El Banco Mundial reconoce el aumento de la pobreza en Nigeria, por Pavan Kulkarni

24/11/2025 | Crónicas y reportajes

 

El Banco Mundial proyecta que 139 millones de nigerianos vivirán en la pobreza para finales de este año, un aumento de casi el 60 % con respecto a los 87 millones de 2023, cuando el presidente Bola Tinubu comenzó a implementar las reformas que había ordenado el primer día de su mandato.

Durante su campaña electoral, Tinubu prometió reducir drásticamente los precios del petróleo, pero en su discurso de investidura presidencial del 29 de mayo de 2023 declaró: “Se acabó el subsidio a combustibles” provocando un aumento del precio del petróleo de casi el 488 % en el mayor productor de África para octubre de 2024.

Esto también incrementó notablemente el precio de la electricidad procedente de varios sistemas ya que más del 58 % de los hogares nigerianos, excluidos de la red eléctrica nacional, dependen de generadores de gasolina y diesel.

Con limitada logísticas de cadena de frío y capacidad de almacenamiento y limitadas logísticas de cadena de frío, la falta de acceso fiable a la electricidad también conlleva elevadas pérdidas de alimentos. Se estima que las pérdidas de producción ascienden al 76 % para tomates, al 25 % para maíz y al 34 % para los siluros, según el informe semestral del Banco Mundial sobre Nigeria, publicado el 8 de octubre de 2025.

El consecuente aumento en los precios de todos los productos básicos, incluidos los alimentos, se vio más agravado por la pérdida de poder adquisitivo de los nigerianos después de que Tinubu liberalizara la moneda y unificara el tipo de cambio a mediados de junio de 2023.

En ese momento, aproximadamente 465 nairas equivalían a un dólar estadounidense. Reducido a una fracción de su valor, un dólar costaba casi 1465 Nairas en noviembre de 2024, cuando el Programa Mundial de Alimentos de la ONU advirtió: «Nunca antes había habido tanta gente sin alimentos en Nigeria».

Las “protestas contra el Hambre” ya habían estallado en agosto de ese año durando diez días antes de ser reprimidas por las fuerzas de seguridad, que mataron al menos a 24 personas y arrestaron a más de mil, varias de las cuales fueron torturadas bajo custodia.

Mientras miles de personas se agolpaban para recibir los paquetes de alimentos repartidos en eventos benéficos durante la Navidad, al menos 67 personas, entre ellas 35 niños y 22 mujeres, murieron pisoteadas en tres estampidas.

Los hogares más pobres, cuyo gasto total se destina en un 70 % a la alimentación, son los más afectados, según observó el Banco Mundial. Sin embargo, el reconocimiento por parte de la entidad de que la pobreza y el hambre han aumentado drásticamente junto con la implementación de las reformas que había prescrito no lleva al Banco a reconsiderar sus recomendaciones de política.

En cambio, insiste en su  postura neoliberal, abriendo el resumen del informe ejecutivo con las palabras: «Nigeria ha logrado sustanciales avances en estabilización macroeconómica. El gobierno ha implementado importantes reformas desde mediados de 2023», incluyendo la «reunificación del tipo de cambio» y la «eliminación del subsidio al petróleo».

«El crecimiento ha aumentado; la situación fiscal general ha mejorado gracias a un incremento en ingresos; el mercado de divisas se ha mantenido estable y se está consolidando; la posición externa es sólida, con crecientes reservas de divisas y un amplio superávit en cuenta corriente impulsado por un aumento en exportaciones; y la inflación ha comenzado a disminuir gradualmente».

Si bien reconoce que, mientras tanto, la pobreza ha aumentado del 38,9 % al 61 %, el Banco evita establecer la relación causal en su informe titulado «De Política a la Gente: Trayendo a casa los beneficios de la reforma».

El comunicado de prensa sobre la publicación de este informe se titula «Positivo Impulso Económico en Nigeria: Ahora es Tiempo de Traer a Casa los Beneficios». Con el fin de conseguirlo, prescribe “una disciplina monetaria sostenida y reformas estructurales para abordar el problema de los precios de los alimentos”.

Este problema no se abordará aumentando la inversión pública en agricultura y procesamiento de alimentos en Nigeria. Eso contradeciría su “urgente”, prescripción “mejorar la eficiencia de gasto público”, que es la forma en que el Banco Mundial se refiere a recortar aún más el gasto público.

Sin embargo, prescribe “abordar la inflación de  alimentos eliminando las barreras comerciales como importantes prohibiciones a importaciones y aranceles excesivos”, que pueden inundar el mercado interno con productos altamente subsidiados provenientes de los Estados Unidos y otros países del Norte Global, sometiendo a las clases agrarias nigerianas en una precariedad aún mayor.

Como parche, se ofrece lo que el comunicado de prensa describió como “transferencias monetarias financiadas internamente para las personas en situación de extrema pobreza y un sistema de protección social con capacidad de respuesta ante la crisis”.

Pavan Kulkarni

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

Fuente: Peoples Dispatch

 

Autor

  • Periodista de Peoples Dispatch especializado en temáticas laborales, sociedad civil, comercio y geopolítica, principalmente en el continente africano y en la India.

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