No se trata de imprimir siluetas de acacias, baobabs, elefantes o leones en la pared de tu estudio. Tampoco de decorar tu salón con pieles sintéticas de zebra. Ni nada parecido a colgar salacots en la pared del comedor para demostrar el espíritu aventurero que hay en tí. Incorporar elementos decorativos de inspiración africana a nuestras casas es tan sencillo como saber adaptar con sencillez, equilibrio y buen gusto los diferentes y ricos estilos de diseño de interiores que encontramos desde la costa mediterránea del norte de África pasando por las tierra suajilis, la región de los Grandes Lagos o el golfo de Guinea.
Aquí 5 consejos prácticos venidos del continente para hacer de tu hogar un lugar más acogedor y bonito para ti y tus invitados. Todo, sin olvidarte de ser responsable con el medio y las comunidades que producen los objetos de decoración que te proponemos:
1 . Inunda tu casa de colores con cojines y estampados típicos del África del Oeste. Los textiles aportan personalidad a los espacios de reposo y ocio de nuestro hogar. Los matices y texturas de las telas africanas le dan un aire desenfadado y alegre a un salón o a un dormitorio, que invita a tumbarse cómodamente en una cobertura de contrastes cromáticos como la que forman las telas africanas. Le darán un toque cosmopolita a cualquier estancia y aportarán luz y frescura.
2. Coloca lámparas y apliques marroquíes o egipcias para relajar el ambiente. La iluminación es uno de los elementos más importantes a la hora de configurar un hogar acogedor. Las lámparas árabes, ya sean de latón, hierro forjado o alpaca, son obras de artesanía que aportan elegancia y refinamiento oriental a través de sombras geométricas que se dibujan en la pared o en el suelo. Son elementos imprescindibles a la hora de crear atmósferas intimistas y relajadas.
3. Incorpora cerámicas de Ruanda y Malaui en tu vajilla. La alfarería es un arte milenario que encontramos en todas partes del mundo y en los vestigios prehistóricos más antiguos. La importancia de protegerla es crucial, ya que se trata de un elemento tradicional del patrimonio cultural de los pueblos, cuyo valor etnográfico es precioso. Como elemento decorativo, las cerámicas ruandesas o malauís nos recuerdan en desayunos y comidas la importancia de la tierra para la subsistencia de muchas comunidades y nos arraigan a ella.
4. Utiliza cestas de rafia para el almacenaje. El trabajo manual de materiales naturales como el mimbre, la rafia o el esparto es patrimonio inmaterial que podemos introducir en casa tanto a través de objetos ornamentales como de elementos domésticos. La cestería es de gran importancia sociocultural en la mayor parte de África y además, es una fuente de ingresos para las comunidades que la producen. Sin embargo, la extracción de materiales forestales para su fabricación comprometen la sostenibilidad del medio cuando se producen a escala industrial. Por eso es importante ser responsables y evitar adquirir cestas que no promuevan un desarrollo sostenible.
5. Decora algún rincón de la casa con piezas de artesanía recicladas. La conciencia social es necesaria en un mundo donde las comunidades más desfavorecidas están en tanto riesgo como nuestro medioambiente. Los “empleos verdes” generan ganancias para los artesanos y reducen la utilización de materias primas y recursos naturales. La reutilización de desechos, así, es una estrategia de desarrollo tanto como una solución para el medio. Mientras según la Organización Mundial del Trabajo, el 41% del PIB en África subsahariana proviene de la economía informal, la artesanía del reciclaje es un claro ejemplo de buenas prácticas dentro de este sector. De este modo, incorporar piezas de artesanía recicladas en casa no solamente es una forma original de engalanar nuestro hogar sino de contribuir a la mejora de la calidad de vida de muchas personas.
Original en : Wiriko