8 de marzo, San Fermín, por Félix Pérez Ruiz de Valbuena

10/03/2014 | Bitácora africana

Es una broma lo del título, seguro que lo habéis pillado la mayoría, que San Fermín lo siguen celebrando la Iglesia Católica y los pamplonicas el 7 de julio, aunque creo que estos últimos y la fiesta taurina lo celebran más que la primera.

Porque tampoco es que el santo sea muy milagrero y es patrono de oficios en extinción, como los boteros.

Y yo, aquí en Burkina Faso, me siento como en las calderas de Pepe Botero, que el calor ha comenzado ya.

Todo esto está traído por los pelos, porque lo que todo el mundo celebra es el Día Internacional de la Mujer (Trabajadora), para conmemorar la muerte (o asesinato) de 126 mujeres quemadas vivas en 1906 en una fábrica textil de Nueva York, Estados Unidos, cuna del liberalismo económico.

Se les ocurrió ponerse en huelga para protestar por las malas condiciones laborales y el dueño de la fábrica, ni corto ni perezoso, pero un hijo puta de marca mayor, ordenó encerrarlas con llave y lo mismo la fábrica se incendió sola o vaya Ud a saber, que los caminos del Señor son infinitos y a veces encuentras el infierno aquí en la tierra.

El caso es que en Burkina Faso se celebra especialmente el 8 de marzo, es Fiesta Nacional.

Manifestaciones, desfiles, estampación de telas conmemorativas, etc, por todo el país.

Y siempre me toca acudir a varios eventos de este tipo.

De entrada en varias aldeas nos pidieron que fuéramos a proyectar cine para las mujeres.

Fuimos a Ronga, Lilligondé, y Soubo.

Nos cancelaron la proyección de RIM, donde hemos ido 4 veces, porque habían muerto varios ancianos en la semana y no estaba el ambiente para ferias.

El acto principal fue la celebración por parte del gobernador del Norte de la fiesta en una comuna, Tangaye, a 20 kilómetros de la ciudad, cosas de la descentralización. Un planazo.

Cinco horas bajo un sol de justicia, aunque estábamos bajo unos toldos.

Pero las mujeres que tenían que desfilar se pasaron esa horas, y más, de pie, a pleno sol.

Mi iPhone se me desconectó con un mensaje diciendo que estaba sobrecalentado y que hasta aquí habíamos llegado.

Y todo para escuchar 3 horitas de discursos absurdos, por supuesto las autoridades llegaron con 3 horas de retraso, y aguantar hasta el final para ver desfilar a las pobres mujeres de las diferentes agrupaciones.

Por ellas sí merece la pena.

Aparte de esto teníamos un partido de fútbol de mujeres, les dimos chandals a las del equipo de nuestro barrio, pero llegamos tarde al partido (eran sólo 2 tiempos de 15 minutos), no empezaron con el retraso habitual.

Un cumpleaños, un bautizo también formaban parte de la agenda del día.

Y una noche cultural peulh, una etnia ganadera, minoritaria, que suelen tener muchos conflictos con los moossi, mayoritarios y agricultores.

A la que también asistimos, éramos las únicas fuerzas vivas que acudimos y nos lo agradecieron y celebraron mucho. Más aún cuando Asséto, mi mujer, subía al escenario a dar algunos billetes los músicos y bailarinas (es costumbre). Aplausos, casi vítores, porque ninguna ‘autoridad’ se dignó venir a apoyar el acto.

En fin, un 8 de marzo completo.

Thomas Sankara, el anterior presidente, asesinado, instituyó que los hombres debían, al menos, hacer la compra y cocinar ese día para sus mujeres, con la intención de que fueran conscientes de todo lo que sus mujeres hacían por ellos todo el año.

Pero la mayoría ni siquiera eso o bromean con que van a poner un montón de sal en la comida para que no se lo vuelvan a pedir.

Son unos cachondos, los hombres ‘íntegros’

Tan cachondos como que el día anterior los maquis, discos, están llenos de los hombres con sus amantes, que el 8 de marzo es para celebrarlo con las mujeres oficiales (que pueden ser varias).

La película que proyectamos en Lilligondé fue un documental sobre una mujer emprendedora y corajuda, La Femme des Arènes, a petición de Mr Trebull, empresario de éxito o de pasta, de Ouahigouya, ya que es su aldea y quería colocarse una medalla y pedir el voto para su partido, CDP, el del actual Gobierno.

Pasó 5 minutos con su Toyota Land Cruiser y su chófer a saludar y hacerse una foto y allí nos quedamos los demás con las mujeres, tan ricamente.

Y en Soubo, tres cuartos de lo mismo.

Esta proyección nocturna, fue a petición del Alcalde de Ouahigouya, Gilbert Noël Ouedraogo, del ADF-RDA y su esposa Mariam, diputada también del mismo partido.

Allí nos fuimos solos y comenzamos la proyección con La Pantera Rosa, para los niños que había, mujeres pocas.

En un momento dado, bien entrada la noche, empezamos la proyección de Tilaï, película burkinesa sobre tradiciones y matrimonios forzados, una tragedia griega, digo burkinesa.

A mitad de la proyección llegaron sus majestades, en sus cochazos, y tuve que acercarme a la entrada del patio donde proyectábamos: una iglesia donación de Gilbert, esta es su aldea.

Por supuesto, para compensar de fueron antes de que acabara la película.

Aquí los ricos donan más iglesias, templos (protestantes) y mezquitas que centros de salud o escuelas.

Pero ya se sabe que la religión es una manera segura de controlar y oprimir al pueblo.

Aunque Gilbert no es un mal tipo y está haciendo bastantes cosas por la ciudad, no deja de ser un liberal, así como su partido.

Ahora están haciendo cosas, pero esperan que llegue el día de hacer caja.

Gilbert me invitó a sentarme con él, le habían traído un sofá de puta madre, la gente se sentaba en el suelo o permanecía de pie, tenemos pendiente una discusión sobre la existencia de Dios, pero yo declino cortésmente empezar los debates, ¿para qué? ¿cómo me puede demostrar la existencia del Hombre del Espacio?, pero yo me excusé diciendo que debía permanecer cerca del ordenador y proyector por si había algún incidente.

Y me pasé toda la proyección acompañado por un niño loco, que no sé qué será de él en el momento menos pensado.

Durante toda la película me regalaba piedras y sonrisas preciosas y yo sólo podía hacerle caricias en la cara, que agradecía, y me acercaba después de regalarme una piedra.

Los chupa-chups que le di no sabía ni comérselos, me los intentó regalar varias veces también.

Él, que no tenía nada, me daba hasta su corazón.

Original en : FronteraD

Autor

  • Pérez Ruiz de Valbuena, Félix

    Félix Pérez Ruiz de Valbuena. ( Calatañazor, Soria, Diciembre 1954 ) Estudió economía . Marxista-leninista de formación política, afirma que no le sirvió para hacer nada demasiado útil en la vida universitaria, salvando quizás el Festival de los Pueblos Ibéricos. Empresario familiar comparte con sus dos hermanos la propiedad de una empresa de formación. reside actualmente en Burkina Faso con la esperanza de comenzar de nuevo con proyectos que le devuelvan la ilusión. Con tres hijos y un nieto, que le hacen felices los más de los días. Y como dice Soltero y sin compromiso. Es colaborador de la Revista Digital Frontera D con su Blog Negros sobre blanco , que iremos reproduciendo en nuestra sección de Bitácora Africana, agradeciendo a Frontera D la autorización para hacerlo y por supuesto a Félix Pérez Ruiz de Valbuena

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