En la región sur de Etiopía, las fuerzas de seguridad reprimieron con violencia una manifestación que protestaba por los abusos de derechos humanos sufridos por los habitantes de la zona. Tras expulsar al reportero de TV nacional que cubría el evento las fuerzas de seguridad detuvieron a 90 personas.
Los oficiales de seguridad del gobierno de Etiopía supuestamente hicieron uso excesivo de violencia contra los residentes de la localidad de Waka, en la zona de Dawro, en el sur de Etiopía, en lugar de intentar resolver el problema por medios pacíficos y democráticos.
Tras el conflicto, muchos jóvenes de la localidad fueron arrestados bajo el pretexto de “incitar a la violencia para derrocar al gobierno”.
Profesores y estudiantes condenaron la acción irresponsable del gobierno, reunidos en una asamblea tras la cual exigieron que el gobierno se abstenga inmediatamente de aumentar la situación de violencia, deteniendo a ciudadanos.
Según los residentes, una fuerza especial fue desplegada para patrullar la zona durante 24 horas. Los habitantes de la localidad dejaron claro que no pagarían impuestos si no se cumplían sus demandas de desarrollo para la región.
Debido a la inestabilidad, el reportero de la televisión etíope por satélite, ESAT, fue obligado a salir de la zona, mientras los residentes todavía expresaban sus preocupaciones sobre su ciudad, que parece una ciudad fantasma, según ellos, además del miedo generalizado y la gran tensión entre los ciudadanos.
Más de 20 ancianos-líderes tradicionales de la comunidad, recién elegidos, reemplazando a los que supuestamente están en detención, han pedido a los funcionarios del gobierno en la ciudad de Hawassa [capital regional] que es necesario que se dispense justicia a los detenidos.
Según un joven, uno de los organizadores de la protesta, los altos mandos del partido en el gobierno, el EPRDF (Frente Democrático Revolucionario del Pueblo de Etiopía) sobornaron a algunos individuos para que hicieran campaña diseminando información y firmaran la petición, como si la protesta hubiera sido instigada por unos cuantos elementos violentos.
Mientras tanto, los residentes del woreda (distrito) Cheka expresaron su solidaridad con el pueblo del woreda Yeka [ambos en la región del sur de Etiopía, conocida como la Región de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur, SNNPR, por sus siglas en inglés, una de las nueve divisiones étnicas de Etiopía] y prometieron luchar por la misma causa. Pero también fueron desplegadas fuerzas del gobierno en su distrito, para aterrorizar a los habitantes.
Hasta el momento ningún medio de comunicación del gobierno ha desvelado ninguna información sobre esta protesta ni las demandas planteadas, ni de los 90 detenidos, todo ello fue en vano. La semana anterior, las escuelas y otras instituciones de servicios permanecieron cerradas. Aunque las clases se retomaron, pocos fueron los alumnos que acudieron a la escuela.
Hay que recordar que los estudiantes coreaban eslóganes como “¡No hay estado de derecho en Dawro!” “¡No hay desarrollo!” “¡Basta de torturas y encarcelaciones!” “¡Los niños de Yeka no tienen libertad!”.
(ESAT News, Etiopía, 04-11-11)