Occidente supo colocar centuriones proclives en los límites del mundo civilizado. Franja que desde la guerra fría comprende las tierras entre el Magreb y el actual Irak. Un colchón que por décadas y gobernado por una generación de títeres, confeccionó políticas amables hacia occidente bajo la eterna y falsa promesa de la modernización del mundo árabe. Utopía inalcanzable que protagonizó su acto cumbre con una representación llamada primavera árabe. Y es que una sociedad anclada en el paternalismo y regida por los curas del islam, poco se diferencia de nuestras antiguas dictaduras pespunteadas con el hilo de la fe. El chapucero derrocamiento de Gadafi podría salir muy caro a los intereses occidentales. Nos guste o no, su figura y la de la françafique, eran elementos estabilizadores en la zona y a la vez diques de contención para el terrorismo itinerante que vaga por Chad, Mali o Níger; así que no seamos hipócritas ni activistas pro derechos humanos de sofá; y mucho menos cuando occidente se ha beneficiado de su represión antiislamista. La jugada no ha salido bien. Las embajadas son asaltadas y aún no se han logrado recolocar líderes ex profeso para lugares capitales. Una gran cagada que podría abrir grietas en el muro de contención ideológica que se extiende desde Rabat a El Cairo y que acelerará las concesiones a Marruecos. Alfil de enorme valor estratégico para occidente como último cortafuego del integrismo y al que EE.UU., no por casualidad, acaba de vender versiones medias del F-16. Marruecos puede ser uno de los avales morales que occidente esgrima ante el mundo árabe a la hora de justificar una intervención militar en Mali; aprovechando este, la ocasión para terminar de sepultar el conflicto saharaui y quizás reclamar lo que todos sabemos. Malos tiempos para los que claman por la independencia del Sahara. Washington jamás va a permitir que un páramo a tiro de piedra de occidente se quede sin control y razones no le faltan. ¿Y Canarias?; ya hablamos la próxima semana.
Rafael Muñoz es miembro del Centro de Estudios Africanos de la ULL
Original en : Diario de Avisos