Estados Unidos deportó, el pasado 16 de julio de este año, a cinco personas inmigrantes hacia Esuatini, aprovechando que recientemente la Corte Suprema de Estados Unidos había autorizado la reanudación de las deportaciones de migrantes a terceros países.
Los cinco individuos, cada uno proveniente de un país distinto: Vietnam, Jamaica, Cuba, Yemen y Laos, fueron enviados desde Estados Unidos con el argumento de que sus países de origen se habían negado inicialmente a recibirlos debido a los actos tan bárbaros que habían cometido, según declaró Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. En Esuatini, fueron recluidos en unidades aisladas dentro de instalaciones penitenciarias, sin informarles oficialmente de cargos específicos ni permitirles acceso pleno a representación legal.
Este septiembre, dos meses después, Orville Isaac Etoria (62 años, Jamaica), uno de los deportados, acaba de ser repatriado a su país de origen con la colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y las autoridades jamaicanas. Mientras tanto, los otros cuatro hombres siguen en Esuatini sin información clara acerca de sus condiciones, estado legal o cronogramas de repatriación. Organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, exigen intervenciones urgentes: que se revele las ubicaciones precisas de los detenidos, se permita el acceso confidencial de abogados y se justifique legalmente su detención, pues sostienen que su encierro sin cargos viola las normas internacionales sobre los derechos humanos. Por su parte, la viceportavoz del gobierno del Reino de Esuatini, Thabile Mdluli, asegura que se están llevando a cabo gestiones para la repatriación de los otros cuatro migrantes.
Fuente: Eswatini Observer
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