Strassenfeger un proyecto de medios de comunicación que ayuda a los pobres

8/10/2012 | Crónicas y reportajes

Muchos periódicos son fundados por sus dueños como un negocio rentable. En Ghana la proliferación de periódicos tiene lugar tanto para hacer negocio como para promover programas políticos.

A veces durante las campañas políticas, como por ejemplo el periodo de tiempo anterior a las elecciones, surgen nuevos periódicos que promueven el programa de un partido político o de otro. Estos periódicos normalmente quiebran después de las elecciones.

Apenas hay periódicos cuyo objetivo sea promover la causa de los pobres, aunque prácticamente todos los medios de comunicación tienen secciones dedicadas a cuestiones a favor de los pobres.

Sin embargo, un periódico callejero, el Strassenfeger, existe para el beneficio de los sin techo en Berlín, Alemania.

El periódico es publicado por una organización benéfica llamada Mob Association, que es la abreviatura de “Obdachlose machen mobil” o “Sin techo en acción”. El periódico sale dos veces al mes, en lunes. Tiene una tirada de unos 20.000 periódicos y es vendido por unos 1.000 sin techo registrados.

El director del Strassenfeger, el Sr Jan Christian Ghattas, explica que en un principio, los sin techo que vendían el periódico no estaban registrados. Sin embargo, con el tiempo, la gente quería una identidad, así que ahora están registrados por el periódico.

Al contrario que otros periódicos normales que se distribuyen a través de tiendas, El Strassenfeger (“Barrendero” en alemán) es vendido directamente por los sin techo en estaciones de tren, centros comerciales y otros lugares públicos. Los sin techo, que compran el periódico por 60 céntimos, lo venden por 1,50 euros. Se quedan con las ganancias para su mantenimiento diario.

La idea es darles una oportunidad de que ganen dinero propio. Por esa razón, allí donde venden el periódico, le dicen a la gente que lo hacen para poder vivir de una manera digna, en vez de pedir dinero o depender de ayudas sociales.

Según el Sr. Ghattas, el permitir a los pobres el vender la publicación “les da la sensación de que también pueden trabajar para ganar su propio dinero”.

Los 60 céntimos que pagan por el periódico se utilizan para pagar los costes de la publicación. Esto es particularmente útil, ya que el periódico no se beneficia de ayudas estatales, sólo sobrevive a través de donaciones privadas. Dice el Sr Ghattas.

Aunque la publicación tiene un redactor jefe profesional, no tiene periodistas profesionales. Sobre todo recibe artículos de escritores voluntarios, aunque ocasionalmente algunos de los sin techo también contribuyen en los artículos.

El lector objetivo del periódico es gente con una edad comprendida entre los 25 a los 55 años. Por consiguiente, se centra en temas relacionados con la pobreza y los problemas de escasez de vivienda con respecto a aspectos sociales, culturales y políticos. Para variar también cubre noticias generales y musicales.

A través de estos artículos, los editores esperan atraer la atención de gente que es comprensiva con la situación de los pobres.

Algunos de los desafíos a los que se enfrenta el periódico, incluye el poco o ningún dinero proveniente de los anunciantes. Esto se debe a que el Strassenfeger no tiene personal para trabajar con anuncios. El Sr Ghattas dice que tenían contactos con algunas empresas. Pero a menudo, cuando las empresas se trasladan, no pueden mantener el contacto.

Otro desafío, que menciona, es que el periódico no tenía una buena imagen a los ojos del público. Esto debe a que es vendido por sin techo, “los cuales a veces huelen, algunos se sabe que son drogadictos y otros tienen un aspecto sucio y demasiado cansado,” dice él.

No obstante, él y sus colegas estaban trabajando duro para cambiar la percepción del público hacia el periódico, para que la gente se interese en comprarlo.

Sobre porqué el periódico no busca la ayuda del gobierno, dice que es para mantener su independencia en la manera en que actúa para ayudar a los sin techo.

Hay otro periódico callejero en Berlín llamado Motz. Sin embargo el Sr. Ghattas dice que el Motz no supone una competencia seria para ellos, ya que se sólo se centra en el tema de los sin techo, y su sede está en otra parte de la ciudad.

El proyecto Strassenfeger también gestiona un albergue para sin techo por una tarifa muy baja de 1,50 euros por noche. El albergue tiene diez camas para hombres y siete camas para mujeres. Una persona puede vivir en el albergue por un periodo máximo de ocho meses.

Además, tiene una cafetería donde se vende comida a precios razonables y los pobres y otros que trabajan con el periódico también pueden comprar allí.

Es más, mientras el panorama de los medios de comunicación en Ghana se expande, uno espera que en el futuro, iniciativas como la del proyecto Strassenfeger se replique para ayudar a avanzar la causa de los pobres en la sociedad.

Larga vida a Ghana, larga vida a África.

Por Phyllis D. Osabutey

Publicado en The Ghanaian Chronicle, el 28 de septiembre de 2012.

Traducido para Fundación Sur por Pilar Valentín Gamazo.

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