Desde que las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) tomaron la ciudad de El-Fasher, al noroeste de Sudán, los ataques contra los civiles han despertado nuevamente las alarmas entre la comunidad internacional. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha recibido numerosos informes denunciando atrocidades cometidas por las RSF en El-Fasher contra la población civil. Por su parte, senadores demócratas y republicanos en EE. UU. han demandado a Donald Trump que tome medidas contundentes frente a esta situación.
El-Fasher, que llevaba 18 meses bajo asedio y constantes ataques de las RSF, era el único bastión de la región de Darfur que quedaba en manos del ejército sudanés. Consecuentemente, las RSF ahora cuentan con el dominio total de la región occidental de Sudán. A pesar de que durante todo este tiempo se han dado terribles ataques contra la sociedad civil, la Red de Darfur para los Derechos Humanos ha confirmado una “fuerte escalada de las hostilidades, numerosas bajas civiles y ataques deliberados contra zonas pobladas”, basándose en datos del Impact Policy Group. Por otro lado, el director general de la Organización Mundial de la Salud, ha confirmado que, entre otras atrocidades, se ha asesinado a más de 460 pacientes y acompañantes en el Hospital de la Maternidad Saudí, además de ataques y secuestros del personal sanitario.
Mientras esta crisis humanitaria se intensifica, el Plan de Respuesta Humanitaria para 2025 se enfrenta a un serio déficit de financiación, imposibilitando prestar gran parte de la ayuda alimentaria y sanitaria prevista en toda la región de Sudán. Desde la ONU han solicitado un alto al fuego debido al imposible acceso humanitario .
Fuente: AllAfrica
[CIDAF-UCM]
