Al menos 120 niños en el norte de Mozambique han sido secuestrados por el grupo insurgente yihadista Al Shabab, según informó el 24 de junio la ONG internacional Human Rights Watch.
Según dichos informes, estos niños están siendo utilizados para transportar bienes robados, realizar trabajos forzados y, en algunos casos, servir como niños soldados o ser obligados a contraer matrimonio.
Mozambique ha estado combatiendo la insurgencia islamista en la provincia de Cabo Delgado desde 2017. Las fuerzas gubernamentales han luchado para contener la violencia, con el apoyo de las tropas enviadas por Ruanda, Sudáfrica y otros socios regionales.
En 2020, los insurgentes llevaron a cabo una oleada de ataques en los que decapitaron a decenas de personas, incluidos niños.
Testigos locales han afirmado que los niños secuestrados de pueblos y aldeas han sido utilizados como combatientes en ataques posteriores. La violencia ha desplazado a más de 600.000 personas y se ha extendido a las provincias vecinas, según Naciones Unidas.
Según Human Rights Wacht ha habido un resurgimiento de ataques y secuestros de niños en los dos últimos meses, lo que ha instado al gobierno de Mozambique a redoblar los esfuerzos para encontrar dichos niños y prevenir nuevos secuestros.
Los problemas en Cabo Delgado han quedado eclipsados en gran medida durante los últimos meses por las mortíferas y prolongadas protestas postelectorales del año pasado en Mozambique.
Fuente: Africanews – Euronews
[Traducción y edición, Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]