El pasado miércoles, durante una protesta en Rabat contra la congelación de la contratación en el sector público, la policía marroquí utilizó cañones de agua para evitar que 13 titulados en paro invidentes se inmolaran. Los diplomados, que estaban encadenados con una cuerda alrededor del cuello, bloqueando una de las calles principales de la ciudad, se rociaron con gasolina y amenazaron con prenderse fuego. Las consignas más repetidas durante la concentración del pasado miércoles fueron “Quiero un trabajo en mi país. Quiero vivir con dignidad en mi país”.
El gobierno marroquí está implementando medidas de austeridad, en conflicto con las demandas de los manifestantes, que pretenden reducir el gasto y el déficit público en el país. A iniciativa de los tres sindicatos más importantes del país se ha previsto, para el 6 de Abril, una gran manifestación en contra de la política del gobierno.
Fundación Sur