comprometernos en una lucha donde seremos los primeros actores de nuestro devenir colectivo.

Sobre la mirada de los medios occidentales sobre la cumbre

Hay signos que no engañan. No se puede organizar una cumbre seria en un país donde los que estiman estar al poder no gozan de ninguna legitimidad política ni de autoridad moral e intentan imponerse por las armas y la violencia. Los medios que acudieron a Kinshasa se dieron cuenta de que la falta de legitimidad política y moral puede ser un freno serio para la organización de cosas serias. Los problemas del Congo eclipsaron los de la cumbre… Se intentó abrillantar los lugares que los huéspedes de la cumbre iban a frecuentar y se dejó el resto del país. Pero los periodistas se interesaron por ese resto y se dieron cuenta de que el resto del país se codea con la miseria.

Sobre el encuentro Hollande – Tshisekedi

Se trata de un encuentro entre dos actores políticos del mundo actual, ambos socialistas por añadidura. ¿En qué aspecto este encuentro constituye un gesto de fortaleza? Mientras que la mayoría presidencial popular presenta a Tshisekedi como el verdadero presidente electo, Hollande parte a su encuentro como opositor. Hay una ambigüedad en este proceder. Le quieren conservar como opositor.

Sobre las negociaciones entre Kinshasa y el M23 en Kampala

El gobierno usurpador de Kinshasa resultante de un atraco electoral en noviembre del 2011 ha fabricado junto con Ruanda este M23, con el objetivo de esconder a Bosco Ntaganda para que no se le lleve ante la Corte Penal Internacional (CPI), pero también porque forma parte de la red transnacional de depredación que azota al Congo. Todos los protagonistas que han contribuido a la puesta en marcha del M23 están intentando hoy arreglar sus negocios entre ellos. El M23, el gobierno de Kinshasa, el gobierno de Kigali: tanto da que da lo mismo.

Sobre la reaparición de Diomi Ndongala

Lo que Mende cuenta es ridículo. Escucharlo, es perder el tiempo. Diomi Ndongala fue arrestado por los servicios secretos del gobierno usurpador de Kinshasa, arrastrado de una celda a otra, con los ojos vendados en todo momento. En el Congo, la vida de un hombre no representa ya nada para este gobierno usurpador.

(INGETA, República Democrática del Congo, 14-10-12)

Traducido para Fundación Sur por Juan Ramos Peris.

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