14 años de Radio Ada, por Ángel Gonzalo

4/10/2012 | Bitácora africana

Es domingo por la mañana. Debe ser muy temprano. A ninguno nos da por mirar la hora. Nos mantenemos en ese estado de modorreo, entre el sueño y la realidad, justo cuando ataca la duda: abrir los ojos o mantenerlos cerrados.

Fuera debe hacer una bonita mañana tropical. No entra mucha luz. El harmattan es más denso en este mes de febrero. Ninguno hablamos. De repente se escucha una voz. Viene de fuera: “¡Ángelo, Ángelo, Ángelo!” No sé si me lo estoy imaginando. Puede que haya alguien en la puerta principal de casa. Paso de levantarme y parece que Elena tampoco está por la labor. Quizá sigue dormida. Aquí no se mueve nadie. La voz insiste: “¡Ángelo, Ángelo, Ángelo!”. La historia de la cabra de Futuenya de la semana pasada ronronea por mi cabeza. Quizá los de la comunidad vengan a pedirme cuentas. Hago como si no hubiera escuchado nada. La voz se calla. Debió ser un sueño…

El traje del emperador

Una hora larga más tarde nos levantamos. Son ahora casi las 10 de la mañana. Nos sentamos a desayunar unas magníficas tostadas con aceite de oliva y tomates de la huerta de nuestros vecinos. Comentamos la jugada: “Cariño, ¿escuchaste algo esta mañana?”, dice Elena. “¿Como si alguien me llamara?”, contesto… No terminamos la conversación. Pascual -en realidad se llama Michael, pero le hemos rebautizado-, el hijo menor de Mr Narty, y nuestro invitado Plómez habitual a cualquier hora -sobre todo cuando hay comida sobre la mesa- aporrea la puerta. “¡Abridme, abridme, tengo un paquete para vosotros!”. Quito el cerrojo y se desliza hasta el salón. Deposita sobre la mesa una bolsa con dos camisas/camisones tradicionales. “Mr Isaac Djabletey, de Radio Ada, las ha traído esta mañana. Como no abríais la puerta, me las ha dejado a mí. Pruébatelas, pruébatelas”.

Mensaje recibido. Hoy es el 14 aniversario de Radio Ada. Y pretenden que me vista con las ropas tradicionales. Esta es otra de las costumbres de por aquí. Es la tercera vestimenta que nos regalan. La primera fue cuando visitamos a la familia de Albert, el enfermero que trabaja con Elena en el hospital, en la región Ashanti. Allí heredé el apodo de “Farruquito”. Resulta que les sobraba tela de un mantel y decidieron hacerme una camisa. Pues vale. La segunda fue cuando visitamos a la comunidad de Anyakpor y decidimos ponernos manos a la obra en el proyecto de la escuela para los menores de la calle. Ahí me confirmaron el sobrenombre de “Farruquito”. Y ahora me toca este camisón. Debe pertenecer a Isaac, que me saca dos cabezas y al menos tres tallas a lo ancho. Habitualmente me tengo por un tipo standard. Es decir, la L europea es mi talla. Y este hombre vestirá una XXXL. Pues nada, hoy más que “Farruquito”, parezco un “Fantuchito” Si mi madre me viera…

Elena se viste con su vestido tradicional, también ashanti fashion, pero le queda infinitamente mejor. La percha también tiene que ver, claro. Y gana por goleada. El caso es que ya parecemos an african family. Nuestros vecinos celebran la elección del vestuario y vamos recibiendo aprobaciones a medida que avanzamos hacia la carretera. Les gusta que vistamos sus ropas, casi tanto como escucharnos pronunciar algunas palabras en la lengua local, dangme. Lo interpretan como un símbolo de respeto a su cultura. Y es lo mínimo que podemos hacer. Es una forma de devolver una parte de lo mucho que nos dan.

En la carretera tenemos suerte. Es domingo y hay mucho tráfico en ambos sentidos. La gente va y viene a las diferentes iglesias. A nosotros nos para George, el Bestman/Padrino que conocimos hace algunos posts, durante la peculiar boda de David. Nos montamos seis en su coche, nuevamente. Debe ser la costumbre. Curiosamente lleva los mismos “Greatest Hits de la Lighthouse Chapel International”. Por suerte el trayecto, en esta ocasión, es corto, apenas 10 minutos. Quedamos en vernos otro día, en la Iglesia o por ahí. Estoy tentado de decirle en un bar o spot, como se llaman aquí, pero no quiero escandalizarle.

Fiesta de aniversario

Serán las 13:30h y la recepción en Radio Ada comienza en teoría a las 14h. No sé cómo lo hacemos, pero el caso es que no aprendemos. Durante toda la semana, y durante el mes pasado, llevamos preparando diversas actividades para celebrar el 14 aniversario.

Habíamos pensado hacer un “saludable” paseo, un partido de fútbol, una campaña publicitaria, un programa especial de radio con todas las comunidades, incluir pequeñas piezas en los informativos las dos semanas previas, entrevistar a una niña que tuviera hoy 14 años, recoger las opiniones del Chief de Big Ada, del arquitecto que diseñó los estudios, de las personas relevantes que han pasado por la radio… Estuve tentado de llamar a mi amigo Jota, que es el mayor especialista en estos saraos que conozco. Pero sé que anda liado en Madrid con eso de los derechos humanos y no es cuestión de abusar.

El caso es que habíamos pensado muchas cosas, pero entre pitos y flautas, al final sólo pudimos organizar un programa especial con seis micros abiertos en distintas comunidades, las piezas para los informativos y una pequeña fiesta para unos 40 invitados, que era la que íbamos a celebrar ahora. Las limitaciones en el presupuesto hicieron que las ideas fueran muriendo antes de que pudiéramos ponerlas en práctica.

Durante media hora, buscamos una manera de colocar las sillas de la palapa que hace las veces de sala de reuniones de la Radio. Elena y yo empezamos a sospechar que el acto se retrasaría porque ya eran las 14h y no había aparecido nadie. Sólo estábamos, Kofi -coordinador-, Isaac -director- y nosotros. Algo fallaba. Otra vez íbamos a pasar hambre. La culpa es nuestra. Tendríamos que haber comido en casa. Si nos hubiéramos levantado con la llamada matutina…

Alex y Wilna Quayrme

El acto comenzó finalmente pasadas las 16h, cuando Alex Quayrme hizo su entrada en la palapa. El profesor Quayrme se ha pasado media vida trabajando fuera de su Ghana natal, vinculado a diferentes proyectos de Naciones Unidas. Nunca ha perdido de vista la comunicación social y nunca se ha olvidado de su gente.

Hace 14 años regresó a casa, acompañado de su mujer, periodista, y de nacionalidad filipina, Wilna, para ejercer como cónsul de este país asiático en Acra. Entonces decidieron hacer realidad un proyecto al que venían dando vueltas desde hace tiempo. Una emisora de Radio para la comunidad Dangme, la de Alex, la de las personas que como él nacieron en una pequeña isla, en la margen menos habitada del río Volta, y cuyo enlace con el exterior es el ferry que hace el trayecto a Ada Foah todos los miércoles o las barcazas de pescadores que por unos pocos cedis te acercan a la otra orilla. Él es Daddy y ella, Mummy. Ambos son el alma máter de Radio Ada, la primera emisora comunitaria de Ghana.

Pusieron todo su empeño en conseguir capital para adquirir una pequeña finca en las afueras de Big Ada, construir el edificio, comprar un pequeño transmisor y empezar a emitir. Primero fueron noticias sobre las comunidades cercanas, luego avisos de funerales, más tarde invitaron a las personas de las comunidades a explicar sus preocupaciones, crearon programas para mujeres donde se atrevían a decir en un micro lo que callaban en casa, incluso dejaron espacio para los servicios religiosos, tan variopintos, que hay en la zona. Y fueron cogiendo más y más peso.

En la primera llamada que hicieron pidieron voluntarios para sostener el proyecto. Hace 14 años los primeros en responder fueron David, técnico de sonido y reparatodo de la emisora, y Erica, la encargada de la gestión y la administración. Todavía continúan al pie del cañón.

Después de ellos llegaron Kofi e Isaac, Charles, especialista en seriales radiofónicos, junto a Fátima y Ofelia. Más tarde se unieron Nora, en continuidad, Mariah y Gidgon en la redacción y un número elevado de personas, como Jakob, James, Gloria, Vera… la mayoría siguen aquí.

Apoyo internacional

Cuando empezaron a funcionar buscaron apoyo internacional. Los contactos de Daddy fueron clave para recibir apoyos de universidades de Canadá, Estados Unidos y Reino Unido, así como vincularse a redes comunitarias de África y del resto del mundo. Mummy es la mejor embajadora de la emisora hoy en día y sigue estando en los cursos de formación que imparten en todo el país. Su mayor empeño es siempre que las personas que le rodean se sientan cómodas y participen. A mí me parece una auténtica lideresa, alguien capaz de identificar las capacidades de cada uno y sacarlas a la luz. Llevamos tiempo trabajando juntos y es una de las personas de las que más estoy aprendiendo.

Después de Radio Ada, ayudaron a montar la Ghana Community Radio Network, la red que agrupa a las emisoras de este tipo de todo el país, y un ejemplo de periodismo independiente. Ghana es ahora un ejemplo de estabilidad y democracia para África Occidental, pero no siempre fue así. Durante la etapa del presidente Rawlings, también hubo muchas sombras y las voces discordantes nunca son bienvenidas. En estos años han soportado campañas de descrédito, ataques y muchas otras dificultades, pero nunca han dejado de emitir. Han pasado 14 años y siguen con entusiasmo y con muchas ganas de mejorar las condiciones de vida de las personas que les rodean.

La parrilla de hoy en día -15 programas- está consolidada con un equipo de unas 50 personas, todas voluntarias -18 de ellas reciben un pequeño apoyo económico para cubrir gastos básicos-, y la apuesta para este año es crear más seriales radiofónicos en los que se implicarán nuevas comunidades, desarrollar programas por y para jóvenes y hacer que los informativos sean la principal fuente de información para las personas de la zona.

Cubre un área extensa de más de 50 Km., siete distritos, llegando hasta las puertas de Tema y extendiéndose por la región del Volta. Tiene una audiencia potencial de más de medio millón de personas. Emite de 5am a 10pm todos los días. La Radio es la principal guardiana de la cultura local, el principal medio de comunicación -Internet es una utopía, los periódicos son caros, hay altos niveles de analfabetismo (el 65% de las personas de esta zona no saben leer ni escribir), escaso conocimiento del inglés, y casi nadie tiene televisiones en casa- y en las visitas que he realizado a las comunidades he podido comprobar el orgullo que siente la gente local de su Radio. Es muy curioso, pertenecer a Radio Ada es casi como un título en la zona. Todo el mundo la conoce y se me abren muchas puertas cuando saben que soy voluntario aquí. No saben lo gratificante que es.

Para celebrar este 14 aniversario, estrenamos un nuevo transmisor que llevará la señal más lejos. Lo han comprado con las donaciones de antiguos voluntarios y con los apoyos que se reciben por parte de particulares. Poco antes de la fiesta, una parroquia próxima donó la colecta del domingo. Y no fueron los únicos. Culminamos la jornada con una tarta de plátano que cortó Elena y con un discurso que me tocó improvisar. Estamos invitados a los festejos del año que viene.

( escrito 23 -02 2012)

Original en : Ghaneantes, aviso para

Autor

  • Gonzalo, Ángel

    Ángel Gonzalo es periodista, y como el mísmo cuenta siempre soñó con contar historias, viajar a lugares remotos y ayudar a las personas con dificultades. Por lo tanto no es extraño, que se hiciera periodista, e invertiera todos sus ahorros en descubrir otras culturas o que lleve más de una década trabajando en ONG y
    movimientos sociales.

    Periodista en Radio Ada (Ghana Community Broadcasting Services)

    Vicesecretario General at Sindicato de Periodistas de Madrid (SPM)

    Responsable de Medios de Comunicación at Amnistía Internacional España

    Adjunto a la Dirección de Comunicación at Ayuda en Acción

    Responsable de Comunicación en Solidarios para el Desarrollo
    Redactor en Club Internacional del Libro

    En Bitácora Africana vamos a reproducir el Blog de Ángel Gonzalo "Ghaneantes aviso para" donde cuenta su experiencia en Ada, junto a la desembocadura del río Volta, en Ghana.

Más artículos de Gonzalo, Ángel