Los líderes de «Hirak», el movimiento de protesta social que agitó el Rif marroquí en 2016-2017, fueron condenados el martes en Casablanca a penas de hasta 20 años de prisión, tras un proceso de nueve meses.

El líder del movimiento, Nasser Zefzafi y otros tres líderes, Nabil Ahmjiq, Ouassim Boustati y Samir Ighid, fueron condenados a 20 años por conspiración para socavar la seguridad del Estado».

Un total de 53 personas comparecieron en el juicio. La pena menos severa se limita a un año de prisión, y 5.000 dírhams (450 euros) de multa, de acuerdo con el veredicto de la Sala de lo Penal del Tribunal de Apelación de Casablanca.

Tres de ellos, Mohamed Zakaria Haki Mahmoud y Bouhenoud Adehchour fueron condenados a 15 años de prisión el primero y de siete a 10 años de cárcel, los otros dos también por «conspiración para socavar la seguridad del Estado».

En estado de shock, los familiares de los acusados, presentes en el tribunal, gritaron angustiados cuando se pronunciaron las sentencias más duras, declaró un periodista de la AFP. Algunos activistas corearon consignas de solidaridad, como «Larga vida al Rif» o «Somos Zefzafi».

«Estas son sentencias muy duras el estado ha fallado en esta prueba de respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales, como la independencia de la justicia», dijo uno de los abogados de la defensa, Souad Brahma.

En contraposición Mohamed Karout, uno de los abogados de las partes civiles que representaron al estado declaró, «Las sentencias son muy ligeras en comparación con lo que establece la ley y la forma cómo se comportaron ante el juez».

Diez acusados también fueron condenados a 5 años de prisión y multa de 2000 dh (180 euros), ocho a 3 años y multa de 1000 dh (90 euros), 19 a dos años y 5000 dh (450 euros) y 2 a un año de prisión con la misma multa. Las penas de 5 años de prisión y menos corresponden a cargos como «participación en una manifestación no autorizada» o «insulto a la policía».

Los abogados se negaron a declarar en solidaridad con la protesta de los acusados contra la » parcialidad de la justicia» pretenden apelar después de consultar con sus clientes.

Al igual que sus compañeros reclusos, Nasser Zefzafi boicoteó los últimos días de la audiencia y se negó a hablar en las últimas horas del juicio.

Este chofer de 39 años en paro convertido en la cara del movimiento con sus habilidades de oratoria, fue detenido por haber interrumpido el sermón del imán abiertamente hostil al movimiento en una mezquita de Alhucemas, epicentro de la protesta que sacudió la región históricamente rebelde y marginada del Rif.

El caso del periodista Hamid el Mahdaoui procesado por «no denunciar un intento de dañar la seguridad interna del estado» y juzgado al mismo tiempo que los 53 activistas de «Hirak» será tratado por separado el jueves 28 de junio. Según Reporteros sin Fronteras (RSF), está en peligro de ser condenado de dos a cinco años de prisión. Él es el único que no ha boicoteado las audiencias.

Las manifestaciones desencadenadas por la muerte de un vendedor de pescado, aplastado en un contenedor de basura en octubre de 2016, dejaron más de 600 heridos entre las fuerzas del orden y generaron siete millones de dírhams de daños materiales (alrededor de 630.000 euros ) según el estado marroquí.

Alrededor de 450 personas, según las asociaciones convocantes de las protestas, fueron arrestadas durante las manifestaciones generalmente pacíficas, pero a veces marcadas por enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, con heridos en ambos lados.

El «enfoque de seguridad» de las autoridades ha sido criticado por grupos de derechos humanos, que denunciaron la «represión» del movimiento y los actos de «tortura» contra algunos manifestantes después de su arresto.

«El tribunal no tomó en cuenta las irregularidades que hemos observado a lo largo de este juicio, nos preocupa que estos veredictos no ayuden a aliviar la tensión en la región», comentó uno de los abogados defensores después del veredicto.

Fuente: Slate Afrique

[Fundación Sur]

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