Unos 33.000 niños sufren de «malnutrición aguda severa» en Zimbabue, las peores cifras en 15 años, según advirtió la UNICEF ayer martes, mientras que Harare estima en aproximadamente 4 millones el número de personas que necesitan ayuda alimentaria.
El número de familias que padecen hambre se ha duplicado en los últimos ocho meses «, con cerca de 33. 000 niños que necesitan urgentemente tratamiento para la desnutrición aguda severa», dijo el Representante de UNICEF en Zimbabue, Jane Muita, en un comunicado.
La malnutrición aguda grave se caracteriza por una pérdida de peso muy significativa. Necesita de una actuación médica urgente y una actuación rápida y eficaz. El niño con desnutrición aguda se enfrenta a un riesgo muy alto de enfermedades (diarrea, malaria…) y finalmente mortalidad.
«No hemos visto estos niveles de desnutrición durante más de 15 años y se debe hacer más para evitar que esta crisis siga fuera de control».
«La escasez de agua también expone a los niños a un mayor riesgo de diarrea, fiebre tifoidea y otras enfermedades transmitidas por el agua como el cólera», advirtió la Sra. Muita, lanzando un llamamiento para conseguir donaciones por valor de 21 millones de dólares.
Según los medios de Zimbabue, las familias se ven obligadas a saltarse las comidas y los niños no va a la escuela porque no se alimentan lo suficiente.
Hasta 4 millones de personas, de una población de 14 millones de personas, necesitan ayuda alimentaria en Zimbabue, declaró el ministro de Sanidad, Prisca Mupfumira.
La agricultura de Zimbabue sufrió la peor parte de la sequía cuando ya está debilitado desde el año 2000 por la reforma agraria puesta en marcha por el presidente Robert Mugabe.
Esta reforma ha dado lugar a la expulsión de miles de granjeros blancos y a la redistribución de las tierras agrícolas a unos 300.000 agricultores negros a menudo inexpertos e insuficientemente equipados.
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