El pasado jueves 28 de marzo un autobús se estrelló y cayó desde un puente de una altura de unos 50 metros entre Mokopane y Marken, en la región sudafricana de Limpopo, provocando la muerte de 45 personas. Según el gobierno provincial de Limpopo, el autobús se salió del puente Mmamatlakala y se precipitó por un barranco antes de estallar en llamas.

El único sobreviviente, un niño de ocho años, tuvo que ser trasladado a un hospital con heridas graves, según informó la prensa local.

Los pasajeros eran peregrinos que viajaban desde Gaborone, la capital de la vecina Botsuana, para un servicio religioso de Pascua en la ciudad sudafricana de Moria. La Iglesia Cristiana Sionista tiene su sede en Moria y su peregrinación de Semana Santa atrae a cientos de miles de personas de Sudáfrica y países vecinos.

El ministro de Transportes de Sudáfrica, Sindisiwe Chikunga, acudió al lugar del incidente y ofreció sus condolencias a las familias afectadas por la tragedia. Por su parte, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, trasladó su pésame al Gobierno de Botsuana y a los familiares y amigos de los fallecidos.

El gobierno sudafricano advierte a menudo del peligro de los accidentes de tráfico durante las vacaciones de Semana Santa. Más de 200 personas murieron en accidentes de tráfico durante el fin de semana de Pascua del año pasado.

Fuente: O Pais y fuentes locales

[Traducción y edición, Jesús Zubiría]

[CIDAF-UCM]