330 millones de MUJERES y niñas viven con menos de 1,9 dólares al día y menos del 13% del total de personas propietarias de terrenos agrícolas son MUJERES

8/03/2018 | Opinión

A pesar de los avances que, gracias al esfuerzo de muchas MUJERES, se han conseguido, los datos de desigualdad de oportunidades entre MUJERES y hombres siguen siendo escalofriantes, sobre todo en los países más empobrecidos, donde la brecha es aún más grande

“15 millones de niñas en edad escolar nunca accederán a la escuela primaria, en comparación con 10 millones de niños.”

Detrás de cada dato demoledor, hay MUJERES que no se rinden y siguen trabajando, esforzándose para transformar esta realidad desde distintas partes del mundo. MUJERES como Ingrid en Ecuador o como Rosa, profesora en Fe y Alegría Madagascar, apuestan por su formación y, gracias a nuestros socios locales, el Servicio Jesuita a Refugiados y Fe y Alegría, pueden cambiar su realidad y la de otras MUJERES y NIÑAS de sus comunidades.

Las MUJERES y las NIÑAS sufren por partida doble. A la dureza de ser una desplazada o una refugiada, se une la discriminación de género y la amenaza de sufrir abusos sexuales o maltrato físico o psicológico. Ni siquiera su estancia en los campos de refugiados las protege de la violencia ni garantiza el reconocimiento de sus derechos.

Pero la capacidad para salir adelante de las MUJERES es uno de sus signos distintivos. Leila, es un ejemplo de ello, trabaja como profesora en el campo de refugiados de Mabán, Sudán del Sur, en el que estamos presentes junto al JRS. Su objetivo es que sus alumnos y alumnas se formen, conozcan sus derechos y construyan la paz.

La brecha salarial de género a nivel mundial es del 23% y la tasa de actividad de las MUJERES es del 63%, frente al 94% de los hombres.

entreculturas-3.jpgManuela, Sebastiana y María son tres MUJERES emprendedoras socias de Xapontic, una empresa de economía social y solidaria con la que trabajamos en Chiapas, México. Elaboran y venden jabones artesanales contribuyendo así al desarrollo de su familia, su comunidad y su país.

Como ellas, son muchas las mujeres a las que acompañamos para que se formen y emprendan sus propios negocios a través de los programas de formación técnica que llevamos a cabo con Fe y Alegría y JRS en países como Bolivia, Ecuador, Perú, Chad, Uganda o Sudáfrica.

El cambio climático y los conflictos afectan en mayor proporción a las mujeres. Las mujeres empobrecidas de las zonas rurales que dependen de los recursos de uso común resultan especialmente afectadas cuando éstos se agotan. Además, es 14 veces más probable que las mujeres y las niñas fallezcan durante un desastre natural que los hombres.

Yesenia ha decidido firmemente defender el Medio Ambiente y por eso se ha hecho guardiana ambiental en su colegio Fe y Alegría La Merced, con el que trabajamos en El Salvador. Junto a sus compañeros se ocupa de gestionar un huerto ecológico, de dar formación a los más pequeños y de realizar guías turísticas por la zona para concienciar a la comunidad.

La voz de las MUJERES en los espacios de toma de decisiones está lejos de ser paritaria: hasta septiembre de 2017, las MUJERES ocupaban tan solo el 23,7% de los escaños parlamentarios de todo el mundo.

Judith es chadiana y fue la única MUJER de su comunidad que pudo acceder a secundaria. Gracias a ello ha podido elegir en su vida. Varias veces al año, imparte junto a Entreculturas talleres a madres y jóvenes venidas de diversos lugares de la región de Guéra (al sur de Chad), sobre la importancia de la educación de las NIÑAS y de las MUJERES y sobre tradiciones culturales fuertemente arraigadas, como el matrimonio precoz o la mutilación genital femenina. Una práctica que afecta al 90% de las MUJERES en la región y a más de 200 millones de MUJERES y NIÑAS en todo el mundo.

Alejandra es estudiante de Fe y Alegría Nicaragua y ha decidido estudiar mecánica, a pesar de los prejuicios y las dificultades que le supone.

Ella cree que “las MUJERES sí podemos, que podemos trabajar las mismas cosas que los hombres”. Y por eso ha apostado por la mecánica para su futuro.

A través de nuestros programas de formación técnica, facilitamos la apropiación de competencias y habilidades para la vida de las niñas, adolescentes y mujeres, su inserción en el mundo laboral y su autonomía económica.

Irene es parte de la Red Solidaria de Jóvenes de Entreculturas desde hace 4 años porque quiere cambiar las realidades injustas que ve a su alrededor y está convencida de que ella es clave en esta transformación.

La labor educativa que realizamos en ciudadanía global incluye la coeducación y la temática de género, impulsando proyectos de participación juvenil que conectan a grupos de jóvenes de todo el mundo para trabajar sobre su papel en la consolidación de sociedades más justas e igualitarias.

Ángela, decidió compartir un año de su vida en Guatemala como voluntaria VOLPA, en un pequeño poblado llamado Santa María Chiquimula, apoyando en un proyecto de salud para la comunidad, que es mayoritariamente indígena y está empobrecida y marginada socialmente por baja alfabetización.

El programa VOLPA que promovemos desde Entreculturas, quiere generar la transformación de actitudes sociales y culturales que perpetúan las desigualdades humanas a través de la participación solidaria a través del voluntariado.

Entreculturas

* En Entreculturas apostamos por el desarrollo de las MUJERES promoviendo su acceso a una educación de calidad; facilitando su formación profesional para que opten a un trabajo digno; fomentando su participación la toma de decisiones comunitarias; defendiendo su derecho a la tierra; trabajando en la prevención y atención de NIÑAS y MUJERES víctimas de violencia y de desplazamiento forzoso; y promocionando una ciudadanía global que fomente la igualdad de oportunidades entre hombres y MUJERES.

[Fundación Sur]

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