En la quinta noche de manifestaciones las protestas pacíficas se vieron incrementadas en su intensidad. Estos hechos se dan en un contexto en el que la población joven está cansada de unas promesas que nunca llegan, mientras los servicios a la sociedad van deteriorándose progresivamente. Los manifestantes señalan que parte de la culpa de la reducción de esos recursos se debe a los gastos provocados por la participación de Marruecos en la financiación de la Copa Mundial de Fútbol de 2030, con ayuda de España y Portugal.
El Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), considerado como un partido islamista moderado, y otros miembros de la oposición alentaron a los jóvenes a detener las protestas violentas, mientras que demandaban la responsabilidad por parte del gobierno. El PJD acusó al gabinete de Aziz Ajanuch, primer ministro del país, de incumplir sus promesas, que incluían en un principio solucionar el problema del desempleo y la crisis que se extiende al sector sanitario o educativo. En ambos casos se debe a la falta de recursos, humanos, económicos y materiales.
Ante estas protestas la agrupación de partidos que dirige el gobierno, Reagrupación Nacional de Independientes (RNI), la Secretaría General del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) y el secretario general del Partido Istiqlal se reunieron para poner en común una nueva serie de medidas, entre ellas destacan la comprensión a “las demandas sociales y su disposición a responder de forma positiva y responsable a ellas, mediante el diálogo y el debate en las instituciones y los espacios públicos”. Al mismo tiempo, reconocen los numerosos problemas que han surgido en la sanidad marroquí, pero que esas demandas “se alinean con las prioridades del gobierno, que, desde que asumió el cargo, ha lanzado un proyecto masivo para reformar el sector”, y lo que piden es paciencia para ver los resultados de sus nuevas medidas.
En línea generales, reiteran su compromiso con la reforma en los sectores de la salud y la educación, así como “el fortalecimiento de la inversión pública y privada para generar oportunidades de empleo, sin descuidar los programas relacionados con la vivienda, el empoderamiento de la juventud, (…) y la consolidación del Estado de derecho y los derechos”. Sin embargo, estas medidas llegan tarde a una juventud cuyos problemas exceden cualquier tipo de tranquilidad que este gobierno les pueda llegar a ofrecer.
Desde los medios de comunicación se informa que durante las manifestaciones se han producido dos muertos, a manos de las fuerzas de seguridad, y más de 400 detenidos, mientras que el gobierno llama a unas “protestas pacíficas”.
Fuentes: Morocco World News – Badil.info– TelQuel– AllAfrica
[CIDAF-UCM]


