La muerte de Barney Mokgatle, a los 73 años, cerró un capítulo fundamental en la historia del activismo sudafricano. Último integrante vivo del trío que encabezó el levantamiento estudiantil de Soweto en 1976, falleció el 12 de noviembre y fue homenajeado el domingo 16 en Bapong, al noroeste de Pretoria, en una ceremonia íntima pero cargada de símbolos y memoria.
Entre los asistentes se encontraban veteranos del movimiento de Conciencia Negra, antiguos compañeros de lucha y miembros de la generación marcada por la revuelta estudiantil. Para muchos, Mokgatle representaba el último vínculo directo con aquel liderazgo juvenil que desató una de las mayores sacudidas políticas contra el apartheid. Junto a Tsietsi Mashinini y Khotso Seathlolo, encabezó la estrategia que desafió al régimen y colocó a Sudáfrica en el foco internacional. Compañeros como Thabo Ndabeni recordaron que su militancia no terminó en las calles de Soweto. Tras huir al exilio, asumió la misión de dirigir una campaña global para visibilizar el caso de los “Soweto 11”, estudiantes acusados de sedición y terrorismo por su participación en las protestas. A ello se sumó su temprano ingreso al SA Youth Revolutionary Council, que lo llevó a recibir entrenamiento militar en países como Líbano y Siria.
Voces como la del economista y exactivista Landiwe Mahlangu expresaron sorpresa por la discreción con la que se produjo su fallecimiento, considerando su peso histórico y su papel en uno de los episodios más trascendentales de la resistencia antiapartheid.
Fuentes: The Citizen – Joburg ETC
[CIDAF-UCM]


