A últimos de marzo leí un artículo de Mohamed Abderramane (1) sobre los pasos que se estaban dando en Mauritania para suprimir la ablación o mutilación genital femenina (MGF). Me sorprendió el retraso que lleva Mauritania en la lucha contra la ablación, cuando, .esta práctica está prohibida por leyes y decretos en bastantes países del África subsahariana, desde el final de los años ochenta y retrocedido mucho. Avance que no quiere decir erradicación. Esta costumbre ancestral sigue practicándose en pequeños grupos tradicionales, que la consideran como algo “bueno y necesario”, ya que sus raíces culturales son muy profundas (2).
El artículo de Abderramane habla de la “Campaña tolerancia cero”, lanzada en febrero de 2012, en Mauritania. La han sostenido financiera y técnicamente distintas Agencias de las Naciones Unidas y la Cooperación Alemana. En ella han intervenido, trabajadores sociales, activistas de la sociedad civil, profesionales sanitarios y teólogos musulmanes. Las explicaciones de estos últimos han convencido a bastantes “cortadoras”, como se llama a las mujeres que hacen de la ablación su medio de vida. Ciento seis de esas mujeres han declarado públicamente renunciar voluntariamente a ese oficio. Como recompensa, todas ellas seguirán un curso de alfabetización y recibirán financiación para un proyecto que les permita ganarse la vida de otro modo.
El programa de esta campaña comporta varios puntos. El primero es que se divulgue la “fatwa” (decreto religioso) de 2010, en la que el responsable de la antigua mezquita de Nuakchot, y otros responsables musulmanes declaraban que esta costumbre no corresponde a ningún precepto musulmán y la condenaban. Recuerdo haber leído en ese momento la nota de prensa de IRIN que la anunciaba con un comentario sobre la necesidad de una amplia difusión, “ya que en Mauritania estaba muy arraigada la creencia que la ablación era un mandato divino.”. Otro punto del programa es que se promulgue una ley que criminalice la MGF y que se establezca una inspección regional de vigilancia, para garantizar su cumplimiento.
Mauritania es uno de los países africanos con uno de los índices más altos de práctica de la ablación. Los más altos se encuentran en zonas del sudeste (97 %) y del centro (88 %). Son zonas fronterizas con Malí, país también con un alto índice de práctica. También se encuentran las mismas diferencias de porcentaje en función de la étnia o el nivel de instrucción. Hasta diciembre de 2005, Mauritania no se unió a los países que habían prohibido la MGF. Lo hizo presionada por ONG´s y agencias internacionales como UNICEF, cuando otros países como por ejemplo Burkina Faso, ya habían hecho un largo recorrido y tenían leyes prohibiéndola.
Las primeras campañas de sensibilización que se hicieron no tuvieron el impacto esperado, como lo muestra la encuesta sobre demografía y salud hecha en 2007. La práctica afectaba todavía a más del 70%.Otras encuestas hablan de un índice más alto. El alto índice de mujeres y de niñas afectadas por esta práctica, se debe ante todo al arraigo de la falsa creencia religiosa, de que es “¡Voluntad de Allha!!”. Está más que probado que esas creencias tienen la vida larga. Es de esperar que la nueva campaña, con las medidas previstas, y la implicación de responsables religiosos tenga más éxito.
No se pueden negar algunos logros de las anteriores campañas de sensibilización organizadas por el Ministerio de la Asuntos Sociales de la Infancia y de la Familia. Se puede apreciar que el número de mujeres contrarias a esta práctica, aumenta entre las más instruidas. Según un informe de UNICEF, un 34% de las mujeres víctimas de esta práctica de la región de Nuakchot y 29% del norte del país, piensan que la ablación debería ser suprimida, mientras que en las regiones del centro y suroeste el porcentaje es mucho más bajo; 6% y 14% respectivamente. Estas campañas también han tenido influencia en los eruditos musulmanes que firmaron el decreto contra las MGF en 2006 y de los que se unieron a la declaración en 2008 y que justificaban así su decisión: “Nuestro razonamiento ha sido el siguiente: ¿existen en el Corán textos claros que impidan esta práctica? No existen. En cambio, el Islam está contra todo acto que tenga repercusiones negativas sobre la salud. Hoy los médicos mauritanos declaran unánimemente que las MGF amenazan la salud… Está claro que el Islam está contra ellas”. (3)
Las mujeres de Mauritania, no se enfrentan sólo al problema de la MGF. La sociedad mauritana es una sociedad profundamente tradicional y conservadora, en la que las mujeres empiezan a despertar y dar pequeños pasos para conquistar sus derechos. Por primera vez el 8 de marzo se ha organizado una manifestación de mujeres apoyada por varias asociaciones que trabajan por los derechos humanos y la promoción de la mujer. La marcha recorrió las calles de la capital hasta llegar a la Presidencia donde se leyó un manifiesto ante la Presidencia pidiendo la mejora de sus condiciones vida. Varias asociaciones de mujeres trabajan por la promoción de la mujer y defensa de sus derechos, entre ellas “La Asociación de Mauritana de Mujeres de la Imagen”. Esta asociación reúne un centenar de mujeres que trabajan en la TVM, que quieren sensibilizar sobre los problemas femeninos: MGF, matrimonios precoces, salud de la madre y el niño. Hay que destacar el trabajo de Lalla Kaber, periodista, actriz y primera directora de cine de Mauritana ha presentado varios trabajos en los que habla de la de la mujer y de su lucha por la emancipación. A pesar de que en más de una ocasión ha tenido que enfrentarse a amenazas de muerte, no ha renunciado a su compromiso de lucha por los derechos de las mujeres. En el reciente Festival del Cortometraje Africano de El Cairo de 2012, presentó la película “Los sentimientos de otros”.
Celebramos con las mujeres mauritanas los pasos que se van dando por que se respeten sus derechos.
(1) Artículo de Mohamed Abderramane, 26-3 2012. «Vers l’abandon des mutilations génitales féminines en Mauritanie» IPS.
(2) Ver «Lucha de las mujeres africanas contra la ablación» http://www.fundacionsur.com/spip.php?article2472&var_recherche
(3) La fatwa seule, n´arrêtera pas les mutilations génitales féminines en Mauritanue”, IRIN, 2-2-2010.
