Exbecarios de la «Materia Reservada», por Nse Ramón

11/05/2012 | Bitácora africana

Aquí no se trata de que España sea occidental y que por lo tanto queramos darle cuerda a los panafricanistas de medio pelo e irresponsables que populan por nuestras vidas africanas. Aquí, lo que hay que dejar en evidencia, es que España es un país que ahora mismo tiene un problema gordo. Ese problema se llama «crisis». Y cuando ese problema hace un llamamiento llamativo a tu puerta para pedir entrar, lo normal es que le dejes entrar ya que de lo contrario se irá a otra parte, y la gente acabará pensando que son ustedes «la solución» a los males que provoca cualquier cosa que lleve la palabra crisis como punto de partida.

Y eso deberían estar pensando los que cruzan el estrecho para meterse en Europa pasando por el territorio donde un monarca hace lo que le da la gana sin pararse a pensar en que la justicia es para todos los españoles… Aquellos que de sangre azul no tienen nada, claro. Piensan los «aventureros de la muerte», vamos, tienen claro, que España tiene bien saneadas sus cuentas como país (Si el monarca es capaz de pedir austeridad y responsabilidad, para luego salir a cazar bichos en peligro de extinción en el continente de donde parten todos esos pobres muchachos y chas) como para que nadie se tenga que pillar un susto a lo potokí o a lo pobrenóculos caraculis (entiéndase Portugal y Grecia…). España es solvente, al menos eso asegura el que tiene la mayoría absoluta para estar a la altura del Rey, pero pagando sus impuestos a Froilán Juan III de las Sicilias y del Borbón, mientras se las da de demócrata y respetuoso con los sufridos contribuyentes. Y eso es lo que cuentan los reales políticos españoles cuando huelen a Merkel que no descansará hasta meterle un Beckenbahuer a los del «Olé» y destrozar así la preciada y presumida Europa que tiene la amabilidad de seguir socorriendo a los espabilados africanos que creen de que el estrecho es como cruzar kiosi y que los peligros los han dejado atrás, en manos de sus familias, con una estirpe de irresponsables africanos llevando las riendas de las riquezas, más que de sobra para todo el puto mundo, del continente bello.

Y eso también piensan los de Guinea Ecuatorial. No, es que también lo tienen claro. «España es Europa» y no puede ser sano morirse sin antes de poner los pies en Europa, concretamente en España. Pero los guineanos son listos, además, ellos siempre están a la altura de otras naciones porque lo dice el que tiene un hijo que podría competir con Amancio Ortega sin que tenga nada parecido a un Inditex para demostrarlo. Y el guineano se lo cree así tal cual y decide no copiar a esos negros que salen en la tele apiñados en un cayuco que si ha llegado a las costas del mar de la península ibérica, entonces habrá que empezar a creer de que dios existe de verdad, y que la ciencia es la que falla (digamos que un buen motor diesel no lo hizo dios…) en la historia. Los negros de Guinea Ecuatorial que tan seguros están de que Libia, Egipto y Túnez han sido débiles en la defensa de su territorio ante el temible neocolonialista y que si se van en patera porque no lo aguantaban, es porque no saben lo que es IBERIA y por lo tanto no son capaces de entender que con comprar un visado en la Embajada de España uno llega a Barajas sin que ningún voluntario de la cruz roja le tenga que poner esa cosa brillante que le dará calor (se supone que es el primer H&M que se fundan en yurop…). Entonces, tenemos a los guineanos tomando todos los días que haya avión saliendo de nuestro aeropuerto, un avión con destino a España.

Muchos de esos guineanos, y decimos bien muchos, no se subieron a ese avión para luego ir a engrosar la lista de gente que trabaja en cualquier cosa con la documentación de cualquier persona de su mismo color de piel. Están los que por obra y gracia misericordiosa de la santísima cooperación española, se suben al avión para ir a poner en práctica la confianza que por sus estudios y sus buenas notas de paso, le han hecho valedores de una beca de estudios pagados por el Reino de España. Hablamos de estudiantes que no saben de pateras mentales, ni físicas. Gente que podría haberse quedado muy bien en su país estudiando en universidades nacionales, pero que saben de que sólo pensar eso ya estás con medio pie en la UNGE, y estar en la UNGE señores y señoras, es no estar en una universidad, al menos no como ustedes tienen pensado qué es una universidad. Y tampoco son lo suficientemente estúpidos como para creer de que el gobierno español podría, a través de su embajada en Malabo pedirle al de Guinea Ecuatorial de que construya universidades serias y nacionales, en lugar de estar mandando unas becas para irnos a Europa y regresar de Europa como si todo lo aprendido en ese continente fuese «Ya me he aprovechado de ellos, de esos malditos blancos… ¡ABAJO EL NEOCOLONIALISMO!». Ni el Reino de España puede estar en la labor de luchar por eso, en cambio sí pelearía porque REPSOL pueda suturar lo de Argentina con el petróleo de los bubis, los fang, los annoboneses, los ndowés, los fernandinos y de nuestros muertos (dinosaurios incluidos…). Ni quieren tampoco luchar porque los que se van a España a estudiar regresen y encuentren un país diferente al que dejaron. Y aquí no hablamos de que nos hayan colocado una mini torre eiffel en Bata, ni de las carreteras bonitas para llegar a la vecina Camerún por Ebebiyin (en Camerún hay Universidades competentes…). Hablamos de que cuando regresen los chicos y chicas que han sido beneficiarios de las becas del Reino de España a su vuelta puedan encontrarse conque una persona como Wenceslao Mansogo puede decir «Derechos Humanos», y que nadie lo vea como un insulto al dictador, y por lo tanto meter al «atrevido» 3 años a la sombra en una cárcel que si es famosa por algo, es porque en ella están encerrados personas que pusieron su confianza en España, y acabaron encerrados en una cosa con nombre inglés.

Dudar de los problemas económicos que tiene ahora España sería como dudar si Carmelo Modu está casado con una hija de uno de los hombres más malos y lentos del mundo… un tanto Chata su mujer, pero, tiene el «puede» para que cualquiera pueda vivir tranquilo en Guinea Ecuatorial sin que tenga que preocuparse de becas de España para su hijo y ja. Así que es muy really que España ahora mismo no está para ir aguantando a unos pobres negros que tienen un PIB capaz de mantener a los de Sevilla viviendo de la Semana Santa todos los putos días del año, y olvidarse así de que la Duquesa de Alba tampoco es que tenga ya nada que hacer después de una vida plagada de no hacer nada al igual que el mata elefantes y por lo tanto mandarla a Madrid mientras ellos viven plácidamente como vivió ella, ¡Ah!… ¿Que no está muerta?… ¡Hostia! ¿Y esa cosa que anda del brazo de un hombre con gafas oscuras qué es?… ¡¡¡¿QUE NO ES UNA MOMIA FRANQUISTA?!!!… ¡Coño!.

Pues eso, que dinero dinerito el país al que España se empeña en «AYUDAR» con su cooperación basada en sentarse desde hace 42 años con las dictaduras y decir que hay becas y libros para el colegio español. Las becas se reparten entre los que ya se sabe, las que sobran se venden. Y los libros para el colegio español, muchos acaban en manos de niños que el día de mañana no irán a la España considerada del III mundo en Europa y por sus millonarios padres. Se irán a Londres, New York, París… Pero eso sí, de vez en cuando harán una escala en España para tomarse unas cañas, echar unos polvos, mirar con cara de «Yo no llegué en patera» a los guardias civiles y subir en IBERIA para ir a hacer lo mismo a los que tienen que soportar a sus padres casi ya para 42 años largos. Pero hoy no queremos hablar del colegio español, ni de Gangoso. Hoy toca buscar respuestas a la carta que han presentado los alumnos de Guinea Ecuatorial, cuya suerte empezó cuando unas becas para España cayeron en sus manos, y que ahora se ha vuelto una desgracia porque España no puede dar cobertura ya ni a sus propios hijos en formato formación académica (bueno, los hijos de Esperanza Aguirre no son «españoles»…). No importa si matar un elefante cuesta 37.000 euros, lo que importa es que volverá a ser sostenible cooperar con un dictador cuando François Hollande convenza a la Merkel de que España no marca goles como Cristiano Ronaldo o como Charisteas, por lo que sólo hay que ver que Rodrigo Rato se ha salvado de una buena después de destrozar una entidad bancaria para que Alemania y Francia le tengan cogido por los huevos a los españoles que por una Copa de Liga BBVA y una Europa League son capaces de olvidarse de que no son Alemania y Francia y que por lo tanto, no deberían estar de fiesta todo el puto rato.

De todos modos, para salvar las mentes de esas personas que se preparaban para el país, para una Guinea Mejor, no hace falta que pongamos nuestra envidiada PIB en manos de los Rajoy & CIA. Tampoco hace falta que vayamos a tocarle les billes al nuevo patrón de la françafrique, (que el hombre se ha encontrado con una silla bajada a la altura del ex enano de palacio, en donde miraba todos los documentos que no tenían nada que ver con África, ya que en los que se escribe en francés «DD.HH dans la boue», los tienen guardados en una cajita que nadie sabe dónde está) exigiéndole que venda al menos las botellas de vino que había en el palecete, propiedad de la República de Guinea Ecuatorial en la Avenue Foch des Champs Elíseos y que sólo utilizada un chico que se las daba de empresario lucky para desestresarse de su ajetreada vida de Ministro de algo en la dictadura de su padre. La verdad es que no hace falta hacer esos «milagros» para ayudar a esos chicos y cas de Guinea Ecuatorial ahora sin futuro, ni siquiera incierto. Basta conque la gente recuerde de que el país podría tener un Harvard pagando a profesores de calidad si quisiera para formar a los hijos del petróleo. Recordar también de que España está dando ayuda de cooperación a un país que no le pone las cosas fáciles ahora que el dinero brota hasta en la casa Salomón Nguema Owono (El juez-acusador,carcelero-secuestrador del formado Wenceslao Mansogo…) como si de maná se tratase. Sí, hay que recordar de que si nuestros alumnos ahora viven una desgracia a punto de consumarse por culpa de la puta crisis, es porque a Europa nos gusta ir pese a que lo podríamos tener todo en casa e irnos allí, a Europa, a conocer el Museo del Prado, Versalles, el Camp Nou, Disneylandia o el castillo del Conde Drácula allá en el país donde los leones se fueron sin saber explicarles a sus hijos del porqué son del Athleti…

Y nuestros chicos tendrán que regresar a casa si nadie pone remedio a la cosa en formato «Yo pongo el dinero para que sigan estudiando sin que tengan que regresar aquí a hacerse de la UNED o de la UNGE. Ustedes, España, dispongan todos los medios legales para que no tengan que estar sin papeles durante su estancia formativa entre crisis y ganas de cooperar con dictaduras».

Algo habrá que hacer. Pero no nos miren a nosotros, que ya hemos pensado hacer algo, pero que no pase de dar consejos a los chicos que nos quieren explicar su desgracia, o dibujando como siempre hacemos. Tienen que poner ahora los ojos en el Reino de España. Ese Reino que tiene claro que si salen de esta, volverán a comenzar con lo mismo de siempre que no es otra cosa que: Cooperar (cuando no es vender armas a…) con los países en vía de desarrollo, incluyendo aquél que tiene más dinero que todos los 5 millones de parados que ahora serían capaces de matar por un mendrugo. Hacer préstamos en los bancos que nunca estuvieron en crisis gracias a sus dineros «contribuyentales». Visitar África y hacerse unas foticos con alguno que otro niño con la panza de Jesús Gil, y lo mejor de todo, seguir mandando ayuda para que países como Guinea Ecuatorial no terminen de sufrir el desinterés por parte del Estado por dotar de una sanidad y una educación de referencia, ya que sólo así están luchando contra la dictadura que por más que lo mires, no es que naciera ayer. Todos eso sin preocuparse ni un segundo en suprimir una mísera letra de la famosa «MATERIA RESERVADA».

Eso. Que esa es la que tenemos entre manos. España es insostenible, Guinea Ecuatorial es insostenible, y los estudiantes se quedan sin formación por culpa de la insostenibilidad de dos países que tiene un monarca que mata lo africano, y un africano Jefe de Estado que pone todo los bienes de nuestros sudores en Europa antes de pensar en colocar pupitres en la única cosa que llamamos universidad, y en la que deberán empezar a inscribirse todos esos muchachos y chas que se vean subidos a un avión con todos los gastos del viaje de regreso a la desgraciada situación en educación de su país pagados por un Reino Europeo que tiene una crisis…

… Una crisis. ¿Qué es una crisis si cuando los que gestionan un país piensan democráticamente en sus súbditos?

Nsé, un ex estudiante que lo dejó porque no era sostenible con mi condición de vago.

MI FRASE DE LA SEMANA: «Dos cosas contribuyen a avanzar: ir más deprisa que los otros o ir por el buen camino»

Autor

  • Nse, Ramón

    Nse Ramón o Ramón Esono Ebalé (alias Jamón y Queso) es un artista guineoecuatoriano nacido en Nkoa-Nen Yebekuan (Mikomeseng-Kie Ntem) en 1977 y residente en Malabo desde 1982. Dibujante e ilustrador autodidacta, compagina su pasión por el dibujo y el cómic con su trabajo de grafista. Actualmente es el grafista titular del Centro Cultural de España en Malabo y como dibujante de cómics ha ganado varios premios y certámenes internacionales como el concurso "Regarde 9", en el Festival Internacional de BD de Angulema (Francia), el premio obtenido en Cocobulles, Costa de Marfil con el trabajo "Le réveil d'Akoyo". Ha expuesto en los Centros Culturales Francés y Español en Malabo y Bata, en el Feshcary (Camerún) y en diversas galerías de Europa, América y Estados Unidos. El artista ha iniciado diferentes proyectos para organismos internacionales que operan en Guinea Ecuatorial realizando carteles e ilustraciones para la campaña de la Unión Africana en fomento de la Juventud y sus Derechos de la Organización de la Unión Africana.

    Participó en ARCO2010 con dos series ácidas y corrosivas sobre las dictaduras y la corrupción

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