La expansión del cultivo de tabaco en Uganda ha causado la deforestación, entre otras zonas, del bosque de Budongo, alterando la dieta de los primates, poniendo el excremento de murciélago entre los elementos de su alimentación, y aumentando su contacto con los humanos. Esto ha eleva el riesgo de transmisión de virus zoonóticos, como los relacionados con el SARS.
Poco a poco, el tabaco se ha convertido en uno de los productos más exportados por el país, el décimo en 2023, cultivado por unos 75.000 campesinos. Mientras, los agricultores y animales compiten por los recursos en un ecosistema cada vez más presionado, el aumento de los encuentros entre humanos y primates, motivado por la pérdida de hábitat, ha generado conflictos frecuentes, incluyendo ataques a niños.
Los científicos alertan sobre posibles brotes futuros, subrayando la necesidad de la detección temprana y la vigilancia para evitar futuras epidemias.
Fuente: Global Press Journal
CIDAF-UCM
