En Egipto, la univesidad Al-Azhar se compromete en la línea de la libertad religiosa.
20/01/2012 La Croix, por François-Xavier Maigre
La máxima autoridad suní acaba de dirigir a los egipcios un documento en el que se insiste en la necesidad de respetar las libertades fundamentales del pueblo. Entre éstas, figura la libertad de religión, de opinión, de investigación científica y de creatividad artística.
Si hay que dar crédito al P. Samir Jalil Samir, jesuita, se trata de un “enorme paso hacia adelante” en Egipto. Este jesuita cairota, nacido en 1938, profesor de ciencias religiosas por la universidad de san José de Beirut, analiza en una publicación de la cadena Internet de información italiana AsiaNews, el documento difundido hace algunos días por la universidad islámica Al-Azhar de El Cairo.
En esa declaración, densa y bien documentada, la máxima autoridad islámica de Egipto –la autoridad suní más influente del mundo— se pronuncia en favor de la libertad de religión, de opinión, de investigación científica y creatividad artística. Son propósitos de naturaleza a calmar a los coptos de Egipto, ahora que la primavera árabe amenaza con una radicalización del islam en Egipto.
Este es el segundo documento presentado por Al-Azhar a los egipcios desde el comienzo de la revuelta de la plaza Tahrir. El primero se publicó el 11 de junio del año pasado. Pero, este nuevo texto aborda frontalemente las cuestiones que inquietan a cristianos y musulmanes moderados, en un momento en el que las última eleccciones dieron por válido el peso de los Hermanos Musulmanes en las urnas.
El concepto islámico de libertad es diferente al de Occidente.
Según el p. Samir Jalil, estas orientaciones muestran la voluntad de apertura promovida por el nuevo rector, Ahmed El Tayyeb, nombrado en 2010. Desde su llegada a la universidad, este antiguo estudiante de la Sorbona se esfuerza por promover dos cosas: la libertad y un islam moderado.
En efecto, el texto anuncia un islam abierto, en particular en los asuntos científicos: recuerda que el islam estaba en otros tiempos en el vértice de la investigación científica, mientras que ahora sólo el Occidente parece ser creativo en la materia. Es hora ya, por consiguiente, que el mundo musulman “despierte“. En cuanto a la creación literaria, Al Azhar subraya la importancia de dejar a los intelectuales la “libertad de expresión”, pero “sin herir la sensibilidad religiosa de la gente”
En estos dos puntos, el P. Samir Jalil, entreve “una crítica a Occidente”; la cuestión de las caricaturas danesas sigue “viva” en la mente de los musulmanes. Pero, como añade, el comentarista, lo mismo vale la recíproca, “cuando se trata de no ofender a las otras religiones reveladas, es decir, el cristianismo y el judaísmo”.
Un documento «apreciado por los cristianos ».
La universidad Al-Azhar, insiste por otra parte en la necesidad de guardar una “armonía” entre los principios de la charia y los derechos humanos básicos, reconociendo el valor de la Carta de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos. Al Azhar precisa que no hay conflicto entre democracia y charia, criticando así las tendencias que “no son conformes” a la evolución del Egipto de hoy. Según el P.Jalil, es una manera, de “criticar las tendencias islamistas salafistas”. Sin embargo, según observa el jesuita, si bien el texto reconoce la “libertad religiosa” evita hablar del “problema fundamental del derecho a convertirse a otra religión”.
Según un observador cristiano contactado por La Croix, este documento, así como el de junio sobre la visión de la sociedad egipcia como un Estado democrático secular “ha sido apreciado por los cristianos», a pesar de “los miedos” que aun perduran. “No hay un Islam egipcio: hay musulmanes que pertenecen a disferentes tendencias. Algunos sabrán respetar a los cristianos, porque han vivido con ellos y han frecuentado las escuelas católicas. Otros hacen declaraciones anticristianas”. Según este observador “la incertidumbre sobre el avenir persiste”.
0 comentarios