El ministro neerlandés de Migración y Asuntos Exteriores, David van Weel, ha firmado con su homólogo ugandés, Odongo Jeje Abubakhar, un acuerdo para establecer un centro de tránsito temporal para solicitantes de asilo rechazados por Países Bajos que, por distintas razones, no pueden ser devueltos de inmediato a su país de origen. El convenio fue anunciado como un proyecto piloto bajo el contexto de la cumbre de la ONU. Este proyecto permitirá que un número limitado de migrantes de países cercanos a Uganda, cuya solicitud de asilo haya sido negada en los Países Bajos, sean trasladados temporalmente a Uganda antes de ser devueltos a su país de origen, en caso de que sea posible.
A pesar de explicar que el acuerdo busca organizar de manera legal y coordinada estas devoluciones, ha despertado la preocupación de ciertos actores en cuanto al respeto de los derechos fundamentales, así como la viabilidad legal de este proyecto. Ante estas preocupaciones, el gobierno neerlandés ha asegurado que la operación cumplirá con las leyes nacionales, europeas e internacionales de derechos humanos. Sin embargo, el entorno internacional continúa alerta frente a posibles riesgos como detenciones prolongadas y la vulnerabilidad de grupos, como el LGBTQ+, perseguidos en Uganda por la legislación del país.
Aún queda mucha información por ser definida respecto al procedimiento y condiciones de los traslados: cuántas personas serán incluidas, cuáles serán los criterios de selección, el financiamiento, cómo se asegurarán los estándares de protección, etc. Por otro lado, la comunidad internacional también se cuestiona hasta qué punto podrá Uganda asumir la responsabilidad logística, dado que el país ya enfrenta una gran presión migratoria de África.
Fuente: afrik
[CIDAF-UCM]


