El lunes 24 de noviembre se celebró en Luanda, capital de Angola, el primer día de la séptima edición de la cumbre anual entre la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA). Este encuentro tuvo como lema “Promoviendo paz y prosperidad a través de un multilateralismo eficaz”. El presidente de Angola, João Lourenço, y el del Consejo Europeo, António Costa, han liderado el evento. El encuentro se lleva a cabo en dos días y simboliza los 25 años de alianza entre la UE y la UA, así como las cinco décadas de independencia de diversos países africanos.
Esta reunión se da en un contexto en el que, a pesar de ser su principal aliado comercial -según Bruselas, en 2023 el intercambio de bienes y servicios llegó a alcanzar los 467 billones de euros-, las relaciones de la UE con África se están viendo comprometidas por el aumento de la presión e influencia de países como China y Estados Unidos. En palabras de Úrsula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, el objetivo del encuentro se ha basado en estrechar aún más los lazos entre ambos continentes, en un momento en el que, ante las características de la economía global, “África y Europa se necesitan mutuamente más que nunca”.
Los debates principales han tratado sobre comercio, migraciones y materias primas críticas/fundamentales. Además, han declarado ambas partes que tienen la intención de trabajar en base a sus valores compartidos y respeto mutuo para fomentar un mundo más seguro y sostenible. A pesar de que la seguridad y la inmigración ilegal son grandes preocupaciones para la UE, en la actualidad la prioridad es fomentar y asegurar el comercio, pues depende de los minerales y tierras críticos aportados por el conteniente para poder llevar a cabo su transición ecológica y poder reducir la dependencia de China en los aspectos tecnológicos y de materias primas.
Fuente: Qiraat
[CIDAF-UCM]


