Un pueblo barato, por Nse Ramón

30/03/2012 | Bitácora africana

Mi colega toraboniano escribe inteligentemente:

La cosa es muy simple. ELLOS no creen en las leyes, creen en las balas (de ahi esa otra perla del diccionario guineològico: «la bala llega antes que la ley»). Es caracterìstico de este tipo de regìmenes, que logran vaciar de contenido toda forma. La ley, la justicia, etc …. solo existen como formas sin contenido, por lo que se presentan ante nosotros como pantomima, como teatro. Vaciadas de contenido, las formas son meros huecos, fantasmas, sabanas blancas sin cuerpo real debajo. Por esa razòn no es infrecuente que vivamos muchas cosas que vienen de alli como con un aire de irrealidad. Y es que son como vivir en sueños, o en pesadillas. Y asi es. La vida real para un 5% es como un sueño, pero para el resto es una pesadilla de la que desearian despertar. Por el contrario esta minoria vive su despertar como una pesadilla. No quieren despertar de su sueño, de su irrealidad. Por eso, cuando se tropiezan con realidades como la que les obliga a despertarse estos dias, lo viven con cierto pànico, y tambien con estupor, como si creyeran que todo el mundo deberia vivir dentro del sueño que ellos viven.»

Y recojo éste despectivo adjetivo, también de mi colega toraboniano, que mezcló a su manera para decir esto:

«Hay que ser un redomado cenútrio para no entenderlo».

Cada vez que cogemos el ordenador para escribir una de nuestras cartas de LOCO, nos decimos que «ésta va a ser la mejor». No porque las demás no lo hubiesen sido, es mas bien porque queremos estar seguros de poder colar nuestro mensaje dentro de la maraña de letras que atosigan al lector de nuestras locuras y aveces le hacen no llegar al final de la misma por encontrarla larga y «vacía de contenido intelectual académico». Tampoco es que queramos aparentar ser unos buenos escribanos, nosotros lo que sí tenemos claro es que en cada una de ellas, el pueblo que son los afectados, el régimen que es el gran beneficiario y la comunidad internacional que es la grandísima hija de puta políticamente hablando, deben ver que es una pena que tengamos nosotros que escribir todos los días una cosa que sabemos absolutamente todos y que no nos permite avanzar, ni como país, ni como humanidad. Lo dicho, que en ésta nuestra carta de LOCO de hoy, vamos a intentar hablarle al pueblo en confianza. Al pueblo que quiere escuchar, los que no, no pasa nada, somos de la democracia pura y dura.

¿Seremos repetitivos si empezamos conque en Guinea Ecuatorial no hay derechos?, ¿Sí?. Vale, pues mejor, así ustedes que dicen que somos repetitivos y no hacen nada para que los derechos dejen de estar sin estar en Guinea Ecuatorial sabrán de que nosotros no tenemos ningún interés en dejar de repetir la misma canción. Es normal que en un pueblo donde todos aparentan ser sordos, las cosas se repitan una y otra vez para que entre al cerebro. Y repetimos, en Guinea Ecuatorial no hay derechos para las personas, no hay justicia, no hay leyes que protegen al ciudadano nativo o extranjero, no hay políticas de sanidad, de educación, de agricultura, de deporte, de unidad nacional con las etnias instaladas oficialmente, de desarrollo intelectual, de promoción de pequeñas y medianas empresas no afines al régimen, políticas de solidaridad, de respeto por las instituciones, por el libre pensamiento, la libre circulación de ideas o la libre circulación de las personas físicas. No hay un turismo regulado, no hay políticas en favor del medio ambiente, no las hay en favor de la protección de la fauna alejada de la que ofrecen las cooperaciones. No se protege al niño, ni a la niña, ni a los ancianos, no se crean espacios donde las personas inter-actuen aportando ideas. No se fomenta la cultura de las tradiciones africanas, ni se hacen grandes campañas en contra de las enfermedades de mayor calibre. No hay cines, ni centros de formación profesional. No hay colegios decentes, ni hospitales públicos funcionando al cien por cien. El militar se cree dios, el funcionario se cree que hace un favor a la gente y la autoridad se permite el lujo de entender las leyes a su antojo y amoldándolas a sus intereses.

No hay promoción a la cultura, no hay espacios artísticos propios donde se pueda optar en caso de que los cooperantes dejen de hacer el gamberro y se den cuenta de que ya podemos pagar cosas como la de la UNESCO por lo que ya no necesitamos ayudas. Los artistas malviven del cuento arrastrado por los pies del que no entiende de arte, los agricultores lo son porque saben chapear pequeñas parcelas, los maestros hacen su trabajo porque no todos pueden trabajar para Exxon-Mobil, y la administración central funciona porque de otra manera los hipócritas de occidente ya habrían lanzado el grito al cielo contando miserias africanas en los periódicos de todo el mundo. Nadie respeta al extranjero negro, todos desprecian al occidental español y veneran al americano o al francés que encima son los que se meten con sus Jefes.

Todo los poderes de Estado se concentran sobre una sola persona que a su antojo decide quién vive en el país y quién no. Los intelectuales más laureados de nuestra cosecha nacional están viviendo atemorizados en el extranjero por miedo a su vida si regresan. Los pocos que pueden mandar estudiar a sus hijos fuera lo hacen lo más lejos posible, para que al menos puedan optar a algo diferente ya que se supone que los estudios bien saben dotar de vida a cualquiera que ose enfrentarse a ellos. Se secuestran opositores al régimen, se asesinan a los que dicen que ya no quieren seguir soportando al régimen. Se atosiga a los trabajadores en el sector privado para que parezca que gracias a ellos, a los del régimen, pueden conseguir trabajar. Se eliminan mentes con «ideas importadas», se pisotea la dignidad para dar paso al adulador enfermo de cualquier cosa menos de nada natural. Se oprime a los que viven lejos de las capitales principales porque es más fácil tenerlos encerrados en sus propias casas de barro con recién estrenados tejados de zinc que verlos buscar la manera de llegar a los lugares en donde el régimen ha puesto su lujo idiota con edificios que no hacen honor a la belleza de una isla paradisíaca.

Roban y saquean las arcas del Estado y se llevan las ingentes cantidades a occidente donde tienen montados lobbys para blanquear dinero, esconderlo en paraísos fiscales y vivir del cuento de que son hombres de Estado, por lo tanto inmunes, encima protegidos por las leyes internacionales. Sus pueblos viven sin luz constante, sin agua potable, con miedo, en un silencio cómplice de todo y a la vez de nada. Privados de iniciativas propias, de acercamiento a lo sensato y cabal, de conocimiento de las normas y legislaturas que se crean para el uso responsable de lo que les rodea y que es de todos. Viven sin vivir su propia vida, siempre predispuestos a aceptar, a acatar, a asumir, a obedecer, a no rechistar, a no levantar la voz, a no decir que se es pobre de todo hasta de espíritu, a ser sumisos, a ser dependiente de lo que digan los cuatro pelagatos que ostentan el poder gracias a las leyes internacionales mal interpretadas por aquellos que como ellos llevan las riendas de potencias mundiales en todo, hasta de la maldad y el crimen organizado. Sus pueblos no saben de hacer preguntas incómodas y a la vez llamadas a influir en el desarrollo del pueblo. No critican ni lo malo, ni lo bueno cuando viene de los de arriba. Saben robar porque ven que lo hacen ellos, quieren vivir a lo grande presumiendo de mujeres hermosas, hombres fantásticos, de coches de lujo, de casas enormes, de viajes a Europa y a EE.UU porque les han enseñado que en su propia casa no es posible vivir bien ni con dinero robado. No les han enseñado que haciendo eso, copiando al maldito hijo de puta, lo que logran es destruir el futuro de sus hijos, de sus propios hijos, ya que ni crean espacios de libertad para sus hijos, ni les dotan de libre pensamiento, y encima roban y hacen vivir a sus hijos en la opulencia olvidándose de que ese tipo de vida fácil jamás beneficiará al que tendrá que curarse las lentejas el día de mañana.

Encarcelan al ser humano sin previo aviso y sin orden judicial. Utilizan a la mujer de escaparate para ver si con eso se les deja respirar en los círculos en donde se les critica las formas y las maneras de gestión de la vida de la gente. Son vanidosos, envidiosos, y ahora también panafricanistas de medio pelo.

Todo eso viene porque queremos entender una cosa. Mejor, formular otra pregunta que es ésta:

¿POR QUÉ DEBE EL GUINEANO SUMARSE A UNA INICIATIVA OBLIGADA QUE PRETENDE LAVAR LA IMAGEN DE UNO DE LOS HOMBRES QUE LES DEJAN SIN DIGNIDAD COMO PUEBLO Y SALIENDO A MANIFESTARSE CONTRA FRANCIA?

Los pueblos normalmente son caros. Eso ocurre en países donde el ser humano entiende de derechos, de leyes, de justicia y de libertad. Porque usar al pueblo para ciertas cosas como manifestarse en favor de su propio ladrón sólo puede significar que a dicho pueblo lo tienen en ese punto donde uno ya perdió toda dignidad y ha pasado a ser el papel higiénico del que le mata desde hace años. El pueblo de Guinea Ecuatorial ha salido, o saldrá a la calle mañana, para ustedes hoy, secundado por una idea brillante de su verdugo que pretende hacer valer el dicho de que Obiang es el padre, su esposa la madre y el tonto de su hijo el hermano mayor. Quieren que la «gran familia de Guinea Ecuatorial» se vaya a las calles y condene todo lo que dicen los franceses de él, del ladrón. Es como si entender eso fuese lo que escribe mi colega toraboniano y que luego nadie capta ni a tiros de lenguaje intelectual. Piden al pueblo que ve cómo se queman sus chabolas por falta de bomberos, cómo se mueren sus seres queridos en los destartalados hospitales, que ven cómo sus hijos sólo pueden acceder a la UNGE o a Camerún, o a Ghana, o a Nigeria o a Cuba, en lugar de la calidad que dan otros destinos, en lugar de la calidad que daría una universidad nacional financiada al año con 3 millones de euros, quieren que vayan, el pueblo, a dar apoyo a uno que se lleva todo el dinero del país a occidente, comprando todo tipo de objetos inservibles, disfrutando de discotecas internas situadas en palacetes de 120 habitaciones, de flamantes bólidos de alta gama, de fiestas a champán full, de prostitutas y prostitutos, todo eso con un dinero que podría crear escuelas en Sipopo en lugar de complejos de lujo al que sólo tienen acceso los que viven vacíos de contenido ético. Vacíos de vida.

Quieren que el pueblo, por ser barato diga que están de su lado, pero que cuando ellos puedan acabar de resolver sus problemas judiciales con París que de momento sólo les pide presentarse ante un tribunal para defender el honor, sigan haciendo lo mismo con el dinero del pueblo, y esta vez en lugar de Francia, lo meterán en España, EE.UU, Japón o quién sabe donde lo tienen metido. Porque el pueblo es barato, porque el pueblo no conoce el poder del voto que ejercen casi sin saber para qué sirve. El pueblo es tan débil y barato que incluso teniendo alternativas internas de hacer política de construcción, no son capaces de elegir a otro que no sea el PDGE. Un pueblo barato… Un pueblo sin vida.

Nsé, algún día diré algo bueno del régimen, de momento digo lo que tiene a vista de todo el mundo.

MI FRASE DE LA SEMANA: «La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca»

Autor

  • Nse, Ramón

    Nse Ramón o Ramón Esono Ebalé (alias Jamón y Queso) es un artista guineoecuatoriano nacido en Nkoa-Nen Yebekuan (Mikomeseng-Kie Ntem) en 1977 y residente en Malabo desde 1982. Dibujante e ilustrador autodidacta, compagina su pasión por el dibujo y el cómic con su trabajo de grafista. Actualmente es el grafista titular del Centro Cultural de España en Malabo y como dibujante de cómics ha ganado varios premios y certámenes internacionales como el concurso "Regarde 9", en el Festival Internacional de BD de Angulema (Francia), el premio obtenido en Cocobulles, Costa de Marfil con el trabajo "Le réveil d'Akoyo". Ha expuesto en los Centros Culturales Francés y Español en Malabo y Bata, en el Feshcary (Camerún) y en diversas galerías de Europa, América y Estados Unidos. El artista ha iniciado diferentes proyectos para organismos internacionales que operan en Guinea Ecuatorial realizando carteles e ilustraciones para la campaña de la Unión Africana en fomento de la Juventud y sus Derechos de la Organización de la Unión Africana.

    Participó en ARCO2010 con dos series ácidas y corrosivas sobre las dictaduras y la corrupción

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