Tras haber sido retenidos durante casi cinco años por piratas somalíes, 26 rehenes asiáticos fueron liberados el sábado y llegaron a Nairobi, Kenia. Fueron primeramente recibidos por la ONU en la ciudad de Galkayo, en Somalia. El lunes, fueron sometidos a exámenes médicos antes de ser llevados a sus respectivas embajadas que se ocuparon de su regreso a casa. Los rehenes fueron secuestrados en el ataque a su buque mercante en las Seychelles, en marzo de 2012.
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